En su campamento, los ex empleados de LyFC venden diversos productos, como frituras y bebidas
Por considerar que afectan la imagen del Zócalo, obstruyen la vía pública y ejercen el ambulantaje, representantes de organizaciones de comerciantes establecidos del Centro Histórico urgieron al Gobierno del DF a retirar el plantón del SME.
En entrevistas por separado, Jorge Espinosa, representante del Consejo de Asociaciones de Vecinos y Comerciantes del Centro Histórico, y Antonio Sánchez, vocero de la organización de Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico (Procéntrhico), coincidieron en que el plantón del Sindicato Mexicano de Electricistas ahuyenta a turistas y clientes de los comercios establecidos por igual.
"El plantón del SME no sólo afecta la imagen del Zócalo, también a quienes transitamos, a pie y en carro, por ahí porque se han apoderado de la explanada y de los alrededores, con sus carpas y vehículos estacionados sobre la avenida e incluso en la plancha.
"Son un mal ejemplo porque reflejan la impunidad que impera en la Ciudad, pues el Zócalo, que es una plaza pública, es suyo, ahí comen, duermen, defecan y ahora también ejercen el comercio informal. En pláticas informales con autoridades del Gobierno, les hemos pedido que los retiren, pero nos dicen que están ahí por cuestiones políticas, y creemos que eso no es válido", expresó Espinosa.
Para Procéntrhico, la presencia de los manifestantes del SME afecta a los comercios establecidos de la zona porque cada vez es mayor el malestar que provocan en los visitantes del Centro Histórico, quienes ya no muestran interés por pasear por el Zócalo.
"Los comerciantes que están agremiados en Procéntrhico se han quejado ante nuestro consejo porque el plantón ahuyenta al turismo, nacional y extranjero, y eso genera pérdidas para los establecimientos de la zona porque muchos de los visitantes del Centro Histórico acuden a la zona a comprar.
"Con su vendimia, los integrantes del SME violan el bando número 8, que prohíbe ejercer el comercio informal en el Centro Histórico, y el programa que el Gobierno del DF implementó para limpiar de ambulantes el Perímetro A, por eso creemos que hay suficientes elementos para retirarlos", expuso Sánchez.
REFORMA publicó ayer que de las más de 80 carpas que integran el plantón del SME en la Plaza de la Constitución, 35 son utilizadas como puestos ambulantes para vender comida, ropa usada, refrescos, cosméticos y recuerdos del movimiento de protesta de los electricistas.
El 3 de marzo de este año, los integrantes del SME instalaron su plantón de manera permanente, y a los pocos días comenzaron con la venta, confesaron algunos de ellos.
El campamento del SME es utilizado por decenas de ex trabajadores de la LyFC para pernoctar en catres y colchones que están dentro de las carpas, donde además hay parrillas y tanques de gas que usan para cocinar su comida y la que venden, según se observó durante la visita.
Los precios de la mercancía que venden los manifestantes van de los 8 a los 80 pesos. Por ejemplo, un café cuesta 8 pesos; un refresco, 8.50; una película o un disco pirata, 10, al igual que una tostada; una gorra con logo del sindicato, 50, y una playera, también alusiva a su movimiento, cuesta 60 y 80 pesos.
Desde el inicio del plantón, la Secretaría de Gobierno descartó retirar a los inconformes, por considerar que ejercen su libre derecho a la manifestación, sin embargo, esa misma dependencia es la encargada de mantener el Centro Histórico libre de ambulantes.
Fuente: Terra
Por considerar que afectan la imagen del Zócalo, obstruyen la vía pública y ejercen el ambulantaje, representantes de organizaciones de comerciantes establecidos del Centro Histórico urgieron al Gobierno del DF a retirar el plantón del SME.
En entrevistas por separado, Jorge Espinosa, representante del Consejo de Asociaciones de Vecinos y Comerciantes del Centro Histórico, y Antonio Sánchez, vocero de la organización de Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico (Procéntrhico), coincidieron en que el plantón del Sindicato Mexicano de Electricistas ahuyenta a turistas y clientes de los comercios establecidos por igual.
"El plantón del SME no sólo afecta la imagen del Zócalo, también a quienes transitamos, a pie y en carro, por ahí porque se han apoderado de la explanada y de los alrededores, con sus carpas y vehículos estacionados sobre la avenida e incluso en la plancha.
"Son un mal ejemplo porque reflejan la impunidad que impera en la Ciudad, pues el Zócalo, que es una plaza pública, es suyo, ahí comen, duermen, defecan y ahora también ejercen el comercio informal. En pláticas informales con autoridades del Gobierno, les hemos pedido que los retiren, pero nos dicen que están ahí por cuestiones políticas, y creemos que eso no es válido", expresó Espinosa.
Para Procéntrhico, la presencia de los manifestantes del SME afecta a los comercios establecidos de la zona porque cada vez es mayor el malestar que provocan en los visitantes del Centro Histórico, quienes ya no muestran interés por pasear por el Zócalo.
"Los comerciantes que están agremiados en Procéntrhico se han quejado ante nuestro consejo porque el plantón ahuyenta al turismo, nacional y extranjero, y eso genera pérdidas para los establecimientos de la zona porque muchos de los visitantes del Centro Histórico acuden a la zona a comprar.
"Con su vendimia, los integrantes del SME violan el bando número 8, que prohíbe ejercer el comercio informal en el Centro Histórico, y el programa que el Gobierno del DF implementó para limpiar de ambulantes el Perímetro A, por eso creemos que hay suficientes elementos para retirarlos", expuso Sánchez.
REFORMA publicó ayer que de las más de 80 carpas que integran el plantón del SME en la Plaza de la Constitución, 35 son utilizadas como puestos ambulantes para vender comida, ropa usada, refrescos, cosméticos y recuerdos del movimiento de protesta de los electricistas.
El 3 de marzo de este año, los integrantes del SME instalaron su plantón de manera permanente, y a los pocos días comenzaron con la venta, confesaron algunos de ellos.
El campamento del SME es utilizado por decenas de ex trabajadores de la LyFC para pernoctar en catres y colchones que están dentro de las carpas, donde además hay parrillas y tanques de gas que usan para cocinar su comida y la que venden, según se observó durante la visita.
Los precios de la mercancía que venden los manifestantes van de los 8 a los 80 pesos. Por ejemplo, un café cuesta 8 pesos; un refresco, 8.50; una película o un disco pirata, 10, al igual que una tostada; una gorra con logo del sindicato, 50, y una playera, también alusiva a su movimiento, cuesta 60 y 80 pesos.
Desde el inicio del plantón, la Secretaría de Gobierno descartó retirar a los inconformes, por considerar que ejercen su libre derecho a la manifestación, sin embargo, esa misma dependencia es la encargada de mantener el Centro Histórico libre de ambulantes.
Fuente: Terra