jueves, 7 de febrero de 2013

Aumentó 480% la inversión extranjera en bonos del gobierno

Inversionistas foráneos, acreedores de más de una tercera parte de valores en circulación

Agustín Carstens advirtió sobre el peligro de una tormenta perfecta por la cantidad de esos recursos de corto plazo

Desde 2008 subió de 13 a 36% su participación en el mercado

La inversión extranjera en valores gubernamentales emitidos en el mercado local alcanzó un nuevo máximo histórico en enero. La cuantía a la que han llegado estos recursos de corto plazo al sistema financiero, un flujo de fondos que Agustín Carstens Carstens, gobernador del Banco de México, describió esta semana como la tormenta perfecta, alcanzó un punto en que inversionistas del exterior son los acreedores de más de una tercera parte de los valores en circulación, de acuerdo con datos oficiales.

El monto en circulación de valores gubernamentales emitidos en el mercado financiero local llegó a 4 billones 376 mil 234 millones de pesos el 25 de enero pasado, fecha de la última actualización de datos por el Banco de México. Es una cantidad superior en 16 por ciento a la registrada un año antes. En una perspectiva de tiempo más amplia, la cifra se ha multiplicado por cinco en la última década, dado que en enero de 2003 era de 851 mil 834 millones de pesos, establecen las cifras del banco central.

Cada vez es mayor la participación de inversionistas extranjeros como poseedores de esos bonos de deuda. La razón está en las tasas de interés que se pagan en México, en torno a 4.3 por ciento anual, en comparación con rendimientos menores a uno por ciento en mercados de países desarrollados, como Estados Unidos o Europa. En las naciones industrializadas los bancos centrales han aplicado, desde la crisis de 2008, una política de reducción de tasas para buscar estimular el crecimiento, lo que ha movido los flujos de capital de corto plazo a buscar mayores rendimientos en países en desarrollo, como el caso de México.

El martes pasado, el gobernador Carstens Carstens expresó su temor de que estos flujos de capital hacia los mercados en desarrollo causaran una tormenta perfecta. En un discurso pronunciado en un foro organizado por la Autoridad Monetaria de Singapur consideró:

Las crisis financieras tienden a imitar la presión arterial alta. Añadió: “En la jerga médica se conoce la presión arterial elevada como ‘el asesino silencioso’. Me temo que estamos expuestos a demasiados ‘asesinos silenciosos’ en los sistemas financieros modernos y es nuestro deber descubrirlos a tiempo”.

Agregó: Ahora mi temor es que una tormenta perfecta se está formando como resultado de un masivo flujo de capital a algunos países con economías emergentes y a algunas economías avanzadas con fuerte desempeño. Expuso que esto podría llevar a burbujas, caracterizadas por deformaciones en los precios de los activos y luego enfrentar un cambio en el sentido de los flujos a medida que las economías avanzadas comiencen a abandonar su postura de políticas monetarias flexibles. En su discurso, Carstens no se refirió a ningún país en particular.

Los datos del Banco de México mostraron que el país ha sido receptor creciente de flujos de capital de corto plazo hacia su mercado financiero, canalizado a la compra de bonos y acciones y que pueden salir con la misma facilidad con la que entraron. En México no se aplica ningún tipo de restricción o impuesto a las salidas de capital del mercado financiero.

En junio de 2008, al inicio de la crisis financiera que estalló en el mercado inmobiliario y se extendió al sistema financiero de Estados Unidos, los inversionistas extranjeros tenían capitales en bonos de la deuda del gobierno mexicano por 274 mil 585.13 millones de pesos, de acuerdo con los datos del banco central. En ese momento los extranjeros eran poseedores de 13 por ciento del total en circulación de valores gubernamentales.

Menos de un lustro después, la cifra se ha multiplicado. Al 25 de enero pasado el monto en circulación de valores gubernamentales llegó a 4 billones 376 mil 879 millones de pesos. De esa cantidad, un billón 594 mil 790 millones de pesos está en poder de extranjeros, esto es, 36 por ciento del total.

Desde el comienzo de la crisis y a la fecha, la participación de extranjeros como poseedores de valores gubernamenales aumentó 480 por ciento.




Fuente: La Jornada | Roberto González Amador