Buscaban contratar a narcotraficantes para matar al embajador de Arabia Saudí, según el FBI y la DEA »atacarían también 2 sedes diplomáticas en Washington.
Agentes secretos iraníes planeaban un atentado contra Washington desde territorio mexicano, así lo informó ayer Eric Holder, fiscal general norteamericano. Gracias a la operación conocida como Coalición Roja las fuerzas de seguridad estadounidenses frustraron un complot dirigido por facciones del gobierno iraní.
De acuerdo con el informe querían atentar con bombas en las Embajadas de Israel y Arabia Saudita en Washington y asesinar a Adel al Jubeir, el embajador de esta última legación. Holder denunció que consideraba a Irán responsable del plan y no descartó más sanciones contra el régimen.
El fiscal norteamericano calificó el supuesto complot de “flagrante violación de la ley estadounidense e internacional” e insistió que consideraba a Irán responsable.
El anuncio se vio acompañado de un fuerte endurecimiento del tono político: el presidente Barack Obama acusó al gobierno iraní de violar las leyes del derecho internacional, mientras que la secretaria de Estado Hillary Clinton instó a la comunidad internacional a tomar medidas contra el país persa.
Horas más tarde, un portavoz de la cancillería mexicana explicó: “Desde el primer momento, México y EU intercambiaron información y actuaron de forma coordinada”.
Julián Ventura, subsecretario de exteriores para América del Norte agregó: “se confirmó que se cuenta con mecanismos y procedimientos adecuados para anticipar y prevenir la presencia en nuestro territorio de individuos lesivos para la seguridad y los intereses nacionales”.
Según la denuncia penal presentada en un tribunal de Nueva York, los conspiradores son Mansur Arbabsiar, de 56 años y nacionalizado estadounidense, y Gholam Shakuri, miembro de las Fuerzas de Al Quds, una rama de la Guardia Revolucionaria iraní, ambos originarios de Irán.
Las pesquisas comenzaron en el mes de mayo, cuando Arbabsiar intentó contactar con un cártel de droga mexicano para que le ayudaran a asesinar al embajador saudí en Washington.
Posteriormente, Arbabsiar se reunió con otros agentes encubiertos de la DEA a los que les dijo que actuaba bajo el dictado “de miembros de alto rango del gobierno iraní”.
El encuentro tuvo lugar en México, en la localidad de Reynosa, Tamaulipas. Los agentes de la DEA se hicieron pasar por miembros de un cártel mexicano. Arbabsiar les dijo que su primo era un alto funcionario en Teherán.
El FBI cree que Arbabsiar está relacionado con oficiales de la Guardia Revolucionaria iraní. Sin embargo, el gobierno iraní descalificó la acusación. Fuentes de la misión de Irán ante la ONU rechazaron categóricamente la implicación de Teherán en la trama terrorista. El gobierno iraní tachó el hecho como una fabricación propia de Estados Unidos, “algo que ya ha hecho con anterioridad”.
En tanto, Riad expresó a través de su embajada en Washington que el complot era una "violación despreciable" de las convenciones internacionales.
Arbabsiar está detenido en Nueva York desde el pasado 29 de septiembre —y al parecer colabora con las autoridades norteamericanas desde entonces—, mientras que Shakuri permanece fugitivo, presumiblemente en Irán.
Fuente: La Razón
