martes, 1 de noviembre de 2011

No permitiremos que la imbecilidad criminal nos arrebate la dignidad: Sicilia

El Movimiento por la Paz recuerda a sus muertos en el Ángel de la Independencia

En el Ángel de la Independencia, que ayer por la noche fue transformado en un camposanto, con cientos de cruces, veladoras encendidas y flores de cempasúchil y nube, los integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad recordaron a sus muertos.

Ahí, el poeta Javier Sicilia sostuvo: “los que estamos aquí somos las voces de los muertos, un sentimiento de dignidad y que tenemos la conciencia tranquila, pues a partir de este dolor hemos hecho lo que había que hacer”.

Sicilia, en entrevista, antes de depositar una ofrenda en el Ángel de la Independencia, manifestó que “olvidar a los muertos, como pretende el Estado, significaría olvidar la memoria y es perdernos como país. Sin memoria ya vemos lo que es un alzheimer social; es la pérdida de identidad, de nuestra dignidad, de la historia, del ser, de la patria; eso sería el olvido. Por eso existimos: para visibilizar a nuestros muertos y exigir justicia y paz”.

Durante un recorrido que realizó por las centenares de cruces y veladoras encendidas, el escritor Javier Sicilia sostuvo: “estos muertos que hoy recordamos son los muertos del dolor, son los muertos de la guerra, son los muertos de la imbecilidad criminal, los muertos de una guerra, de una estrategia absurda, de una impunidad atroz y terrible, y los muertos de la fractura del Estado. No nos gusta, pero tenemos que hacerlo para ir reconstruyendo la justicia que les debemos y la paz que le debemos a este país”.

Cuando llegó a las escalinatas del Ángel de la Independencia depositó una cruz y unas flores. “Estamos en el Ángel conmemorando a los 50 mil muertos de esta guerra, visibilizándolos y presentándolos como testigos de la guerra, del dolor de la inseguridad, y hacemos un llamado, como movimiento, a que haya paz y justicia, y que para visibilizar a nuestros muertos tenemos que hacer un memorial con los nombres de todos ellos”.

Sicilia anunció que este martes al mediodía, en el Ángel, pronunciará su discurso político sobre los muertos y la inseguridad. “He invitado a la cantante Chavela Vargas, quien me dijo que está dispuesta a venir, porque ella entiende el dolor de nuestro movimiento”.
Refirió que en su reciente viaje a Estados Unidos presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por la guerra, la violencia, la inseguridad y la impunidad. Pero también “nos reunimos con senadores y diputados de ese país, a los que les hicimos ver que ellos también son responsables de esta guerra criminal por el tráfico de armas y por su consumo de drogas. El tráfico de armas es un delito, y ellos las dejaron pasar. No obtuvimos respuesta, pero esperamos que sean receptivos, que se sensibilicen a nuestro reclamo, para que haya justicia y paz en México”.

También, abundó, “les dijimos que ellos son responsables de esta guerra, porque han diseñado el Plan Mérida. Fuimos a decirles que son corresponsables de este horror. Ojalá y cambien su estrategia, de tratar a la droga como un problema de seguridad nacional, cuando es un problema de salud pública. Fuimos a reclamar lo que le compete a su gobierno”.

Sicilia sostuvo que este acto, precisamente en el Día de Muertos, “es un reclamo al gobierno federal y a los criminales, porque mientras no existan justicia y paz, mientras no haya memoria y visibilización de nuestro muertos, seguiremos con este reclamo. A los criminales les decimos que estamos hasta la madre de ellos, no vamos a permitir que humillen nuestra dignidad. Aquí estamos, bajo el Ángel de la Independencia, diciéndoles que esto es nuestro y que no vamos a permitir que su imbecilidad y las omisiones del gobierno nos arrebaten esta independencia y dignidad”.

Desde las seis de la tarde se congregaron poco más de 500 personas. Con tablas pintadas de blanco, de inmediato armaron decenas de cruces. Armados con clavos, serrucho y madera, rápido transformaron el Ángel de la Independencia en un camposanto. El viento que corría y soplaba impidió momentáneamente que las veladoras permanecieran encendidas.

Después de un rato, cuando cesó el viento, las escalinatas y los alrededores del Ángel quedaron iluminados por cientos de veladoras, adornados por centenares de cruces y ramos de flores de cempasúchil.




Fuente: La Jornada