Fernando Lugo inauguró anoche la reunión 21 de dignatarios iberoamericanos sin la presencia de diez presidentes del continente.
La XXI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno fue inaugurada anoche en Asunción con un llamado a hacer más eficiente el Estado, el tema central de la reunión, y a aprovechar la fortaleza económica latinoamericana para combatir los efectos de la grave crisis que agobia a Europa y a Estados Unidos.
La cita, que será recordada por la escasa presencia de gobernantes del continente, fue inaugurada por el presidente anfitrión, Fernando Lugo, en un auditorio del Banco Central de Paraguay, tras lo cual los dignatarios asistieron a una cena de honor en el mismo recinto.
En su discurso, el presidente paraguayo explicó a sus pares que adoptó el lema “Transformación del Estado y Desarrollo” al percibir la necesidad de responder a “las crecientes demandas” de la ciudadanía en materia de derechos y de adecuar a la administración pública a esos reclamos, “lo cual no supone su minimización estructural sino su gestión eficiente”.
Lugo abogó por un “Estado en alianza estratégica con la sociedad y el mercado” y aseveró que América Latina se ha regido hasta ahora por modelos “impuestos o importados” que ya “están agotados y más que agotados” y han conducido a “profundas crisis sociales, a una real crisis de cierto modelo de Estado”.
La crisis económica demuestra que “no hay salidas aisladas por más poderosos que sean los países” y que la región “no puede quedar al margen del “proceso de reorganización del orden internacional”, agregó el gobernante paraguayo.
En ese contexto, los líderes iberoamericanos pidieron a los países desarrollados que tomen decisiones urgentes y efectivas para paliar la crisis en la eurozona, y advirtieron que la próspera América Latina deberá mantener políticas responsables para evitar un contagio.
Uno de los puntos débiles de la cumbre será la notoria ausencia de varios mandatarios, quienes por distintos motivos cancelaron su asistencia y estarán representados por sus vicepresidentes o cancilleres.
Diez mandatarios declinaron viajar a la capital paraguaya, convirtiendo a la presente cumbre iberoamericana como la de menos asistencia de presidentes, desde que se inauguraran en Guadalajara en el año de 1991.
Entre las ausencias destacan la de los tres socios de Paraguay en el Mercosur —Argentina, Brasil y Uruguay—, así como varios países centroamericanos —El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Honduras—, además de Colombia, República Dominicana y Venezuela.
Sin embargo, al acto asistieron los reyes de España y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, así como el jefe de gobierno de Andorra, Antonio Martí Petit, que llegaron anoche.
También estuvieron el presidente mexicano, Felipe Calderón, el portugués Aníbal Cavaco Silva, el chileno Sebastián Piñera, el peruano Ollanta Humala, el panameño Ricardo Martinelli, el guatemalteco Álvaro Colom y el boliviano Evo Morales, que llegaron en el transcurso de la jornada.
Se esperaba que a medianoche arribaran el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho.
Preparan documentos
Por su parte, desde ayer los cancilleres dejaron listos para los mandatarios todos los documentos que analizarán hoy en la sesión plenaria, salvo la declaración final, que quedó sin cerrar aún, en parte por una propuesta boliviana de mención a los países “privados de litoral” que no convence a Chile.
Los documentos aprobados, que serán suscritos este día por los jefes de Estado y de Gobierno, son un plan de acción y una docena de comunicados especiales, que tocan temas variados, como la lucha antiterrorista, las Malvinas, la hoja de coca, el cambio climático o el embargo a Cuba.
Fuente: Milenio