Productores exigen rescatar técnicas de cultivo sustentables
Organizaciones campesinas y sociales exigieron soluciones efectivas al problema de la sequía. Estamos ante una situación de emergencia que requiere impulsar proyectos productivos para rescatar las técnicas de cultivo sustentables y de retención de agua. No son suficientes las toneladas de despensas y cobijas enviadas a la sierra Tarahumara.
Oxfam México, Unión Campesina Democrática (UCD) y Confederación Nacional Campesina advirtieron que la falta de alimentos puede empeorar ante el pronóstico de escasez de lluvias en casi todo el país. Jesús Emiliano García, de la UCD, expuso que 300 mil personas de la llanura y semi desierto de Chihuahua, al igual que los tarahumaras, requieren alimento.
En Ojinaga, por ejemplo, los agricultores no tuvieron suficientes cosechas de maíz y frijol y los jornaleros se quedaron sin ingresos. Ellos también necesitan alimento, pero además de la ayuda para mitigar el hambre necesitamos proyectos para el desarrollo de las zonas rurales, dijo.
Expuso que se requiere ordenar la ayuda enviada a los tarahumaras, pues se está concentrando en algunas comunidades. Hay zonas que no se han tocado por su lejanía y el gobierno del estado tiene disponibles 3 mil 500 toneladas de maíz para complementar las despensas de Diconsa.
Las organizaciones que participaron en la Caravana del hambre propondrán al gobierno federal que la ayuda alimentaria a las comunidades rurales se extienda hasta octubre, pues hasta entonces se tendrán las primeras cosechas de maíz y frijol de temporal. Además de insistir en la firma de un acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad para que acepte pagos diferidos de los agricultores. Lo más importante en este momento es respaldar la producción de hortalizas y granos con riego.
Oxfam México anunció que buscará financiamiento del sector privado y el apoyo de la sociedad civil para impulsar proyectos productivos para resca- tar la fertilidad de los suelos, mejorar la producción de maíz y frijol y desarrollar capacidad organizativas.
Fuente: La Jornada
