Anenecuilco, Mor. Campesinos de esta comunidad donde nació Emiliano Zapata, acusaron al presidente Felipe Calderón, a los Poderes Legislativo y Judicial, así como a los gobiernos estatales y municipales, de traicionar los ideales de la Revolución Mexicana y también el Plan de Ayala, que promulgó el Caudillo del Sur hace cien años.
Los agricultores aseguraron que las autoridades no han atendido las causas que originaron la Revolución en 1910, y menos respetado los principios del Plan de Ayala, con el cual Emiliano Zapata desconoció a Francisco I. Madero por no atender las demandas más apremiantes de los campesinos.
Los labriegos consideraron que tal como hace cien años hizo Madero, Calderón y los demás representantes de los Poderes de la Unión tratan por medio de la fuerza militar y policiaca callar, atemorizar y ahogar en sangre a los pueblos que exijan justicia, libertad, ley, seguridad, comida, educación, salud, tierra, empleo y respeto a sus recursos naturales.
Entrevistados en el zócalo de su comunidad, porque no se les permitió la entrada al acto que Calderón encabezó en la casa donde nació Emiliano Zapata, afirmaron que un siglo después de la firma del Plan de Ayala siguen igual o peor, porque las autoridades aún se benefician de los recursos públicos y sólo ayudan a algunas personas de su entorno, mientras ellos siguen sin recursos económicos siquiera para cubrir sus necesidades más elementales.
Fuente: La Jornada