El precio del dólar en una sucursal bancaria de la CDMX. Foto: Xinhua / Carlos Ramírez
Los inversionistas en México, alerta el medio británico, se encuentran entre los que ovacionan “el sólido desempeño de Hillary Clinton en el debate presidencial estadunidense el 26 de septiembre. El peso de ese país ha perdido 12% de su valor frente al dólar este año”. Y recuerda que tras ello la moneda mexicana subió en 2%.
También reconoció que “el vínculo entre el peso y las posibilidades de Trump de llegar a la presidencia parece bastante claro. El republicano ha hablado en voz alta de retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el aumento de tarifas en las importaciones de México y gravar las remesas. ¿Qué tan realista algo de esto es, y qué efecto tendría sobre la economía mexicana? No está claro. Pero su política comercial agresiva da a los inversores mucho de qué preocuparse”.
Luego señala que sólo en el mes que termina la caída del peso mexicano ha sido muy significativa. Así, el dólar derrumbó la barrera de los 20 pesos influenciado por las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Y apenas el jueves 29 la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió elevar 50 puntos base su tasa de referencia, a 4.75, desde un previo de 4.25. Es el tercer incremento en lo que va del año.
Sin embargo, esa decisión no impulsó la moneda mexicana. El dólar quedó en 19.90 pesos en ventanillas de Bancomer, 6 centavos más que un día anterior.
The Economist también refiere que el “descenso del peso molesta al gobierno mexicano porque llama una atención no deseada al país”. Y cita a Luis Arcentales, analista de Morgan Stanley: “Los inversionistas se preguntan si hay algo malo en México que no están viendo”.
El semanario también destacó que los 19.60 pesos en los que ha promediado el dólar en los últimas semanas “podrían dar una sacudida hasta los 22. Sin embargo, a pesar de que los mexicanos necesitan una pequeña excusa para criticar severamente a Donald Trump, no pueden depositar todos sus males en él”.
Y acotó que “más de 18% de los ingresos del gobierno provienen del petróleo. Esa proporción se está reduciendo, pero los bajos precios del petróleo y la disminución de la producción golpean aún han el presupuesto del gobierno. Una contracción de la producción industrial estadunidense y la debilidad de las economías de América Latina también están reduciendo la demanda externa”.
Incluso, en los últimos meses de este año Pemex ha disminuido su producción de crudo. En agosto se registraron 2 millones 144 barriles diarios mientras que el junio la producción fue de 2 millones 225 mil. La producción de petrolíferos, incluida la gasolina, también ha mostrado una importante disminución.
No obstante, se espera un mejor comportamiento de los precios del crudo, luego de que los países miembros de la OPEP acordaron congelar la producción de crudo con el objetivo de reducirla a 32.5 millones de barriles diarios a lo largo de 2017. Esta cantidad supone rebajar en casi un millón de barriles la producción actual de petróleo de los países de la OPEP, que es de 33.4 millones barriles diarios.
Es por ello que The Economist sostiene que una eventual “derrota de Trump sólo va a resolver uno de los problemas del peso”.
Fuente: Proceso| La Redacción