Francisco Rafael Arellano Félix, el mayor de los hermanos Arellano Félix, fue ejecutado anoche en Los Cabos, Baja California Sur, de acuerdo con fuentes policiacas.
Supuestamente Arellano Félix se encontraba en un festejo familiar en el salón de fiestas Ocean House del hotel Marbella, a donde supuestamente un hombre llegó y le disparó en la cabeza y el tórax.
Otras versiones indican que el atacante llegó disfrazado de payaso.
El homicidio provocó una intensa movilización de elementos de los tres órdenes de gobierno, incluido el Ejército, tras recibirse una llamada al servicio de emergencia.
Aunque no proporcionaron detalles, fuentes de la Procuraduría General de Justicia en Baja California Sur confirmaron el hecho y agregaron que el cuerpo fue identificado por uno de los hijos de Arellano Félix.
Informes de la PGR, de la Procuraduría General de Justicia del Estado y de la Sedena indican que el fallecido portaba una credencial con el nombre de Francisco Arellano Félix.
Francisco Rafael, de 64 años, fue detenido el 7 de agosto de 1980 en San Diego, California por la venta de cocaína a un agente encubierto de la DEA.
El integrante del cártel de Tijuana fue extraditado a Estados Unidos el 16 de septiembre de 2006. En 2007 fue condenado a seis años de cárcel tras declararse culpable del delito de venta de droga.
Luego, en 2008 las autoridades de Estados Unidos le concedieron su libertad por buena conducta y fue repatriado a México por la frontera El Paso-Ciudad Juárez.
Brian White, abogado de Francisco Rafael, dijo que su cliente recibió el beneficio de reducción de condena y obtuvo la libertad condicional.
En los noventa el gobierno de Estados Unidos calificaba a los hermanos Arellano Félix de “criminales apuestos, multimillonarios y despiadados”. En California decían que Ramón, Francisco Rafael, Benjamín y Francisco Javier vestían y hablaban bien, andaban con esmoquin y sólo por su presentación se les abrían muchas puertas.
Francisco Rafael solía publicar desplegados en el periódico El Noroeste, de Culiacán, en los que se decía “creyente en Dios sin ser un tragasantos”; también escribía que el puerto de Mazatlán sería otro si tuviera 10 empresarios tan emprendedores como él. Era propietario de Frankie Oh, una de las discotecas “más grandes y costosas del mundo”.
Los hermanos Ramón, Francisco Rafael, Benjamín y Francisco Javier Arellano Félix se asociaron al principio con los capos Miguel Ángel Félix Gallardo, primo hermano de su madre, con Rafael Caro Quintero e Ismael El Mayo Zambada; también con Manuel Salcido Uzeta, El Cochiloco, asesinado en octubre de 1991 en Guadalajara.
En los noventa movían toneladas de cocaína de Sudamérica y no sólo tenían protección de escoltas, sino que contrataban a policías y a juniors y pandilleros de San Diego para enfrentar a Joaquín El Chapo Guzmán.
La organización de los Arellano Félix se consolidó a finales de los ochenta, tras la captura, el 8 de abril de 1989, de Miguel Ángel Félix Gallardo, el líder del cártel de Guadalajara, organización que se escindió y dio paso a los cárteles de Sinaloa, liderado por El Chapo Guzmán, y de Tijuana, con los Arellano Félix al frente.
Fuente: Proceso| La Redacción