sábado, 3 de diciembre de 2011

Renuncio para no dañar a Peña Nieto y por la “guerra mediática”, justificó Moreira

Recordó que en su gestión se ganaron cinco gubernaturas

Cristina Díaz encabeza de manera interina al PRI

Fue una decisión personal: Gamboa

Humberto Moreira Valdés renunció ayer a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para impedir, argumentó, que “la guerra mediática” en su contra dañe al tricolor y al precandidato Enrique Peña Nieto.

Moreira presentó su renuncia durante la 28 sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI. De inmediato se nombró dirigente interina a Cristina Díaz –quien se desempeñaba como secretaria general– mientras se elige al nuevo dirigente sustituto, que todo indica será el senador Pedro Joaquín Coldwell.

Antes de la sesión del consejo, Moreira se reunió en la sede del PRI con dirigentes estatales, a quienes adelantó la decisión, concertada en la madrugada con Peña Nieto, ante el avance del escándalo por la contratación irregular de deuda pública millonaria en Coahuila.

Después del mediodía, ya ante el Consejo Político Nacional, con el rostro desencajado Moreira anunció su renuncia: “La presento porque lo más importante que tenemos los priístas es nuestra institución y nuestro instituto político, porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido, que tantas oportunidades me ha dado”.

Agregó: “Lo hago también porque confío en un hombre que es la esperanza de México, que es Enrique Peña Nieto”.

El discurso lo pronunció ante la cúpula priísta reunida en el auditorio Plutarco Elías Calles y un grupo numeroso de porristas, traídos desde Saltillo, Coahuila, en varios autobuses, a la misma hora que se concretó la salida del profesor Moreira.

Por ello, cuando éste anunció que dejaba la presidencia del CEN priísta, a mitad de su discurso comenzaron a gritarle “no te vayas” y un grupo con tamboras seguía echándole porras, como si no estuviera dejando el cargo al que se había aferrado en recientes semanas.

El ahora ex dirigente del PRI reivindicó que se va pese a los triunfos electorales que le ha dado al tricolor. “Desde hace años no existía en el partido un comité que ganara todas y hoy ganamos todas las elecciones”.

Mencionó los casos del estado de México, Coahuila, Hidalgo, Nayarit y Michoacán, “donde todas las apuestas decían que íbamos a perder, donde viví momentos muy intensos, trabajando con un gran ser humano, que es Fausto Vallejo”.

No aludió de manera directa al escándalo por la deuda de más de 34 mil millones de pesos en el estado de Coahuila, sólo dijo que esa entidad tenía graves problemas de desempleo, marginación social y pobreza antes de que él la gobernara y logró “que fuera el primer lugar nacional con mayor disminución de pobreza”. Terminó su intervención con vivas al PRI y a Peña Nieto.

El ambiente era tenso. El secretario técnico del consejo, Enrique Jackson, puso a votación la renuncia de Moreira y se aceptó, pese a los lamentos de la nutrida porra coahuilense.

Desde las primeras filas se escuchó la voz de la diputada Beatriz Paredes para demandar un reconocimiento a Moreira “por su actitud viril, limpia, decidida y valiente”.

El dirigente del sector popular, Emilio Gamboa Patrón, se sumó a ello y todos aplaudieron. Al final, en entrevista, sostuvo que está seguro de que Moreira defenderá su causa. “Estoy convencido de que dará la cara” en torno a la deuda millonaria de Coahuila “y que no va a ir a la cárcel”.

Gamboa Patrón aseguró que Peña Nieto no le pidió la renuncia a Moreira, sino que fue una decisión personal de éste, “porque sentía que estaba haciendo daño” al ex gobernador del estado de México y hoy precandidato presidencial.

Otros priístas, como el dirigente de la Confederación Nacional Campesina, Gerardo Sánchez García, consideraron que “Moreira ya terminó su ciclo y hay que pensar en lo que sigue”.




Fuente: La Jornada