Plantas tratadoras de aguas se colapsaron y constructores enviaron excedentes a bosque, afirma
“Incidente menor”; no se afectaron acuíferos ni área natural protegida, dice el gobierno de Jalisco
Guadalajara, Jal., 5 de noviembre. Las irregularidades en la Villa Panamericana utilizada por al menos 6 mil atletas durante los pasados Juegos, sumaron el vertido de aguas residuales a cielo abierto, luego que las dos plantas tratadoras construidas fueron insuficientes.
El ayuntamiento de Zapopan –donde se asientan los edificios– reveló que el 23 de octubre, en plena competencia deportiva, las plantas de tratamiento se colapsaron y los constructores hicieron siete “lagunas” a cielo abierto para descargar las aguas residuales que fueron a parar al área natural protegida del bosque de La Primavera.
La indignación obligó a que la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente anunciara una investigación, mientras el gobierno estatal calificó el hecho de “incidente menor”, según el secretario de Gobierno, Fernando Guzmán, pues “no hay afectación en los acuíferos ni al área natural protegida del bosque”.
“El complejo sería clausurado”
El alcalde de Zapopan, el priísta Héctor Vielma, condicionó el uso de la villa para albergar a los atletas de los próximos Juegos Parapanamericanos, a que se resuelva la descarga de aguas o de lo contrario el complejo sería clausurado. Advirtió que además de las multas, el ayuntamiento presentaría denuncias penales por el daño ecológico.
De su lado, el Congreso local aprobó que su secretaría general realice denuncias federales contra quienes resulten responsables por el daño ecológico causado por las descargas a cielo abierto.
Los diputados incluyeron en el acuerdo aprobado con 21 votos delPRI, PRD y PVEM, un “severo extrañamiento” hacia el gobernador panista Emilio González Márquez, y el titular de la Secretaría de Medio Ambiente estatal, Héctor Gómez Hernández.
Según los legisladores, ambos funcionarios “desatendieron el llamado que en su momento oportuno realizó esta soberanía para que se diera debido cumplimiento a las disposiciones de la normatividad ambiental”.
El complejo se edificó pese a la oposición de ambientalistas que señalaban que el lugar es un área natural para recarga de agua de lluvia al subsuelo; además las construyó el grupo empresarial Corey, que pertenece a militantes panistas, quienes a final de cuentas no pudieron financiar un proyecto que pretende dejar los departamentos para venta inmobiliaria y esa concesión a particulares debió ser fondeada con recursos públicos destinados al apoyo de municipios.
Felipe de Jesús Hernández, presidente de la Comisión de Medio Ambiente en el Congreso, recordó que durante las glosas del cuarto y quinto informes de gobierno se señalaron a las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable las irregularidades en la construcción de la Villa Panamericana en la zona de El Bajío, en el citado municipio.
“La presión que en su momento tuvieron las autoridades de nuestra entidad por cumplir con los compromisos internacionales en tiempo y forma no deben servir de pretexto para justificar los incumplimientos y violaciones cometidos en contra de nuestros ecosistemas”, dijo. “Dios perdona, la naturaleza, no”, remató.
“Lagunas de mierda” fue la expresión usada por la diputada local perredista, Olga Araceli Gómez Flores, para dibujar el escenario alrededor de la Villa Panamericana.