Calderón quiere privatizar CFE, de hecho, ya lo hizo, además quiere aniquilar al sindicato antes de dejar el poder. Igual que Zedillo, con la venta de los Ferrocarriles Nacionales de México, y del mismo modo que Fox se construyó su Centro de Estudios San Cristóbal... Calderón busca obtener su botín de guerra.
Ahora culpa al sindicato de CFE, o sea, igual que a los de Luz y Fuerza; a quienes les robó la fibra óptica. Ahora tienen la culpa los obreros, los sindicalizados, así el sindicato paga los platos rotos. Como lo de Mexicana de Aviación cuyo trasfondo es el propósito de apoderarse de las rutas de la aerolínea, que para variar, valen una millonada, o como a los campesinos del Istmo de Tehuantepec, a quienes les ha robado sus tierras para prácticamente regalárselas a las empresas españolas, con el pretexto de los parques eólicos. Indudablemente que Calderón va a aparecer en los próximos años como accionista de las compañías españolas, como se dice coloquialmente: ¡al tiempo!, Zedillo en la venta de los Ferrocarriles Nacionales de México, se hizo socio de la Pacific Railway.
¿Pero cómo empezó esto de la CFE? López Mateos, en 1960, trató de compensar su política anti popular con la nacionalización de la energía eléctrica. Este acto no estuvo bañado del dramatismo de la expropiación del petróleo, ya que en realidad se trató de una compra relativamente tranquila. Desde décadas atrás la Mexlight y la American Foreign Power querían subir tarifas con premeditación, alevosía y ventaja, y como por lo general ningún gobierno lo permitió, las compañías de luz se negaron a ampliar las redes de abastecimiento eléctrico. Esto motivó que el gobierno creara la Comisión Federal de Electricidad, que empezó a producir la energía que las empresas estadounidenses se negaban a generar, así es que éstas consideraron atractivos los 400 millones de dólares que ofreció el gobierno y cerraron el trato. Un año después la energía eléctrica en su totalidad se hallaba en manos del estado mexicano. Naturalmente el gobierno exprimió al máximo la nacionalización y la festinó ruidosamente en todos los medios y en grandes letreros luminosos en las avenidas de la Ciudad de México.
Pero, ahí viene el pero... Desde 1992 se reformó la ley para permitir la inversión privada en la generación y venta de electricidad. A partir del año 2000 las empresas extranjeras comenzaron a vender energía a la CFE. En el año 2006 se les compró a productores privados el 31 % de la electricidad que se consume en el país. Esta política afectó la operación del sistema eléctrico mexicano, pero sobre todo a la parte hidroeléctrica, específicamente al Grijalva, integrado por las presas: Angostura, Chicoasen, Malpaso y Peñitas. Para hablar claro: se tuvo que subutilizar las hidroeléctricas para "necesitar" comprarles energía eléctrica a los productores privados.
Hasta antes del año 2000 la generación de las hidroeléctricas fue en aumento. Pero a partir del gobierno de Fox y hasta 2007 las hidroeléctricas bajaron su producción en un 32 %, para beneficiar a los privados (este porcentaje, hoy en día, es mayor), en ese periodo la presa Peñitas bajó su bajó su generación en 66 % y, en cambio, las empresas extranjeras crecieron. En el programa de obras e inversiones del sector eléctrico 2007- 2016 se advierte que ésta política privatizadora incrementa los costos del servicio público de electricidad, y obliga a las hidroeléctricas a operar por debajo de los niveles de seguridad, poniendo en riesgo a la población, por las inundaciones. O sea: no se turbina lo suficiente, teniendo la capacidad, porque hay que comprarle energía eléctrica a los particulares. ¡Tenemos subutilizadas la hidroeléctricas! y las presas llenas, pero no se turbina lo suficiente porque existe la traición a la patria de comprarles energía eléctrica a las empresas particulares.
El Centro Nacional de Control de Energía de la CFE, es el organismo que decide que plantas de electricidad producen y cuales deben apagarse. Esta política privatizadora ha dado lugar a un manejo irresponsable en la operación de las presas hidroeléctricas del río Grijalva, incluida la presa Peñitas que fue la causa fundamental de la inundación en Tabasco en el 2007. Donde a lo largo de ese año, y hasta octubre, la presa estuvo funcionando a un 30 % de su capacidad. Y lo realmente grave sucedió cuando se combinaron lluvias torrenciales con el mal manejo de la presa. Teniendo que abrir las compuertas de súbito, para evitar el colapso de la cortina, pero inundando la ciudad de Villahermosa.
Este 13 de agosto en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Con el respaldo del gobernador Juan Sabines Guerrero, funcionarios estatales, diputados locales y alcaldes, así como líderes de organizaciones sociales y de cámaras, iniciaron una rebelión en contra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por las altas tarifas que cobra en el consumo de energía eléctrica.
Las prestaciones de las que goza el sindicato de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no le piden nada a las de la extinta Luz y Fuerza del Centro (L y F). Esto argumenta la CFE y esgrime información obtenida a través del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI). El Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), que pertenece a la CFE, obtiene anualmente 343.2 millones de pesos, entre cuotas sindicales y beneficios alcanzados contractualmente, de los cuales son 157 millones de pesos anuales, sólo por concepto de cuotas sindicales, pero se desconoce el destino final y los bancos en que se efectúan los depósitos, "toda vez que la Ley Federal del Trabajo le impide intervenir en asuntos sindicales.
En el 70 aniversario de la Comisión Federal de Electricidad la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, el SUTERM, desairó a Felipe Calderón, argumentando muy poca atención del gobierno federal al gremio. El viernes 10 de agosto el líder nacional del SUTERM anunció a los trabajadores su retiro y la posible desaparición de CFE por corrupción extrema.
Dejaremos el análisis de la corrupción del sindicato de CFE para próximas entregas. Pero para hablar claro y liso: no dilata en que "le carguen el muerto" al sindicato por las altas tarifas y toda la problemática de CFE. Hace unos meses Ricardo Salinas Pliego creó un parque eólico en Arriaga, Chiapas; esta empresa está lista para suministrar electricidad, pero claro, hay que hacer improductiva primeramente a CFE, y quién mejor que el sindicato para que "paguen los platos rotos". Además, la empresa con "clase mundial", le ha dado mucho vuelo en los últimos años al slogan de "energía limpia", para publicitar a los parques eólicos de los particulares, siendo que las hidroeléctricas, no contaminan en absoluto, y que es una traición a la patria, subutilizar esa capacidad de producción instalada; para que los particulares puedan amortizar su inversión y compartir ganancias con los políticos corruptos.
Calderón quiere privatizar CFE, de hecho, ya lo hizo, además quiere aniquilar al sindicato antes de dejar el poder. Igual que Zedillo, con la venta de los Ferrocarriles Nacionales de México, y del mismo modo que Fox se construyó su Centro de Estudios San Cristóbal... Calderón busca obtener su botín de guerra.
Fuente: ADN Sureste