sábado, 15 de octubre de 2011

Hambruna amenaza a 60 mil en el agro de Durango

La sequía, causa de la escasez, la cual orilla a robar hasta vacas flacas

“No es abigeato, es saqueo por necesidad”: alcalde

El gobierno estatal colecta víveres

Durango, Dgo. La sequía que azota la entidad desde hace más de un año ha provocado que al menos 60 mil habitantes del campo sufran grave escasez de alimentos, por lo que el gobierno del estado inició una colecta de víveres en esta capital, con el fin de enviarlos a familias de la zona rural. “Hay que evitar la hambruna”, dijo el gobernador Jorge Herrera Caldera.

En el Colegio de Bachilleres La Forestal, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) inició la colecta para atender las necesidades de al menos 169 comunidades rurales del semidesierto –en el norte–, la zona indígena, Los Llanos y el valle del Guadiana.

Marco Antonio Aguilar Martínez, director del DIF, comentó que es de “gravedad” la situación, por lo que es momento de actuar, antes de que se llegue a la hambruna.

Raúl Piedra Macías, alcalde de Poanas, informó que la escasez en algunas comunidades del municipio ha orillado a los lugareños a robar vacas flacas en algunos ranchos para tener qué comer. “Ya no es abigeato, es saqueo por necesidad”, apuntó.

“El ganado se encuentra flaco y poco a poco va muriendo. Por eso quienes se lo roban para comérselo sólo se adelantan a lo que va a suceder, sin que ello justifique la acción”, comentó el edil.

La colecta de víveres arrancó este viernes y concluirá el próximo día 28. La plaza de armas y las oficinas del DIF serán los sitios de acopio. También habrá visitas a escuelas para pedir el apoyo de alumnos y padres de familia.

Al mismo tiempo, todas la secretarías del gobierno estatal realizarán actividades para recolectar provisiones, que serán entregadas al DIF, y éste a su vez hará despensas para enviarlas a los poblados rurales.

Aguilar Martínez destacó que en los recorridos realizados por personal del DIF se ha detectado la escasez de alimentos en al menos 60 mil habitantes, pero no se descarta, abundó, que la cifra aumente. Por lo pronto, agregó, ya se atienden las comunidades donde hay dificultades para conseguir que comer.

En rueda de prensa, Herrera Caldera aclaró que aún no existe hambruna en Durango, pero que el gobierno a su cargo y el DIF trabajan para evitar llegar a ese extremo.

Se malogran cosechas

A su vez, Carlos Matuk López de Nava, secretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la entidad, apuntó que en Durango unas 170 mil hectáreas de siembra de frijol son de productores que utilizan la cosecha para autoconsumo.
Sin embargo, este año la falta de agua ha provocado que ciento por ciento de estas tierras se hayan visto afectadas; muchos no sembraron y a otros se les secó la planta ante la escasez de lluvias.

Esta situación ha propiciado que los pobladores afectados busquen ayuda. Algunos, agregó el funcionario, aún tienen algo de frijol guardado de la cosecha del año pasado, pero la mayoría ya no, por lo que requieren programas de empleo temporal para mitigar los efectos de la sequía.

Cría de ganado y siembra, dañadas

La sequía en Durango ha provocado que de 240 mil hectáreas habitualmente destinadas al cultivo de frijol, este año sólo se sembraran unas 180 mil.

De éstas, ciento por ciento sufrió daño por la falta de lluvias, pero sólo 60 por ciento presenta pérdida total; en el restante 40 el perjuicio es menor, pero aun así el grano será de baja calidad.

Para cultivo de maíz se destinan unas 220 mil hectáreas, de las cuales se sembraron 170 mil, y todas sufrieron daños; aunque no se logró el grano, sí se usa como forraje.

En cuanto a la siembra de avena forrajera, en 2011 el número de hectáreas creció de 116 mil a 145 mil. Pero la ausencia de lluvias ocasionó que un porcentaje elevado de las cosechas no prosperaran y la producción fuera mínima.

Por lo que hace a la ganadería, el hato es de un millón 100 mil cabezas. Hasta ahora, según Herrera Caldera, Durango es de las entidades que menos muertes de animales registra, con más de 10 mil.

No obstante, 80 por ciento del ganado está flaco, y ante la falta de alimento tanto en los agostaderos como de pacas de alfalfa, aunado a la carencia de agua, los criadores venden los animales en pie a un precio hasta de cuatro pesos por kilo, cuando la tarifa normal oscilaba entre 10 y 12 pesos.

Son “ventas desesperadas”, señaló Heriberto Quiñones, presidente de la Unión Ganadera de Durango, quien explicó que el productor prefiere ganar unos pesos antes de que los animales se mueran. Algunas reses están tan flacas que sólo sirven para carne de hamburguesas, indicó.




Fuente: La Jornada