Carlos Martínez, estudiante de Ayotzinapa.
Foto: Patricia Mayorga
Las campañas del gobierno contra las normales rurales pueden detonar un hecho parecido en cualquier parte del país, advirtió.
El estudiante de 19 años cursa el tercer año en la normal rural “Raúl Isidro Burgos”, donde han vivido más de un mes de coraje, dolor y horror desde que mataron a tres compañeros, hirieron a 25 y desaparecieron a 43.
Carlos ha participado en marchas y protestas en Chihuahua, en Delicias y hoy estará en Ciudad Juárez para regresar de nuevo a la normal de Saucillo, donde lo acogieron sus compañeras de la normal “Ricardo Flores Magón”.
El estudiante originario de Ometepec, Guerrero, advirtió que las normalistas de Saucillo viven un momento de desprestigio, al sufrir una campaña mediática en la que han sido acusadas incluso de operar un prostíbulo y ser guerrilleras.
Con preocupación, Carlos advirtió que esos mismos ataques sufrieron los estudiantes de Ayotzinapa y considera que es una campaña del gobierno federal para cerrar las normales rurales.
Una de las evidencias de esta campaña fue que en Ayotzinapa fueron eliminadas las becas alimenticias.
“Todo esto lo generó el rencor que sembraron porque reclamamos por las injusticias. Hace dos años protestamos por el asesinato del defensor Arturo Hernández Cardona, se le acusaba al presidente municipal de Iguala (José Luis Abarca) y tal vez eso le molestó, nos han tachado de vagos, de revoltosos, de todo”, recuerda.
Con voz pausada pero firme, el joven dice que espera que su escuela resurja con el apoyo que ha recibido.
Sueldo de 100 pesos diarios.
“Nada más tengo a mi mamá. Tengo dos hermanos más chicos, un hombre y una mujer… Mi mamá trabaja ayudándole a una señora a hacer comida, saca cien pesos diarios. En Guerrero no hay muchas opciones para estudiar, para superarse. El contexto es complicado, no hay mucho trabajo y se dificulta conseguir el alimento”, relata.
Carlos conocía el perfil de la normal rural de Ayotzinapa y se inscribió entusiasmado, con la convicción de ser maestro y luchar contra la injusticia.
“Además, en cualquier universidad pública de Guerrero, de entrada tendrías que pagar como 7 mil pesos, tienes que pagar renta y otros gastos, por mes se te van unos 5 mil pesos”, detalla.
En la normal la formación es integral: “Ahí se aprende de todo. Es un modelo de producción, aprendemos a cosechar, a criar animales como vacas, marranos, gallinas, etcétera. Ahí sembramos”.
Sabía que era una escuela combativa porque buscan la igualdad para tanta familia indígena que no tiene acceso ni a servicios básicos.
“Los egresados van a dar clases a la montaña alta, a la sierra Miguel Tololoapan que es la zona más pobre, a las zonas más rezagadas, donde no todos quieren ir”.
Aunque Carlos no es indígena, vive en una zona indígena, donde se habla amuzgo. Aprendió a amar su historia y respetar la lengua, a su gente.
“Ahora con esto prácticamente estamos matando nuestra historia. Veo a mi escuela con esa rabia que caracteriza al estado. En Guerrero hay mucha incomprensión. La escuela te abre la visión en muchos sentidos, porque la política igual que hace años, desde el poder trabaja para desprestigiar”.
El año entrante habrá comicios y el estudiante indica que con la situación que vive la normal y a costa del dolor de la comunidad y de los padres de familia, todos los partidos tratan de “sacar raja política”.
Indica que con la entrada del gobernador interino, Rogelio Ortega Martínez, la situación es más crítica porque ha aumentado la presión, es mayor el resguardo de policías y militares, situación que teme pueda desembocar en otra represión u otra matanza más grande.
En su participación en una de las protestas organizadas por universitarios chihuahuenses de instituciones públicas y privadas en la capital, Carlos Martínez explicó que, junto con otros compañeros, viaja por el país para dar a conocer la situación de la normal y para pedir el apoyo a la exigencia de la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
Explicó que la mayoría de sus compañeros, el menor de 17 y el mayor de alrededor de 28 años, son indígenas y todos son campesinos. “Hablan náhuatl, amuzgo, tlapaneco, zapoteco, es nuestra cultura mexicana”.
