Diputados locales del PRD y PT, junto con militantes de Morena se enfrentaron a golpes y empujones con policías estatales cuando intentaban ingresar al Congreso michoacano. Foto Iván Sánchez
Toma de tribuna en el Congreso michoacano. Foto Iván Sánchez
Diputados locales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo, así como militantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se enfrentaron a golpes y empujones con policías estatales cuando intentaban ingresar al Palacio Legislativo.
Después de impedir el albazo en el que priístas y panistas pretendían aprobar a toda costa la reforma energética, los inconformes se apoderaron de la tribuna y amenazaron con no soltarla hasta mañana, cuando se vence el plazo para esta legislatura.
Aunque la reforma energética ya está aprobada por la mayoría de los congresos locales, la consigna de las fuerzas de izquierda es que en Michoacán no pasará. Mientras que el coordinador de la fracción panista, Alfonso Martínez Alcázar, afirmó que durante las próximas horas buscarán una sede alterna. Por su parte, el gobernador Fausto Vallejo declaró que no dio la orden para reprimir a los manifestantes que se apoderaron del recinto legislativo.
Ayer miércoles, el diputado perredista Fidel Calderón Torreblanca declaró que ya no era necesario tratar el tema de la reforma energética porque ya fue aprobada por la mayoría; no obstante, las bancadas priístas insistieron en que se llevara a cabo.
El coordinador de la Junta Política del Poder Legislativo local, Alfonso Martínez, solicitó el apoyo de la fuerza pública para que se pudiera llevar a cabo la sesión extraordinaria.
A la 1:40 de la mañana elementos del Grupo de Operaciones Especiales y de la policía estatal colocaron vallas alrededor del Congreso e introdujeron uniformados en el interior del recinto legislativo. Después de las 10 horas, cuando los diputados del PRD Fidel Calderón, Armando Hurtado, Cristina Portillo, Elías Ibarra y el petista Reginaldo Sandoval quisieron entrar, los policías trataron de impedírselos, por lo que se armó la gresca y, apoyados en simpatizantes de las fuerzas de izquierda -incluyendo a integrantes de Morena-, se abrieron paso. Tomaron el recinto y después de cuatro horas los diputados del PAN y del PRI abandonaron la sala de sesiones.
Fuente: La Jornada| Por Ernesto Martínez Elorriaga, corresponsal