El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Mario Sánchez Ruiz, propone un aumento al precio de la gasolina –además del gasolinazo mensual.
Sería un megagasolinazo para igualar precios entre Estados Unidos y México. La organización está integrada por el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (30 grandes empresarios que son la cabeza de las más importantes corporaciones), directivos de las asociaciones de banqueros, seguros, industriales, comerciantes, etcétera.
Supuestamente también representa a las peluquerías, a los talleres mecánicos, a las panaderías, sin embargo, si usted le pregunta a sus dueños lo más probable es que no conozcan quién es Mario Sánchez Ruiz. Para decirlo con palabras del Occupy Wall Street o los indignados de Madrid, el 1% de los mexicanos está proponiendo que el 99% pague un megaumento a la gasolina.
El argumento ya tiene tiempo rodando por ahí: aparentemente el gobierno subsidia con 170 mil millones de pesos al año a la gasolina, a fin de que cueste menos que al otro lado de la frontera.
Es un argumento insostenible, a menos que la compren en una gasolinera de Shell o Chevron. Pero Pemex no compra ahí la gasolina, sino a las refinerías, a menor precio.
Sólo que no quiere soltar el gobierno el dato de cuál es el costo de un litro de gasolina de importación, ni tampoco de producción nacional. Con esos datos sí podríamos corroborar si realmente existe el dichoso subsidio y cuál es su cuantía. Hay todavía otro modo de ver las cosas.
El gobierno panista no ha sido capaz de construir una sola refinería en 10 años; en ese lapso Brasil levantó o está construyendo 15. Sí existe un subsidio, pero es el que pagamos al grupo gobernante incapaz de volver al país autosuficiente, no obstante que es productor de petróleo.
Fuente: La Jornada