“¿Qué clase de personas asesinan a su historia y renuncian a su propia historia? Hay indignación de sectores, de la prensa nacional e internacional, de los países, hay mucha solidaridad, pero no es un caso aislado, no es un caso de Guerrero aparte, porque forma parte del país”, reflexionó ante decenas de personas reunidas en la calle Libertad.
Y continuó: “No se llevaron a animales, son personas y tienen historia. Hay dos hermanos de carne que sus papás se pasan todo el día orando. Julio César Mondragón (a quien apodaban ‘El Chilango’ y que fue desollado), era papá de una niña de dos años”.
Manifestó el apoyo de Ayotzinapa a Chihuahua como a otras entidades del país, donde viven situaciones de dolor y refirió que los maestros, padres de familia y estudiantes de la normal permanecen en el plantel: “Es una situación trágica, los maestros están con tristeza, no sabemos cuál será el futuro de la escuela”.
Relató los hechos del 26 de septiembre pasado, cuando las fuerzas policiales y parte de la ciudadanía mostró el odio con el que ven a los normalistas, pues dijo que quienes se salvaron fue por pura suerte, ya que no cabían ya en las patrullas o se resguardaron en alguna azotea. “Cuando hicimos el recuento al día siguiente, nos dimos cuenta que nos faltaban 43 y exigimos que aparezcan con vida”.
En entrevista, contó que los padres de los estudiantes desaparecidos han perdido no sólo a sus hijos, sino trabajos.
Indicó que son pocos los compañeros que se han ido de la escuela, pero se fueron con la esperanza de regresar en cuanto pase la difícil situación. “Se fueron como cinco de primero, como dos de primero, en total menos de 30”.
Hoy, las normalistas y Carlos estarán en Ciudad Juárez, donde llevarán un mensaje solidario a las familias de las mujeres que han desaparecido en esa frontera, con el fin de compartir y aminorar tanto dolor.
Marchan de Iguala al DF para reclamar aparición de los normalistas
Iguala, Gro. Esta mañana partieron desde Iguala rumbo a la ciudad de México, dirigentes de al menos 43 organizaciones sociales representativas de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre.
La marcha-caravana, partió desde la Plaza de las Tres Garantías en Iguala, en una caminata con rumbo al zócalo de la Ciudad de México, informó, expresó José Alcaráz, presidente del Consejo Estatal de Organizaciones Sociales.
Los organizadores de esta marcha-caravana, mencionaron que esperan realizar el recorrido hasta la ciudad de México, durante los próximos siete días.
Esta noche los manifestantes pernoctarán en la cabecera municipal de Buenavista de Cuellar, el último municipio de Guerrero, antes de ingresar al estado de Morelos.
En los días subsecuentes arribarán a Amacuzac, Alpuyeca, Cuernavaca, Tres Marías y proyecta llevar a cabo una multitudinaria concentración en el zócalo de la Ciudad de México.
Dijeron que esta protesta tiene como objetivo reclamar la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa “se trata de protestar por el asesinato y desaparición forzada contra estudiantes de ese plantel ocurrida en en Iguala, así como para exigir un alto a la violencia en todo el país”.
Los manifestantes caminarán unos 195 kilómetros en los próximos 7 días “si en el camino se cruza y nos acompaña más gente, perfecto, si no nosotros lo haremos con la misma entrega, con la misma pasión”.
José Alcaraz, explicó:“Somos 43 (organizaciones que participan), uno por cada joven. Ni un desaparecido más, ni un desaparecido más; le gritamos al gobierno y nos gritamos a nosotros porque también nosotros somos responsables porque, ¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Cómo hemos permitido ésta situación?”, cuestionó.
