Una docena de proyectos en Reforma, en espera de conexión
Cientos de millones de dólares de inversión para la construcción de entre 800 mil y 1.4 millones de metros cuadrados de nuevas oficinas de lujo que se edificarán entre 2011 y 2015 en la capital de la República Mexicana estarían en riesgo.
La ironía es que todos estos edificios se comercializarán con una garantía de uso eficiente de energía que permitiría a sus probables inquilinos ahorrar en el pago de este insumo, pero por la falta de infraestructura para suministrar el fluido no podrían contar siquiera con él.
De acuerdo al último informe de autoevaluación presentado por el último director de LyFC, Jorge Gutiérrez Vera, en junio de 2009, reportó que con la infraestructura disponible, el organismo se encontraba limitado en su capacidad operativa y con un creciente deterioro del servicio. El problema en la zona centro es de distribución.
Se consultó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien desde que se extinguió a LyFC tomó el control de las operaciones de la zona centro de México, incluida su capital.
No hubo respuesta a la solicitud de información para conocer si existe algún plan de inversiones para satisfacer la demanda futura de energía.
Como sea, aun y con la eficiencia y certificados de sustentabilidad que ostenten en sus estrategias de marketing, inmuebles como Torre Reforma y la nueva Torre de Bancomer, entre muchas otras, significarán una creciente demanda de energía eléctrica, en particular las zonas de Reforma y Polanco.
“25% de la inversión de un edificio durante su vida útil se da durante su construcción; el restante 75% se deberá a la operación y mantenimiento a lo largo de los años. Muchas empresas ya entienden que vale la pena invertir en equipos que ayuden a tener costos de operación bajos”, explicó Jorge Hagg, gerente de desarrollo de negocios de Schneider Electric México, una proveedora de equipos de automatización de edificios de lujo.
Y es que en el caso de México hay un choque de tendencias, más bien, de olvidos y tendencias. El olvido corresponde a las autoridades de la ciudad de México de la mano con CFE, quienes no cuentan con un plan de desarrollo de infraestructura eléctrica para siquiera la demanda de los próximos tres años.
La tendencia la marcan empresas de Estados Unidos, Canadá, Europa (sobre todo alemanas) y de Asia, quienes como parte de sus esfuerzos por satisfacer a accionistas e inversionistas en sus mercados locales tienen que cumplir con importante programas de sustentabilidad.
Así, en cualquier país donde tengan presencia, tanto con plantas de producción y/o cuarteles generales, se tiene la obligación de cumplir con el uso de edificios eficientes el empleo de energía eléctrica.
Hay una potencial oferta de inmuebles de este tipo en la parte de oficinas, pero esta sostenida con palillos debido a la ausencia de un buen plan energético nacional y en particular para el centro de México.
“Como sea, la conexión es técnicamente viable, pero políticamente no lo sé. Sería ridículo pensar que este asunto de conexión eléctrica con CFE debiera ser un tema de preocupación para los inversionistas”, observó José Picciotto, desarrollador inmobiliario con más de 20 años de experiencia en temas de eficiencia energética.
Una prueba fehaciente de la saturación de la infraestructura actual son las no menos de media docena de explosiones registradas en el perímetro del Centro Histórico de la capital.
El presidente del Instituto Comercial e Industrial (ICEI), Héctor Klerian, durante el Real Estate Show 2011, aseguró que la zona centro de la capital mexicana será la que concentre la mayor parte de las inversiones para la edificación de todos estos metros cuadrados de espacios corporativos de lujo.
La ausencia de un plan sustentable de construcción de infraestructura para la capital del país será así una de las principales barreras para la inversión de nuevos inmuebles.
“El origen de este problema, lo mismo que el de confiabilidad y estabilidad del sistema eléctrico en la zona, se asocia a un rezago en la inversión en infraestructura eléctrica en el área”, confirma el último informe entregado por LyFC.
La prospectiva de consumo de energía eléctrica para el sector servicios entre 2010 y 2025 será de 4.1% anual, de acuerdo a un documento de la Secretaría de Energía (Sener), entre los que se incluyen el fluido eléctrico que demandarán estas nuevas edificaciones.
La estimación es de sobra optimista, pues la dependencia considera “todas las acciones en materia de ahorro de energía”.
