El precandidato insiste en que si gana derogará la reforma del actual gobierno
Zacatecas, Zac. Ante más de 10 mil maestros procedentes de diversas entidades, en el multiforo de esta ciudad, Andrés Manuel López Obrador convocó al magisterio nacional a elaborar un nuevo plan educativo con su intervención, la de padres de familia y futuras autoridades del gobierno de México.
El precandidato de la coalición Juntos Haremos Historia confirmó que si gana la elección se derogará la reforma educativa y enviará al Congreso un nuevo proyecto de ley del servicio profesional docente, que respete y garantice los derechos laborales y gremiales de los profesores, las plazas de base del magisterio, dé certidumbre al empleo y reconozca la carrera sindical como atributo de la gestión y desarrollo del sistema de enseñanza.
Acompañado por líderes regionales y nacionales de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social, además de Rafael Ochoa Vega, ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), se confirmó el respaldo de un gran sector del magisterio a su precandidatura.
Los trabajadores de la educación
de todos los confines de la patria, sin etiquetas ideológicas de militancias gremiales estamos en Zacatecas para decirle y comprometernos a llevarlo a la Presidencia, expresó Ochoa Vega, quien fue interrumpido por miles de voces que corearon:
¡Presidente! ¡Presidente!
López Obrador lanzó una convocatoria
desde Zacatecas a todos los maestros de México, de todas las organizaciones, de todas las tendencias, sean del SNTE, de la CNTE, de movimientos independientes magisteriales, a todos para que lleguemos a un acuerdo y se elabore de manera conjunta un plan educativo para mejorar la calidad de la enseñanza sin afectar los derechos laborales del magisterio.
Esta convocatoria es “para que empecemos a trabajar en la elaboración de un plan conjunto, pues no se puede llevar a cabo una auténtica reforma educativa sin los maestros.
¿Quién es el que transmite el conocimiento en el aula? El maestro. Si hay nuevos métodos de enseñanza, nuevos contenidos educativos, pues es el maestro el que va a transmitir esas nuevas prácticas de enseñanza-aprendizaje.
Al multiforo también acudieron campesinos y mineros, amas de casa y estudiantes, ante quienes López Obrador confirmó cuál será la política económica y fiscal en su gobierno: “No habrá más impuestos para la población, pero sí se recortarán los salarios de la alta burocracia y sus onerosos privilegios mantenidos a costa del erario.
Ni se van a cobrar impuestos ni se va a endeudar al país. La fórmula es acabar con la corrupción y con los privilegios; todo esto lo vamos a lograr ahorrando un billón de pesos, con eso vamos a impulsar el desarrollo de México y a sacar del país del abandono en que se encuentra.
Se empezará por revertir la balanza comercial,
ya no vamos a comprar en el extranjero lo que producimos en México. Vamos a fortalecer el mercado interno, la economía nacional.
Dejó claro cuál será su política petrolera:
No vamos a importar más gasolina porque ya no vamos a vender petróleo crudo para luego importar; por el contrario,
vamos a construir dos grandes refinerías para que en el país se produzca la gasolina que se consume en México.
López Obrador concluyó el día en Aguascalientes, donde nació el secretario de Educación, Otto Granados, de quien dijo, fue el que más difamó a los maestros junto con Aurelio Nuño cuando éste era titular de la SEP y el aguascalentense el subsecretario porque
ellos decían que los maestros querían cobrar sin trabajar.
Estimó que es bueno que lleguen priístas y panistas para que se unan a su proyecto de nación, lo cual no perjudica su imagen. Pidió confianza a los empresarios, “que no tengan ninguna preocupación porque se van a acabar los moches, se va acabar la pesadilla”.
Aseguró que ha recorrido todo el país y este domingo finalizará la precampaña en Guadalajara.
Vamos a cumplir con la ley, ya después del acto de mañana por la noche no vamos a llamar a votar, no se ha hecho en esta precampaña y tampoco vamos a tener oportunidad de presentar propuestas, tenemos que guardar silencio.
Fuente: La Jornada