martes, 19 de febrero de 2013

Controlan empresas privadas diversas áreas productivas de Pemex, denuncian

La dirigencia sindical ha permitido esos arreglos, señalan organizaciones petroleras

Miles de trabajadores han sido desplazados por mano de obra proveniente de Asia, acusan

Petróleos Méxicanos (Pemex) está inundada de contratismo, con la anuencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana  (STPRM), que encabeza Carlos Romero Deschamps. Esta organización ha solapado que la paraestatal se haya convertido en administradora de contratos; que personal de empresas privadas, incluso extranjeras, interfieran y controlen diversas áreas de la compañía, y que los petroleros estén perdiendo, a pasos agitantados, su materia de trabajo.

El STPRM también ha permitido que se despida a técnicos e ingenieros calificados mexicanos y se contrate personal extranjero. Permitió, por ejemplo, que el consorcio denominado Pemopro, del cual forma parte Tribasa y Siemens, contratara para laborar en instalaciones de la paraestatal a 4 mil coreanos, filipinos y tailandeses. Además ha dejado que crezca el número de trabajadores por  outsourcing, ya que muchas empresas que ganan licitaciones subcontratan a otras compañías para que realicen los trabajos.

El Movimiento Obrerista Petrolero, Petroleros Unidos, la Gran Alianza Nacional Petrolera y la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera señalaron lo anterior, y plantearon que el elevado número de empresas y trabajadores contratistas de Pemex se debe a dos razones: que la dirigencia hace arreglos debajo de la mesa, o que incluso los mismos líderes tienen sus propias empresas contratistas.

Señalan que “líderes del sindicato, a su vez, operan el Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Excavación, Similares y Conexos de la República Mexicana (Sitrace), mediante el cual se ha contratado a miles de trabajadores extranjeros, asiáticos en su mayoría, para laborar en Pemex".

Coincidieron en que hay descontrol de personal con la anuencia del sindicato. Está, por una parte, el personal sindicalizado; también el de las empresas contratistas, el de confianza, el de trasnacionales que ganaron licitación de obras llave en mano y meritorios, por honorarios y otros más. También hay descontrol en los salarios, pues por trabajo igual les pagan según por donde hayan sido contratados y hay una constante violación laboral, porque no hay pago de prestaciones para los trabajadores de empresas privadas.

Pusieron de ejemplo que firmas que han obtenido contratos con Pemex, como Perforaciones Marítimas Mexicanas, del Grupo Protexa, y Transportación Marítima Mexicana pagan a los trabajadores por medio de outsourcing que se denomina Servicios y Asesoría para Proyectos Azteca. La empresa Halliburton contrata de una empresa llamada Servicios Profesionales Petroleros. Pero lo mismo hacen Perforadora México, Industrial Perforadora de Campeche, México Limited Drilling, Pride Central America, o Noble Mexico Limited y Goima, Saboratto, Catemar, entre otras. Muchas de estas no pagan seguridad social, no dan capacitación ni prestaciones y hasta pagan con semanas de retraso.

Las centrales disidentes de trabajadores ya referidas señalan que el sindicato está ganando por partida triple, ya que, por un lado, cobra porcentaje por el número de trabajadores no sindicalizados que cada empresa contratista mete a trabajar a la paraestatal, del cual no se sabe ni montos, ni destino de los recursos; también gana porque tiene empresas fantasmas que venden servicios a Pemex, o sea, sus propios contratistas. Además de que opera por debajo el Sitrace, y cobra cuotas sindicales en una y otra organización.

La Gran Alianza Petrolera, integrada por disidentes de 36 delegaciones del STPRM, indica que el Sitrace es un sindicato de compañías fantasmas y sin experiencia, y es otro negocio de Carlos Romero Deschamps, pues estas empresas obtienen contratos que han servido para desplazar la mano de obra de trabajadores sindicalizados calificados. Estas empresas, así como trasnacionales y otras contratistas, tienen cooptadas laboralmente áreas como la perforación y reparación de pozos.




Fuente: La Jornada | Patricia Muñoz Ríos