Se reúnen en Oaxaca 400 delegados de pueblos de Chiapas, DF, Jalisco, Edomex y Veracruz
Denuncian complicidad de autoridades en proyectos que contaminarían sus lagunas y mares
San Mateo del Mar, Oaxaca, 26 de noviembre. Para repetir el “ya basta” del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) e impedir que empresas extranjeras invasoras se apoderen de sus tierras y recursos naturales, se reunieron en esta comunidad ikoots (huave) unos 400 delegados de pueblos indígenas de Chiapas, Distrito Federal, Jalisco, estado de México, Veracruz y Oaxaca, integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI).
Durante la inauguración del Taller de diálogo y reflexión sobre los impactos de las empresas trasnacionales en las regiones indígenas de México, convocado por las autoridades municipales y agrarias de este municipio, diversos delegados coincidieron en que hay una embestida de firmas extranjeras que pretenden apoderarse de tierras para construir parques eólicos, presas hidroeléctricas, acueductos y carreteras, así como explotar la biodiversidad y los recursos naturales, como los minerales y el agua.
Durante el encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de “todos los hermanos indígenas caídos” en la defensa de la tierra y el territorio.
Al dar la bienvenida a los participantes, José Gutiérrez, presidente del comisariado de bienes comunales de San Mateo del Mar, subrayó que se discutirán estrategias conjuntas de acción y que las palabras de los delegados fraternos en este encuentro “serán semilla para que otra vez florezca la resistencia de nuestros pueblos”.
Esta comunidad de agricultores y pescadores está ubicada a unos 20 kilómetros de Salina Cruz, la capital petrolera oaxaqueña, en la región más ventosa del Istmo de Tehuantepec.
Precisamente esa cualidad es la que la ha hecho apetecible para las trasnacionales –sobre todo españolas– de energía, para instalar el corredor eólico del istmo (CEI), proyecto al que manifiestan resistencia diversos grupos en Unión Hidalgo, Juchitán e Ixtepec, pero al cual San Mateo del Mar dijo “radicalmente no, por consenso de la asamblea comunitaria”, informó Gutiérrez.
“Somos la única comunidad que no se ha manchado con la corrupción de los diferentes niveles de gobierno, por las prebendas y regalos que ofrecen las empresas”, que han sido protegidas por los mandatarios (oaxaqueños), desde José Murat, Ulises Ruiz y ahora Gabino Cué, añadió.
Aseveró que a pesar de lo que afirma el gobierno estatal, en el istmo no existe una paz verdadera, sino que se vive en “permanente zozobra” por los conflictos territoriales existentes entre San Mateo –también ikoots– y Santa María del Mar por el traslape de límites de sus resoluciones de reconocimiento y titulación de predios.
Mencionó asimismo el conflicto en los Chimalapas, por la entrega de predios a ejidos chiapanecos sobre las tierras comunales zoques de San Miguel y Santa María Chimalapas, los cuales “son permidos por los gobiernos para después criminalizar los movimientos sociales y a las comunidades”.
El presidente municipal de San Mateo del Mar, Francisco Valle, enfatizó que la negativa de la comunidad al parque eólico fue para evitar la contaminación de sus lagunas, mares y territorio, y porque no están de acuerdo en que las trasnacionales les prohiban sembrar o perforar un pozo, o dejar crecer un árbol en sus tierras, como está ocurriendo en otras comunidades.
Bettina Cruz, de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio, indicó a su vez que la firma española Preneal se quiere apoderar de toda la laguna superior e inferior de la zona ikoots y ya vendió la energía eléctrica que se va a generar a empresas como Coca Cola y la cervecera Heineken.
En Unión Hidalgo –añadió–, la empresa Renovalia utiliza paramilitares para proteger sus bienes, ante el rechazo de un grupo de propietarios de tierras que se han dado cuenta de que firmaron “contratos fraudulentos”, sin consulta a la comunidad, vulnerando los derechos de los hombres y mujeres indígenas, “con la protección de los tres niveles de gobierno”.
A su vez, Álvaro Román, Francisco Sánchez y Ceyla Cruz, representantes de San Miguel Chimalapa, manifestaron su “indignación” ante el hecho de que el gobernador oaxaqueño se haya sentado a negociar con el titular de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré, y con el gobernador de Chiapas, Juan Sabines, una posible solución al conflicto de los Chimalapas, sin que ellos estuvieran presentes, los directamente interesados, y sin que hasta la fecha les hayan informado los términos de dicha negociación.
Recordaron que desde el 19 de octubre realizan actos de resistencia pacífica para lograr una solución al problema por las autoridades federales y estatales, bloqueando el acceso al ejido chiapaneco de Díaz Ordaz, a cuyos integrantes han ofrecido “regalarles la tierra, pero que se reconozcan como comuneros chi- malapas, sin dejar de ser chiapanecos”, a lo que se oponen fuertes intereses de ganaderos y talamontes de Cintalapa.
Ahora temen que se esté preparando un desalojo violento del bloqueo citado.
Fuente: La Jornada