Las llamadas Empresas Productivas el Estado, la CFE y Pemex, registraron decenas de irregularidades en 2016, año en que se acentuaron los incrementos en los precios de energéticos, planteó la Auditoría Superior de la Federación.
Durante 2017, pese a continuar el gasolinazo y los incrementos de tarifas de luz y Gas LP, ambas compañías volvieron a reportar pérdidas por 9 mil millones y 333 mil millones de pesos, respectivamente.
Las observaciones a la CFE del año antepasado, entonces dirigida por el priista Enrique Ochoa Reza, son por gastos extras en producción de energía eólica, falta de consulta a comunidades en tiempo y forma, y subutilización de gasoductos que de 2014 a 2016 le generaron pérdidas por más de 2 mil 646 millones de pesos.
Respecto a Pemex, gestionado entonces por José Antonio González Anaya, destacan irregularidades en el pago a proveedores; en la contratación del personal y pagos millonarios de nóminas sin actividad; en la producción de gasolina incluyendo la Ronda Cero de la Reforma Energética; inoperación de una plataforma de producción; errores en contrataciones para perforación; equipo obsoleto para producción de gas natural y fallas en la rehabilitación de una planta en Veracruz.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó en su Cuenta Pública 2016 un puñado de irregularidades en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en Petróleos Mexicanos (Pemex), las llamadas Empresas Productivas del Estado que este mismo lunes reportaron pérdidas millonarias durante 2017 pese al aumento en los precios de energéticos.
La Auditoría Superior detectó anomalías de la CFE tanto en la gestión del ahora presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, como de Jaime Francisco Hernández Martínez, quien tomó el cargo en agosto de 2016. Las observaciones son en materia de gastos extras en producción de energía eólica, falta de consulta a comunidades en tiempo y forma, y subutilización de gasoductos que no le darán valor económico y, por el contrario, de 2014 a 2016 le generaron pérdidas por más de 2 mil 646 millones de pesos.
El lunes, la Comisión Federal de Electricidad reportó a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) pérdidas por 9 mil 923 millones de pesos durante 2017, 88 por ciento menos que los 84 mil 824 millones de pesos en 2016, año en que el priista Enrique Ochoa Reza dejó su dirección. La empresa estatal registró ingresos por 466 mil 141 millones de pesos, 32 por ciento más que en 2016 debido a que la venta de energía eléctrica fue mayor a los costos de producirla y distribuirla.
Respecto a la posición financiera de la CFE, la Auditoría en su Cuenta Pública 2016 le recomendó que considere implementar medidas para fortalecer sus políticas sobre riesgos económicos y operativos en sus ingresos. También le pidió mejorar sus políticas y mecanismos para elevar su productividad, reducir gasto no productivo e incrementar su inversión física, a fin de que los recursos sean suficientes para que participe competitivamente en un mercado eléctrico abierto.
Para incrementar su capacidad de generación, le recomendó una estrategia de inversión física, productividad, aprovechamiento de las actividades de mayor rentabilidad y disminuir los riesgos asociados con mayores erogaciones relacionadas con pérdidas de distribución, pasivos laborales y tipo de cambio. Además, le demandó diseñar y aplicar medidas de disciplina, responsabilidad y prudencia financiera, incrementar los ingresos propios, disminuir el gasto de operación y administración no productivo, elevar la inversión presupuestaria, administrar con eficiencia la deuda y el costo financiero, y fortalecer de manera persistente a mediano plazo los balances financiero, primario y operativo.
Sin embargo, la Comisión Federal de Electricidad, detectó la ASF, comprará energía eólica a productores externos a precios superiores al costo que para la propia empresa productiva del Estado le representa su generación en centrales eólicas de su propiedad, durante el periodo que duren los contratos.
La ASF observó que “debido a la forma” en que contrató a seis productores externos de energía eólica y por la adquisición de determinados volúmenes de energía, solo en 2016 le generó pérdidas por mil 31 millones 309 mil 300 pesos, las cuales, de 2014 a 2016, tuvieron un acumulado por 2 mil 646 millones 491 mil 200 pesos. Enrique Ochoa Reza, presidente del PRI, dirigió la CFE del 5 de febrero de 2014 al 8 de julio de 2016.
La Auditoría también señaló que se realizó una consulta a la comunidad rarámuri de Repechique, Chihuahua, para obtener su consentimiento en la instalación del gasoducto del Encino-Topolobambo, pero después de que la CFE trazó la ruta por cuyo terreno iba a pasar. Después la comunidad ganó un amparo contra el gasoducto, por lo que las autoridades desviaron el trayecto.
Respecto a otros cuatro gasoductos, el órgano fiscalizador detectó que durante 2016 la CFE utilizó menos de los debido la capacidad de transporte de gas natural reservada de Sásabe-Guaymas (en 90.7 por ciento), Tamazunchale-El Sauz (en 63.2 por ciento), Corredor Chihuahua (en 92.9 por ciento) y Morelos (en 100 por ciento).
Asimismo, no aseguró la utilización de toda la capacidad de los gasoductos, ya que las centrales consideradas para la prestación del servicio de transporte de gas ya no están consideradas para su construcción en la planeación de la CFE. No obstante, conforme a lo establecido en los contratos a 25 años, continuará con el pago del Costo Fijo de Capacidad, el cual no le generará valor económico ni rentabilidad.
“En 2016, el 78.1 por ciento de los pagos efectuados por servicio de transporte de gas natural (4 mil 560 millones 636 mil 900 pesos) fueron por Costo Fijo de Capacidad, que no le generaron valor económico ni rentabilidad a la CFE, ya que no se utilizó la capacidad de transporte de gas natural reservada en cuatro gasoductos, y no se ha concluido la construcción de otros dos”, expuso la ASF.
Fuente: Sin Embargo