Cientos de millones de dólares de inversión para la construcción de entre 800 mil y 1.4 millones de metros cuadrados de nuevas oficinas de lujo que se edificarán entre 2011 y 2015 en la capital de la República Mexicana estarían en riesgo.
La ironía es que todos estos edificios se comercializarán con una garantía de uso eficiente de energía que permitiría a sus probables inquilinos ahorrar en el pago de este insumo, pero por la falta de infraestructura para suministrar el fluido no podrían contar siquiera con él.
De acuerdo al último informe de autoevaluación presentado por el último director de LyFC, Jorge Gutiérrez Vera, en junio de 2009, reportó que con la infraestructura disponible, el organismo se encontraba limitado en su capacidad operativa y con un creciente deterioro del servicio. El problema en la zona centro es de distribución.
Se consultó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien desde que se extinguió a LyFC tomó el control de las operaciones de la zona centro de México, incluida su capital.
No hubo respuesta a la solicitud de información para conocer si existe algún plan de inversiones para satisfacer la demanda futura de energía.
Como sea, aun y con la eficiencia y certificados de sustentabilidad que ostenten en sus estrategias de marketing, inmuebles como Torre Reforma y la nueva Torre de Bancomer, entre muchas otras, significarán una creciente demanda de energía eléctrica, en particular las zonas de Reforma y Polanco.
“25% de la inversión de un edificio durante su vida útil se da durante su construcción; el restante 75% se deberá a la operación y mantenimiento a lo largo de los años. Muchas empresas ya entienden que vale la pena invertir en equipos que ayuden a tener costos de operación bajos”, explicó Jorge Hagg, gerente de desarrollo de negocios de Schneider Electric México, una proveedora de equipos de automatización de edificios de lujo.
Y es que en el caso de México hay un choque de tendencias, más bien, de olvidos y tendencias. El olvido corresponde a las autoridades de la ciudad de México de la mano con CFE, quienes no cuentan con un plan de desarrollo de infraestructura eléctrica para siquiera la demanda de los próximos tres años.
La tendencia la marcan empresas de Estados Unidos, Canadá, Europa (sobre todo alemanas) y de Asia, quienes como parte de sus esfuerzos por satisfacer a accionistas e inversionistas en sus mercados locales tienen que cumplir con importante programas de sustentabilidad.
Así, en cualquier país donde tengan presencia, tanto con plantas de producción y/o cuarteles generales, se tiene la obligación de cumplir con el uso de edificios eficientes el empleo de energía eléctrica.
Hay una potencial oferta de inmuebles de este tipo en la parte de oficinas, pero esta sostenida con palillos debido a la ausencia de un buen plan energético nacional y en particular para el centro de México.
“Como sea, la conexión es técnicamente viable, pero políticamente no lo sé. Sería ridículo pensar que este asunto de conexión eléctrica con CFE debiera ser un tema de preocupación para los inversionistas”, observó José Picciotto, desarrollador inmobiliario con más de 20 años de experiencia en temas de eficiencia energética.
Una prueba fehaciente de la saturación de la infraestructura actual son las no menos de media docena de explosiones registradas en el perímetro del Centro Histórico de la capital.
El presidente del Instituto Comercial e Industrial (ICEI), Héctor Klerian, durante el Real Estate Show 2011, aseguró que la zona centro de la capital mexicana será la que concentre la mayor parte de las inversiones para la edificación de todos estos metros cuadrados de espacios corporativos de lujo.
La ausencia de un plan sustentable de construcción de infraestructura para la capital del país será así una de las principales barreras para la inversión de nuevos inmuebles.
“El origen de este problema, lo mismo que el de confiabilidad y estabilidad del sistema eléctrico en la zona, se asocia a un rezago en la inversión en infraestructura eléctrica en el área”, confirma el último informe entregado por LyFC.
La prospectiva de consumo de energía eléctrica para el sector servicios entre 2010 y 2025 será de 4.1% anual, de acuerdo a un documento de la Secretaría de Energía (Sener), entre los que se incluyen el fluido eléctrico que demandarán estas nuevas edificaciones.
La estimación es de sobra optimista, pues la dependencia considera “todas las acciones en materia de ahorro de energía”.
http://www.eluniversal.com.mx/finanzas/85988.html