Fui yo quien pidió ser extraditado, sostiene
Napoleón Gómez Urrutia, dirigente nacional del sindicato minero, califica de “mentiroso e improvisado” al representante del gobierno calderonista en Canadá, Francisco Barrio, pues “sus más recientes declaraciones en torno a mi persona, amén de falsas, revelan una supina falta de conocimiento del estado que guarda el proceso judicial que ilegalmente fue abierto en mi contra desde tiempos de Vicente Fox, y que su sucesor mantiene abierto.
“De entrada, fui yo quien exigió al gobierno mexicano que solicitara mi extradición a la autoridad canadiense, y que sustentara su petición; funcionarios de las dos administraciones panistas se la pasaron declarando que irían tras de mí, pero nunca solicitaron la extradición porque sabían que el juicio respectivo se llevaría a cabo en tribunales canadienses, bajo el estándar de la justicia de este país, y no en México, con jueces manipulables y corruptos.
“Fui yo quien le exigió al gobierno mexicano que procediera en ese sentido, y cuando finalmente presentó la solicitud respectiva, el gobierno canadiense la rechazó por inconsistente y estar llena de falsedades. Parece que todo esto se le olvidó a Barrio a la hora de declarar; debería darle vergüenza, porque sólo mancha a nuestro país.”
Entrevistado telefónicamente por La Jornada, el dirigente minero subraya que el ex gobernador de Chihuahua también miente en cuanto a su condición migratoria: “Nunca he estado asilado en Canadá, nunca; desde el primer día ingresé con un permiso de trabajo otorgado por el gobierno canadiense, y éste, tiempo después, me otorgó la residencia permanente, aprobada, obvia y legalmente, por las autoridades canadienses, y me la concedieron porque concluyeron, después de analizar con todo detalle toda la información enviada por el gobierno mexicano, que no cometí ningún falta ni allá ni aquí.
“Nunca solicité asilo político, de tal forma que lo dicho por el supuesto embajador es totalmente improvisado o resultado de un manejo perverso de la información. Aquello de que, según Barrio, vivo ‘asilado bajo el sistema de refugio”, es, aparte de ridículo, totalmente falso.”
De acuerdo con Barrio, “es complicada la posibilidad de que a corto plazo el gobierno de Canadá conceda a México la extradición Gómez Urrutia, ya que el tema se le ha convertido en asunto de política interna”. Al respecto, el líder minero apunta: “Desde luego que no se trata de un problema de política interna, como arguye Barrio, sino de la correcta aplicación de la justicia, la canadiense, que no se deja manipular ni acepta presiones, sobre todo de autoridades improvisadas y corruptas como las mexicanas. Es un asunto de impartición de justicia, algo que en México no se conoce.
“Cierto es que contamos con el apoyo y la solidaridad de los sindicatos, porque ellos saben que la que se ha desatado en mi contra es una persecución política del gobierno de Felipe Calderón, sólo para complacer los intereses de empresarios corruptos como Germán Larrea y Alberto Bailleres.”
Gómez Urrutia contonúa: “Qué casualidad” que las declaraciones de Barrio se den a escasos días de que el propio líder minero fuera galardonado con el premio de Derechos Humanos George Meany-Lane Kirkland, que anualmente otorga la central obrera AFL-CIO.
Fuente: La Jornada