Carlos Alberto Carbajal, fotógrafo del diario de Guerrero El Sur, fue agredido por antimotines de la Policía Federal, y su equipo de trabajo fue destruido y robado durante la cobertura de la marcha de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg).
Además de él, varios compañeros de otros medios de comunicación de Acapulco sufrieron agresiones de diferentes niveles de gravedad. En su caso, Carlos Alberto fue golpeado en la cabeza con un tubo por un agente federal; sin embargo, traía puesto un caso, por lo que pudo amortiguar el golpe.
El fotoreportero narró que durante la cobertura del desalojo del magisterio, que se prolongó durante casi todo el día, fue agredido, pese a identificarse como prensa.
“Soy prensa”, gritó. “Nos vale verga, de todos modos de vamos a partir la madre”, le respondieron los policías.
En la denuncia que el fotógrafo presentó esta tarde ante autoridades de derechos humanos dijo que cuando los elementos de seguridad se dieron cuenta de que estaba tomando fotografías, se abalanzaron contra él, lo golpearon en la cabeza y lo jalaron de la camisa, por lo que cayó al suelo; le rompieron la cámara y cuando pidió que lo dejaran regresar por ella, elementos contestaron “pásale, pero te va a cargar la verga”, contó.
“Un antimotines y me golpeó con un tubo en la cabeza”, contó. “El golpe me aturdió, me quitaron la cámara y la azotaron contra el suelo. Me intentaron tirar, me jalaron la camisa para que me cayera. Me zafé de ellos y corrí; seguí gritando, “soy prensa”, “nos vale verga, de todos modos de vamos a partir la madre”, me respondieron.
“Me regresé y vi que se me venían encima otros antimotines, me comenzaron a perseguir y corrí hacia la tienda Chedraui. Ya no me siguieron”, prosiguió.
Alberto Carbajal también manifestó que cuando se reunió con otros colegas, vio a todos “desbalagados” y a un maestro golpeado; los reporteros lo ayudaron a levantarse y lo llevaron a un centro comercial cercano, donde los rodearon otros policías y les pidieron que se identificaran. “Somos prensa”, respondieron. Policías preguntaron quién era el profesor golpeado, ellos respondieron que no lo conocían; en seguida, los policías lo metieron un una camioneta.
“Media hora después me pude comunicar con algunos compañeros. Nos reunimos en el Fórum y volvimos hacia el lugar donde me agredieron. Ya no estaba mi cámara, la levantaron y se la llevaron”, acusó.
Después del altercado, el fotógrafo puedo hablar con Eric Castro Ibarra, que dijo ser delegado de Gobernación en Guerrero, a quien le contaron los hechos; él y otros colegas que también cubrían las protestas. El funcionario ofreció una cita con ellos, para negociar cómo repararán el daño al equipo dañado y robado. El reportero expresó que exige respeto a su trabajo, porque aunque se identificó como “prensa”, fue ignorado
Fuente: Sin Embargo| La Redacción