Mexicali, BC. El movimiento social Mexicali Resiste llamó a la movilización y presión social contra actos de gobiernos autoritarios y se pronunció porque no se criminalice la protesta en Baja California ni en México.
Tras la detención y posterior liberación, por “alterar el orden público”, de León Fierro uno de sus dirigentes, la marcha programada para este domingo 18 de marzo inicialmente contra los “gasolinazos” (incremento en los precios de hidrocarburos) y la reforma energética, ahora se dirigirá a denunciar actos de represión e intimidación de los gobiernos de México, Baja California y de Mexicali.
Mexicali Resiste inició sus protestas en enero de 2017 tras una expresión masiva de rechazo en contra de los gasolinazos y las políticas del presidente Enrique Peña Nieto, y posteriormente derivó hacia la protesta por la privatización del agua materializada en una ley estatal promovida por el gobierno local, y aprobada en el Congreso del Estado, y la instalación de la cervecera Constalletion Brands en el valle de Mexicali.
Fierro fue detenido por agentes municipales durante la tarde del 14 de marzo en un acto protocolario del aniversario de Mexicali al increpar al secretario General de Gobierno del Estado a quien le gritó “corrupto” y “ratero”.
Al ser puesto en libertad, tras cuatro horas de arresto y el pago de una multa, Fierro advirtió en un mitin realizado en la comandancia que “no hay democracia en este país” que está secuestrado por gobiernos represivos y fascistoides.
Señaló que su liberación es una muestra que la presión social triunfó una vez mas. “Ni un paso atrás, compañeros, porque las manifestaciones sí funcionan”.
Narró que se enteraron que iba a estar en la ceremonia de aniversario el alcalde Gustavo Sánchez y se logró meter con un grupo de compañeros, sortearon vallas y un cerco policial “como si estuviera Trump o Peña Nieto temiendo que hiciéramos cualquier expresión”.
Aseguró que el juez municipal le dijo que su detención no era por la situación política o las protestas sino porque se trataba de un evento en el que no se podía molestar a los funcionarios, “no les dijimos ni una sola grosería, sólo sus verdades porque son una bola de corruptos y de rateros en México, Baja California y Mexicali”.
Fierro rechazó la versión que interrumpió la ceremonia, sólo le dijo sus verdades al secretario General de Gobierno cuando estuvo en el micrófono y “eso le molestó”.
Tras comentar que “si nos callamos los mexicanos se va a hundir el país”, convocó a la manifestación y advirtió que de lo contrario “no tendremos nada y no nos quedara nada en este país”.
Me querían cobrar tres mil pesos y hasta eso han privatizado: la libertad de expresión, señaló.
Fuente: La Jornada