Urgen reformas para brindar apoyo legal a efectivos, opina el general Garfias Magaña
El Ejército, desgastado por la campaña contra el narcotráfico
Más de 200 militares han muerto y 129 han desaparecido en el sexenio de Felipe Calderón
A menos de 10 meses de que termine el sexenio de Felipe Calderón, el balance para el Ejército Mexicano es negativo, pues lo han desgastado, han jalado la liga hasta el límite y eso va a reventar. Eso no puede ser, es insostenible, expresa, en entrevista, el general de división en retiro Luis Garfias Magaña, luego de hacer un repaso de las cifras oficiales sobre la participación sin precedente de los militares en labores de seguridad interior.
Más de 50 mil de los casi 200 mil efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) participan diariamente en el combate a las drogas. En estos ya casi seis años de gobierno de Calderón han muerto más de 200 soldados en enfrentamientos, 129 han desaparecido y centenares han resultado heridos, de los cuales 76 quedaron con alguna incapacidad permanente y 24 pasaron a retiro debido a lesiones, y la cifra aumenta día tras día.
Además, la Sedena ocupa el primer lugar, con 77, en número de recomendaciones emitidas por la CNDH por violar derechos humanos. De igual forma, se han iniciado 168 averiguaciones previas contra militares, hay 65 procesados y 19 ya fueron sentenciados.
Ciento setenta y tres militares, desde generales hasta soldados rasos, han sido procesados por presuntos nexos con el narco.
En entrevista, el ex comandante de región militar, ex agregado castrense y ex diputado federal señala: Marinos y militares no son policías. Esta campaña (contra el narcotráfico), que para mí no es guerra, ha sido oscura, difícil y peligrosa, que ha costado mucho a ambas instituciones, porque los efectivos han tenido que dedicarse a algo para lo que no fueron adiestrados. Eso viene en demérito de su capacitación como soldados.
Sostiene: El fuero de guerra no es, por ningún motivo, ventaja para los militares, en ningún caso. El efectivo que es sentenciado a más de dos años de prisión pierde derechos, pensión y sueldo. Todo”.
–Hay quienes afirman que con ellos en labores de seguridad pública se está militarizando el país.
–Eso no es cierto. Militarizar es cuando el Presidente de la República o un jefe de Estado expide un decreto por el cual militariza una corporación, un organismo, una policía, y a partir de ese momento todos los miembros de ese órgano quedan sujetos al Código de Justicia Militar.
Habrá muchos militares y marinos en la calle, pero eso no es militarizar el país.
–El general Galván hizo un llamado al Congreso, durante la celebración de la Marcha de la Lealtad, para que se lleven a cabo reformas.
–Sí, pero no le hicieron caso.
–¿Por qué es importante para la Sedena que se modifique el marco legal?
–Por el apoyo que necesitan soldados y marinos para actuar (en contra del crimen organizado), respaldo que en estos momentos no tienen.
“Tendría que hacerse una ley que estableciera perfectamente los límites de la actuación de militares y marinos en estas comisiones, pero habría que modificar también la parte de la Constitución que prohíbe a las fuerzas armadas actuar en comisiones ajenas a la disciplina castrense.
En esta campaña mueren soldados y marinos. ¿Qué les dan? Una modestísima pensión a sus deudos. Esos militares han fallecido en el cumplimiento de su deber.
–El Ejército y la Armada han tenido un desgaste muy fuerte en este sexenio.
–Claro. Obviamente, en prestigio y en lo personal. Tienen familia, hijos, esposa.
–Ese desgaste, ¿hasta dónde puede llevar las cosas?
–Por ejemplo, a la falta de adiestramiento, porque están dedicados a una cosa que no es la suya. No hay maniobras ni ejercicios militares. ¿Por qué? Porque la mayor parte del tiempo la pasan atacando ese problema. Por supuesto que es un desgaste para el Ejército y la Armada.
–Este desgaste, por falta de adiestramiento, ¿incide negativamente en el trabajo propio del Ejército?
–Claro, absolutamente. En todos los países modernos hay dos maniobras anuales, en las cuales el Ejército practica acciones ofensivas, defensivas, de retaguardia. En fin. Aquí no se puede hacer eso. Con qué, si están metidos en la campaña contra el narcotráfico.
–Entonces, esta insistencia del alto mando en que se modifique el marco legal ¿no tiene que ver con evitar denuncias contra militares en el futuro por su actuación contra el crimen organizado?
–No, tiene que ver con que en el sexenio próximo se proteja a los soldados de alguna forma, porque están desarmados legalmente y eso no debe ser.
–¿Qué tanto se está tensando la cuerda cuando las fuerzas armadas están cada vez más cansadas?
–Este sexenio ya se termina, pero el gobierno que viene deberá estudiar a las fuerzas armadas, porque no pueden seguir así. Al Ejército lo han desgastado, han jalado la liga hasta el límite y eso va a reventar. ¡Eso no puede ser! Además, ha perdido capacidad operativa. Ahora es el policía uniformado y no debe ser. A muchos no les gustan esas comisiones, porque les causan desprestigio.
Fuente: La Jornada