Finalmente, Carlos Eduardo Pérez Ventura, coordinador logístico de la marcha, reconoció que Iguala fue la gota que derramo el vaso de agua “en todo el país estamos cansados de las extorsiones, de los asesinatos, de los secuestros, de los robos. Estamos indignados de lo que está pasando en nuestro México pero nosotros los ciudadanos somos los que vamos a tener la capacidad de lograr la transformación”.
En ese sentido, hizo un llamado para que el domingo 9 de noviembre a la una de la tarde, todas las organizaciones civiles del país, se congreguen en los zócalos de las ciudades del país para exigir paz y tranquilidad. “Lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos”.
Cabe mencionar que la marcha inició con unas 60 personas, en la Plaza de las Tres Garantías, alrededor de las 11:30 de la mañana y se espera que por la noche lleguen a la cabecera municipal de Buena Vista de Cuéllar, para pasar la noche y, mañana continuar el recorrido.
La marcha-caravana, está resguardada por policías del Estado de Guerrero para su resguardo y una ambulancia de Protección Civil.
Un contingente de 43 personas, integrantes del Consejo de Organizaciones Ciudad de México “CEO-DCMX”, partió en caravana hacia la capital del país, como parte del reclamo social por la desaparición de los normalistas de Ayotzianpa.
Mientras, en Guerrero se reactivaron las movilizaciones de la Asamblea Popular para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos el pasado 26 de septiembre. Desde temprana hora contingentes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México bloquearon los accesos a la tienda departamental Liverpool, desalojaron al personal que labora en el lugar e impiden el ingreso de los usuarios.
En otro punto de la ciudad, el Frente Único de Normales Públicas del Estado de Guerrero (Funpeg) cerró la entrada y salida de la tienda Aurrera.
Al mismo tiempo, maestros de la Coordinador Estatal de Trabajadores del Estado de Guerrero impiden el paso a la tienda departamental Comercial Mexicana.
Los bloqueos son en diversos puntos de la ciudad e informan que serán indefinidos. Se prevé que sea alrededor de las 15:00 horas cuando sean retirados.
Sale marcha de Iguala al DF por normalistas
Iguala. En apoyo a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, representantes de 43 organizaciones civiles, vestidos de blanco comenzaron una marcha, que partió de Iguala hacia la Ciudad de México.
La caminata denominada, “43x43, ni un desaparecido más”, es encabezada por el Consejo Estatal de Organizaciones de la Ciudad de México, la cual es considerada como parte del reclamo social por la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Pepe Alcaraz García, dirigente del CEO-CDMX, consideró que la caminata es parte de la exigencia porque los estudiantes parezcan vivos.
Carlos Eduardo Pérez Ventura, líder del CEO nacional afirmó que la caminata “es el inicio de una acción que corresponde al pueblo entero. La ciudadanía deberá de tomar en sus manos la construcción de un México en Paz”.
“Los asaltos a mano armada, en casas habitación, a vehículos, secuestros, extorsiones, en una palabra la inseguridad, pasó de ser algo atípico a ser algo típico y común contra la ciudadanía, por lo cual decimos ya basta y como sociedad civil es necesario que ya dejemos la pasividad, la indiferencia y la comodidad de nuestros hogares para ser causa en lugar de efecto”.
La ruta de la caminata “#43x43. Ni un desaparecido más” es la siguiente:
Lunes 3 de noviembre de Iguala a Buenavista de Cuéllar con 28 kilómetros de recorrido.
Martes 4 de noviembre de Buenavista de Cuéllar a Amacuzac, con 25 kilómetros.
Miércoles 5 de noviembre de Amacuzac a Alpuyeca con 26 kilómetros.
Jueves 6 de noviembre de Alpuyeca a Cuernavaca Norte con 27 kilómetros.
Viernes 7 de noviembre de Cuernavaca Norte a Tres Marías con 30 kilómetros.
Sábado 8 de noviembre de Tres Marías a Centro de Tlalpan con 40 kilómetros
Domingo 9 de noviembre de Centro de Tlalpan al Zócalo del DF con 18 kilómetros.
Fuente: Proceso| PATRICIA MAYORGA| La Jornada| Por Sergio Ocampo Arista| Milenio| ROGELIO AGUSTÍN ESTEBAN