La zona de influencia política del Sindicato Mexicano de Electricistas en la sierra noroccidental poblana ha convertido a los municipios en un territorio prohibido para la Comisión Federal de Electricidad.
Se trata de una parte importante del estado donde la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) ofrecía el suministro de energía eléctrica a municipios de la entidad y del vecino estado de Hidalgo.
La polémica decisión del gobierno federal de desaparecer la paraestatal sigue causando estragos a los usuarios poblanos.
En el municipio de Huauchinango, por ejemplo, el Hospital General que atiende a más de medio millón de habitantes de 12 municipios, están sin electricidad desde hace 15 días.
Se trata de una falla inaudita para un centro hospitalario donde está en juego la vida y salud de miles de personas. Ni en conflictos bélicos un hospital está son electricidad tanto tiempo.
Pero nadie hace nada porque se trata de un territorio dominado por el SME que ha impedido la presencia de técnicos de la CFE de la División Centro Oriente.
Como si fuera un territorio liberado del “comandante” Martín Esparza, a esta zona no ingresan ni el Ejército Mexicano ni la Policía Federal para restablecer el servicio en torno a la infraestructura hidroeléctrica de la presa Necaxa.
Los técnicos de la Comisión Federal de Electricidad no son enviados al auxilio de los usuarios porque temen ser golpeados y poner en riesgo su vida por el simple hecho de poner un pie en la zona.
Son los sobrevivientes técnicos del SME quienes realizan trabajos de mantenimiento y reparación de las líneas de abastecimiento de electricidad a casas y negocios, recibiendo a cambio pagos voluntarios de los usuarios. ¿Y los recibos de consumo?
No se trata de la compañía Martin&Esparza Corporation, pero como si lo fuera porque son los afiliados al SME quienes controlan el suministro, mantenimiento, reparación y cobro por el servicio, al margen del sistema fiscal.
Se trata de un “territorio libre” en el estado donde no hay ley ni fuerza que pueda impedirlo, en detrimento de la población.
Fuente: Puebla On line
Se trata de una parte importante del estado donde la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) ofrecía el suministro de energía eléctrica a municipios de la entidad y del vecino estado de Hidalgo.
La polémica decisión del gobierno federal de desaparecer la paraestatal sigue causando estragos a los usuarios poblanos.
En el municipio de Huauchinango, por ejemplo, el Hospital General que atiende a más de medio millón de habitantes de 12 municipios, están sin electricidad desde hace 15 días.
Se trata de una falla inaudita para un centro hospitalario donde está en juego la vida y salud de miles de personas. Ni en conflictos bélicos un hospital está son electricidad tanto tiempo.
Pero nadie hace nada porque se trata de un territorio dominado por el SME que ha impedido la presencia de técnicos de la CFE de la División Centro Oriente.
Como si fuera un territorio liberado del “comandante” Martín Esparza, a esta zona no ingresan ni el Ejército Mexicano ni la Policía Federal para restablecer el servicio en torno a la infraestructura hidroeléctrica de la presa Necaxa.
Los técnicos de la Comisión Federal de Electricidad no son enviados al auxilio de los usuarios porque temen ser golpeados y poner en riesgo su vida por el simple hecho de poner un pie en la zona.
Son los sobrevivientes técnicos del SME quienes realizan trabajos de mantenimiento y reparación de las líneas de abastecimiento de electricidad a casas y negocios, recibiendo a cambio pagos voluntarios de los usuarios. ¿Y los recibos de consumo?
No se trata de la compañía Martin&Esparza Corporation, pero como si lo fuera porque son los afiliados al SME quienes controlan el suministro, mantenimiento, reparación y cobro por el servicio, al margen del sistema fiscal.
Se trata de un “territorio libre” en el estado donde no hay ley ni fuerza que pueda impedirlo, en detrimento de la población.
Fuente: Puebla On line
