Clamor en marcha de la CDMX
En México, siete de 12 feminicidios de AL
No están solas, corearon las feministas cuando familiares de jóvenes desaparecidas relataron sus casos en el mitin que se realizó ayer por la tarde en el Hemiciclo a Juárez a propósito del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
María del Carmen Volante Velázquez, madre de Pamela Gallardo, de 23 años, quien desapareció el 5 de noviembre, aseguró que
aunque (mi hija) aparezca voy a seguir en la lucha con las mujeres, para que no sigan desapareciendo, porque dejan destrozadas a familias completas.
Antes del mitin, los colectivos marcharon del Ángel de la Independencia al Hemiciclo a Juárez. María Teresa, madre de Magaly, dijo que su hija murió hace un año 11 meses
víctima de la violencia, y pidió que ninguna mujer se quede callada.
Esther, trabajadora sexual, señaló que
muchas quedan olvidadas por ser trabajadoras sexuales. No tienen familia y cuando la delegación se entera de que son sexoservidoras, se van a la fosa común. Son historias tristes, por eso, aseguró que
es importante que nos unamos a esta voz, a esta lucha, pues a seguir gritando que no haya más violencia.
El colectivo Pan y Rosas recordó que siete de 12 feminicidios en América Latina se cometen en México. También señaló las condiciones de trabajo en las que se desarrollan las mujeres, mucho más precarias.
En el mitin también se demandó justicia para la activista Yndira Sandoval y que se garantice a la periodista Sanjuana Martínez la continuidad de su labor en condiciones de igualdad y seguridad.
La mayoría de las mujeres portaban banderas y camisas moradas. En sus pancartas y consignas expresaron mensajes contra el machismo (
La misoginia está matando a las mujeres mexicanas,
Eduquemos desde pequeños, erradiquemos esta violencia) y las autoridades (
Queremos viva a todas las mujeres, no más feminicidio, no creemos en sus leyes).
Previamente, al mediodía, otro contingente de madres de mujeres desaparecidas marchó del Ángel de la Independencia al Zócalo.
Un grito contra la violencia machista recorre Al y Europa
Multitudinarias manifestaciones en ciudades como Madrid, París, Roma, Río de Janeiro, Buenos Aires o Lima exigen el fin del acoso, agresiones y abusos contra las mujeres.
Ciudades de todo el mundo, pero sobre todo de América Latina y Europa, fueron ayer escenario de manifestaciones con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para exigir el fin de las agresiones machistas, reclamar mayor protección de las víctimas y medidas para la prevención y el castigo de los abusos.
La jornada reivindicativa tuvo especial seguimiento en España, donde miles de personas, convocadas por organizaciones sociales, partidos y sindicatos, desfilaron por las capitales de cincuenta provincias del país para expresar su rechazo al maltrato machista, que en lo que va de 2017 ya ha matado a 45 mujeres.
En Roma, varios centenares de personas se dieron cita en la plaza de la República y marcharon por las calles de la capital italiana para denunciar la violencia machista bajo el lema “Ni una menos”.
El color representativo elegido ha sido el rosa y durante la marcha se exhibieron carteles en los que pudieron leerse lemas como “La libertad de la mujer es la libertad de todos”, “Hermana, yo te creo” o “Si tocan a una, tocan a todas”.
En Portugal, donde 18 mujeres han muerto víctimas de la violencia machista en lo que va de año, el gobierno lanzó la campaña “#Ni un minuto de silencio más”, que se presenta en las calles del país a través de carteles y vallas publicitarias.
“NI UNA MENOS”. Como cada 25 de noviembre, la solidaridad llenó ayer de gente y pancartas las calles de Buenos Aires para exigir el fin de los feminicidios, 254 en lo que va de año en el país andino.
Desde el 3 de junio de 2015, cuando el grito de la campaña “Ni una menos” surcó el país y repercutió en todo el mundo, el gobierno argentino recibió un mensaje contundente de la sociedad argentina: una mujer es asesinada a manos de un hombre cada 30 horas en el país sin que exista el suficiente apoyo institucional.
LACRA EN AMÉRICA LATINA. América Latina y el Caribe es “la región más peligrosa del mundo para la mujer”, denunció estos días el director del Centro Regional latino y caribeño del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Richard Barathe.
A la cabeza de esa macabra estadística está Honduras, con una tasa de homicidio de mujeres por encima de 10 por cada 100 mil habitantes, “la más alta del mundo”, según la directora regional Adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Lara Blanco.
En Brasil, donde cada dos minutos cinco mujeres sufren violencia física, se iluminaron ayer el Congreso en Brasilia y el monumento a Cristo Redentor en Río de Janeiro, en solidaridad con las víctimas de la violencia machista, cuyo número saltó del 18 por ciento en 2015 al 29 por ciento este 2017, según una encuesta realizada por DataSenado.
Las marchas se reprodujeron en países como Colombia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Perú (tercer país del mundo con mayor número de feminicidios), Chile y Paraguay.
CENSURA. Entre tanto, en Nicaragua, activistas denunciaron que la dictadura de Daniel Ortega les impidió marchar por una céntrica vía de Managua,
OSCURIDAD EN RUSIA. En cambio, la jornada solidaria mundial no halló respaldos en las calles en Rusia, que, salvo en las redes sociales, no recordó a sus víctimas de la violencia de género, porque, pese a que una de cada cuatro rusas sufre esa lacra, el problema es invisible en un país que ensalza el machismo como parte de su tradición cristiana ortodoxa.
Fuente: Agencia y La Jornada