Calcula la OIT en informe sobre tendencias que casi 75 millones de personas entre 15 y 24 años no tenían trabajo en 2011
El análisis pronostica una desaceleración del crecimiento de la economía y en la creación de empleos
De 2006 a 2012 se acumuló un rezago cercano a 4 millones 300 mil trabajadores
Las plazas que hay no cumplen las normas laborales
Los jóvenes de mayor preparación académica son el sector más golpeado por el desempleo en México. Un análisis realizado por académicos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México muestra que 66 por ciento de los jóvenes laboran en la informalidad, lo cual los convierte en más pobres y vulnerables.
Agrega que 71.2 por ciento del total de desempleados en el país cuentan con estudios completos de secundaria y preparación media superior y superior.
De acuerdo con el documento El empleo, el ingreso y el actual gobierno, publicado en el boletín mensual Momento Económico de esa dependencia universitaria, 40 por ciento de esta población entre 15 y 24 años que labora en empresas formales no tienen seguridad social ni prestaciones.
Juan Arancibia Córdova, del IIE, indicó que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su Informe sobre tendencias mundiales del empleo 2012, calcula que casi 75 millones de personas entre 15 y 24 años estaban desempleadas en 2011. La tasa de desocupación juvenil es de 12.7 por ciento, el doble de la que se registra entre la población en general, y se estima que 6.4 millones de jóvenes han perdido la esperanza de encontrar una fuente de trabajo.
A escala regional, mientras en América Latina el desempleo juvenil bajó de 15.9 durante 2010 a 14.9 por ciento para 2011, en el mismo periodo subió en México de 9.7 a 10 por ciento, subrayó el académico.
Respecto del nivel de los ingresos a escala nacional, en el tercer trimestre del año pasado, 13 por ciento de los trabajadores recibían hasta un salario mínimo; 22.7 por ciento hasta dos; 21.1 por ciento hasta tres; de tres a cinco salarios lo percibían 15.9 por ciento; más de cinco, 8.5 por ciento de la población ocupada; 8.7 por ciento del total no cobraban sueldo, y 10 por ciento se reportó como no especificados.
El análisis señala que para 2012 se pronostica una desaceleración del crecimiento de la economía y en la creación de empleos. Entre 2006 y 2011, se acumuló un rezago potencial cercano a 4 millones 300 mil trabajadores.
El documento asienta que parte de la demanda de empleos en el país se resolvió con la migración hacia Estados Unidos, y la población restante “permanece en el limbo y podría ser miembro activo de los llamados ninis (jóvenes que no estudian ni trabajan), que suman unos 7.5 millones, y de la delincuencia organizada”.
El problema actual no sólo es el déficit de las plazas, sino su calidad, porque muchas no cumplen con las normas laborales y de seguridad social establecidas por la OIT.
Los datos aportados por los investigadores universitarios señalan que al cierre de 2010, 70 por ciento de los empleados eran subordinados a un patrón; mientras en diciembre de 2011, esa cifra disminuyó a 65.7 por ciento, lo que equivale a que 34.3 por ciento eran trabajadores informales.
Fuente: La Jornada