Es cierto que frente a la prepotencia golpista de Televisa (y ahora con sus cardúmenes encabezados por Tv-Azteca y las compañías telefónicas que lidera el ex Chicago-boy y ex secretario de Hacienda Gil Díaz), era ya hora de que algún peso completo le saliera al paso, cuando menos para una exhibición de poder a poder, por lo cual Telmex-Telcel de los Slim se ha llevado las porras de los espectadores con su “guerrita” de anuncios en la prensa escrita contra la campaña de Televisa y cómplices en sus televisoras y radios.
Es un pleito entre monopolios.
Slim con la exclusividad para las interconexiones de su red telefónica. Azcárraga y socios, con el control televisivo. Empero, a los que Televisa les ha abierto programas, y sus empleados, ya tomaron partido yéndose a la yugular de Slim, como algunos de los que cobran con Carlos Salinas de Gortari como asesores y escribientes (que le redactan sus libros, como ese mamotreto ilógico desde el título, donde Salinas sale con su babosada de “ni Estado ni mercado”, lo que demuestra que ya enloqueció más.
No obstante que entre los que fueron y los que siguen siendo salinistas, mantienen pintada su raya, en cuanto estalló la “guerra” de las telefónicas y televisoras, ambos tomaron partido por Televisa y han estado dizque golpeando al multimillonario Slim quien es, muy posiblemente, hasta socio por debajo de la mesa del propio Salinas de Gortari (éste le entregó en remate a Telmex, cuando las ventas de garaje de las privatizaciones salinistas).
Quiere eso decir que los “carranclanes” del salinismo y los que fueron salinistas, tienen dividido su corazón y, contra la divisa de que “el que a dos amos sirve, con uno queda mal”, cuando se trata de intereses directos de CSG o de Slim, entonces se alinean con Salinas de Gortari, como ha sucedido en el choque Televisa-Telmex.
Dos connotados “carranclanes”, escribiendo uno su columna y el otro su rollo semanal, en dos periódicos; uno ex salinista y el otro convicto y confeso salinista, han enderezado sus baterías contra Slim.
Uno de ellos, hasta con títulos casi de nobleza, ha publicado una nota en una revista, donde se le va encima a Slim, mientras corre al búnker de CSG y se reúnen para intercambiar chismes. Y se han puesto a desentrañar que Martínez Cázares, en su nota: Salinas, maquiavélico (El Universal: 21/III/11), diga que CSG fue apoyado por el PAN y le enmienda la página de su “ladrillo-libro”.
El caso es que los que fueron salinistas y los que aún son, se han unido en mancuernas para atacar a Slim y defender a Televisa (y esto porque los dos personajes tienen sus respectivos programas en Televisa donde pontifican sobre la libertad de prensa, tan exquisitamente que solamente ellos dicen lo que es y no es la información y la crítica.
Como sea, el historiador de “tijeras-y-engrudo” y el “periodista” que dicta cátedra, defienden al unísono al millonario de Televisa y cada uno por su parte ataca al multimillonario Slim.
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