miércoles, 27 de abril de 2011

Sobre Santa Anna y el derecho de tránsito/“Manos llenas de sangre”

Sobre Santa Anna y el derecho de tránsito

El lunes 25 apareció una Rayuela que relaciona la privatización de las calles del DF con la época de Santa Anna (El fantasma de Santa Anna se pasea por la ciudad de México. Así como su Alteza Serenísima cobró impuestos por las ventanas y vendió la Mesilla, ahora se venden las calles a particulares.”). Habrá que añadir a esas privatizaciones ilegales las más preocupantes de las vías de cuota que ya plantea el GDF. Si se cobra en los segundos pisos y si se hiciera la supervía Poniente con el consiguiente riesgo ambiental y financiero para el DF, sin que se resuelva problema de movilidad alguno, sería la primera vez en la historia de esta ciudad que se cobrará por transitar en sus calles.

No olvidemos que el derecho de vía nos pertenece a quienes habitamos aquí. Poner en manos de la iniciativa privada los principales accesos de las carreteras que confluyen en el DF tendría serias consecuencias. Reflexionemos y detengamos estas acciones que no corresponden a un gobierno que debería velar por los intereses de la gente.

Cristina Barros

“Manos llenas de sangre”

El que presumía ser el candidato de las manos limpias hoy las tiene sucias y llenas de sangre por la muerte violenta de decenas de miles de personas, de las cuales varias centenas son niños, mujeres y hombres inocentes, por “daños colaterales”, dice, de su guerra insensata, inmoral e ilegal.

El comandante en jefe de las fuerzas armadas decidió, con el consentimiento del gobierno estadunidense y en clara capitulación ante intereses extranjeros, promover la guerra directamente con las fuerzas armadas, contraviniendo los ordenamientos de la Carta Magna.

El saldo de esta guerra a las bandas criminales es el incremento de la violencia y la pérdida del control en amplias zonas del territorio, no sólo geográfico, sino también económico, financiero, político y social. En síntesis, el gobierno panista va perdiendo la guerra, a pesar de estar incendiando y sembrando violencia por todo el país. Y es que también más de alguna banda goza de protección y es apoyada desde el propio Estado mexicano.

Ahora se pretende, con la Ley sobre Seguridad Nacional, legalizar el uso de las fuerzas armadas para cualquier conflicto social o político y proporcionarles impunidad y discrecionalidad. Representa un intento de golpe al Estado de derecho, en clara violación a la Constitución. Y de todo esto el principal responsable es Calderón. Al crimen se le combate desde dentro del Estado y en sus ganancias y patrimonio. El Ejército debe regresar a los cuarteles. Nunca es demasiado tarde para exigir la inmediata renuncia del Presidente que ha faltado a su promesa de respetar y hacper respetar la Constitución y que cubre de sangre, dolor y muerte a la nación.

Mario Saucedo Pérez, coordinador del Movimiento Cívico-PRD



http://www.jornada.unam.mx/2011/04/27/index.php?section=correo