Felicito al @gobrep por el abatimiento de Nazario Moreno. Les comparto el comunicado del Dr. @AlejandroPoire: https://t.co/lcCeum0D9y
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) marzo 10, 2014
“Felicito al @gobrep por el abatimiento de Nazario Moreno. Les comparto el comunicado del Dr. @AlejandroPoire”.
El vínculo al comunicado del ex vocero de su gobierno en materia de seguridad y último secretario de Gobernación en su sexenio reproduce el comunicado que emitieron en diciembre de 2010 afirmando que el Chayo Moreno, líder de La Familia y luego de los Templarios, había caído abatido.
Poiré afirma en su comunicado que aquella declaración “fue estrictamente apegada a los elementos informativos al alcance de un servidor como Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Nacional. Dicha información fue reservada conforme” a lo dispuesto por distintas leyes.
El ex colaborador de Calderón tuvo que admitir que los elementos que tenían en diciembre de 2010 “no fueron lo suficientemente precisos” para dar por buena la muerte de Nazario Moreno.
El comunicado se emitió horas después que el gobierno de Enrique Peña Nieto confirmó que el cadáver de Nazario Moreno fue plenamente identificado a partir de sus huellas dactilares, comparada con las de su cartilla militar.
Algo que nunca hizo el gobierno de Calderón porque el “cadáver” de Moreno fue “robado” o sustraído en diciembre de 2010.
A tres años de distancia es claro que no se trató de falta de precisión sino de una cadena de errores, mentiras y compulsión por presumir mediáticamente que se estaba “ganando” la guerra contra el crimen organizado en Michoacán, la entidad donde Calderón inició su fallida militarización de la lucha contra el narcotráfico.
En la misma conferencia de prensa donde se conoció la “imprecisión” de Poiré, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna presumió que gracias al “michoacanazo” de mayo de 2009 se había disminuido la violencia criminal en esta entidad.
Ahora ya sabemos que el “michoacanazo” se cayó ministerialmente. Ninguno de los detenidos pudo ser enjuiciado por falta de elementos y pruebas. Fue una venganza política del calderonismo.
La mentira de la muerte de El Chayo fue repetida en spots televisivos y radiofónicos financiados con dinero público por el gobierno de Calderón. Incluso, en el programa Primero Noticias, de Canal 2, Carlos Loret de Mola transmitió una supuesta grabación de Servando Gómez, La Tuta, segundo líder Templario, para confirmar que sí había muerto Nazario Moreno.
En esa grabación se escucha la voz de La Tuta:
“Recuerden, muchachos, que aunque nuestro líder máximo ya no está, por así decirlo, El Doctor, que Dios lo tenga donde quiera que se encuentre, tenemos que seguir adelante. Lo tenemos que hacer por nuestra familia y nuestro pueblo.”.
Esta grabación –evidentemente “filtrada” a Televisa desde alguna instancia del gobierno de Calderón- fue resultado de la intercepción de un mensaje de radio de onda corta, según la Policía Federal.
Todo el montaje sobre la muerte de El Chayo se ha caído como un castillo de naipes para Calderón. Y apenas inicia el verdadero desastre de la guerra contra el crimen organizado en Michoacán.
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