Ciudad de México. El ex gobernador de Veracruz, Javier “N”, comparecerá por segunda ocasión ante un juez federal y este sábado podría dictarse un auto de vinculación en su contra por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
El lunes pasado, día en que fue extraditado de Guatemala a México, Javier “N”, se llevó cabo la primer audiencia en juzgados federales del Reclusorio Norte en la Ciudad de México, y la defensa del político ex priísta evidenció la falta de conocimiento del expediente por parte de tres agentes del Ministerio Público Federal que acudieron en representación de la Procuraduría General de la República.
Los abogados de Javier “N” lograron que los fiscales reconocieran que la investigación contra su cliente sigue en curso y que de 450 millones de pesos que supuestamente fueron desviados del erario veracruzano, en este momento procesal solamente tienen pruebas para acreditar que 38.5 fueron utilizados con fines distintos a los que marca la ley y que en esos movimientos intervino el ex gobernador.
El juez Gerardo Moreno García podría determinar este sábado la vinculación a proceso una vez que escuche los argumentos de los fiscales y defensores, ya que estos últimos indicaron que presentaran un peritaje contable para demostrar que su cliente es inocente de los cargos que se le imputan y también solicitaron que hoy se presente a declarar Alfonso Ortega López, uno de los prestanombres de Javier “N”, y quien se convirtió en un testigo colaborador de la PGR.
Javier “N” permaneció detenido tres meses en Guatemala, tiempo en que se desarrollaron los dos juicios de extradición, uno de ellos para responder por las acusaciones federales y otro por la imputación que se le realizó por cinco delitos en el ámbito de la justicia del estado de Veracruz.
El ex gobernador veracruzano ha permanecido encarcelado en el Reclusorio Norte y para evitar que sea objeto de algún ataque, las autoridades penitenciarias lo han mantenido bajo vigilancia las 24 horas del día, tanto a través de un sistema de videovigilancia como con la supervisión de un custodio.
Fuente: La Jornada