lunes, 10 de octubre de 2011

El proceso de extinción de LFC ha costado al país cerca de $10 mil millones de pesos

La CFE solicitó a la Cámara de Diputados una partida de $67 mil millones para contratos con trasnacionales

A ello se suman los $12 mil millones por liquidaciones, con los que se habrían podido pagar sueldos de todos los electricistas del SME durante cinco años

El call center que se abrió para atender quejas, que suman miles, ha significado otra erogación por un monto de $21 millones
A dos años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), contrariamente a lo que ofreció el gobierno federal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha mejorado el servicio y ha encarecido las tarifas a tal grado que la empresa enfrenta miles de demandas y descontento social por los cobros excesivos. La paraestatal ha debido pagar a cientos de contratistas casi 3 mil millones de pesos por servicios y otros 2 mil millones por obras que antes hacían los trabajadores.

El call center que se estableció para atender quejas y denuncias de los usuarios ha tenido un costo de 21 millones de pesos.

En los 24 meses que han transcurrido desde la desaparición de LFC, mismos que se cumplen este 11 de octubre, el gobierno federal no logró apagar la lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ni tampoco ha podido cerrar los expedientes laboral ni legal con esa organización, que representa a los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron.

Copias de documentos del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), proporcionadas por jubilados del gremio, revelan que desde octubre de 2009 el gobierno federal pagó más a contratistas, empresas privadas, viáticos y salarios de trabajadores traídos de otros estados que el costo laboral de la plantilla que tenía LFC. Sólo de viáticos se erogaron más de mil 900 millones de pesos, y otros 2 mil 300 por pago de servicios personales a trabajadores de la CFE que han laborado para la zona centro del país.

En total, el proceso de extinción de LFC ha costado al país cerca de 10 mil millones de pesos, más 12 mil de liquidaciones, con lo cual se hubieran podido pagar los sueldos de todos los trabajadores de la paraestatal durante cinco años, según revela la información oficial.

Adicionalmente, la CFE está solicitando a la Cámara de Diputados una partida presupuestal de 67 mil millones de pesos para pagar los contratos de generación de electricidad a empresas trasnacionales en 2012. Dichas transferencias “son un verdadero atraco a la nación, porque el país cuenta con un margen de reserva de energía de 47 por ciento de su capacidad instalada que podría utilizarse para ahorrar este cobro e incluso bajar las tarifas”, según expuso el SME.

Es decir, el gobierno de Felipe Calderón no ha tenido ningún ahorro; ha erogado más para dar un servicio peor; desapareció por la vía de los hechos el subsidio a los usuarios; no ha recuperado las cuentas por cobrar que dejó LFC, y no mantuvo un control de los inventarios que dejó esta empresa.

Asimismo, “seguirá pagando el costo político de sacrificar a 44 mil trabajadores que siguen en el desempleo”, señaló el abogado del sindicato, Manuel Fuentes, quien planteó que continúan vigentes los litigios laborales por reinstalación de los 16 mil 599 trabajadores que no se liquidaron. “Otros despachos llevan miles de juicios de trabajadores que se liquidaron y que están demandando diferencias en su pago y también reinstalaciones. Los pleitos no han cesado”, dijo.

Lejos de todos los pronósticos y tras dos años de movilización, marchas, mítines, huelgas de hambre, plantones, alianzas y otras acciones, los trabajadores que siguen en la lucha no se han cansado. Para que levantaran el plantón que mantuvieron en el Zócalo durante medio año, el gobierno federal volvió a sentarse a negociar con el SME y se comprometió a que antes del 30 de noviembre del presente año los miles que continúan en resistencia se-rían reinsertados laboralmente. La Secretaría del Trabajo entregó la toma de nota al comité ejecutivo encabezado por Martín Esparza, y la Procuraduría General de la República le regresó las cuotas sindicales.
“Este sindicato va a librar el sexenio y muchos más”: Esparza

En sus oficinas de Insurgentes 98, Martín Esparza habla de lo que ha sido esta lucha: “Hemos estado dos años en las calle y vamos a resistir todo lo que sea necesario. Nadie pensó que íbamos a manternos, ya nos habían comprado el ataúd, pero no nos morimos; estamos más vivos que nunca. La estrategia del gobierno de Felipe Calderón por extinguir el sindicato fracasó y los argumentos que dio Calderón para liquidar LFC se fueron al bote de la basura. Ahora tenemos la representación legal, la toma de nota, el contrato colectivo está vigente y no vamos a parar hasta que recuperemos el empleo”.

–¿Ha sido alto el costo de la resistencia para los trabajadores?

–El costo de la extinción de LFC no sólo lo han pagado los trabajadores, sino también el pueblo, las empresas, con incrementos de 100, 500 y hasta mil por ciento del costo del servicio; con la persecución y encarcelamiento de los que no pueden pagar; con el mal servicio. Lo han pagado hasta los trabajadores contratistas, con accidentes y muertes.

–¿Confías en que el gobierno cumpla su promesa de reinsertarlos laboralmente?

–Confío en la lucha de los electricistas, en la movilización. Estamos decididos a no dejar perder un sindicato que tiene 97 años.

–¿Cuáles son los caminos de salida del conflicto?

–Está la salida laboral, si se reconoce la figura de patrón sustituto por parte de la CFE. Está la legislativa, si se aprueba la iniciativa presentada en el Congreso de la Unión para crear un nuevo organismo público que dé servicio a la zona centro del país; y hay otras, como crear una generadora de electricidad para el Distrito Federal. El costo de regresar a trabajar a los más de 16 mil esmeítas en resistencia es de 2 mil 500 millones de pesos anuales y las ventas de electricidad en esta zona son superiores a 55 mil millones. El problema no es económico; se requiere voluntad política para resolver.

En esta lucha cada trabajador tiene una historia por contar. En 730 días cumplidos de la desaparición de LFC, tanto para los 16 mil 599 que no aceptaron liquidarse como para los 28 mil 747 que sí lo hicieron, los saldos de quedar sin empleo, además de económicos, han sido personales, por separaciones, enfermedades y más.

Los ex trabajadores de la Coalición de Jubilados del SME señalan que el gobierno los engañó y no les cumplió. En tanto, los sindicalizados activos están a la espera de volver a trabajar el 30 de noviembre o regresar a la calle... a la movilización.




Fuente: La Jornada