Llegan agentes estatales y federales; obstruyen paso a bosques
Morelia, Mich. Mujeres, jóvenes y niños marcharon en silencio este miércoles desde los cuatro barrios de la comunidad de Cherán hasta la plaza pública para pedir que vuelva la tranquilidad al poblado purépecha, amenazado por la delincuencia organizada y talamontes desde hace aproximadamente una década.
Encabezados por los integrantes del concejo mayor, más de 4 mil cheranenses caminaron en silencio hasta la iglesia de San Francisco. No hubo consignas ni demandas. Continúan a la espera de que las autoridades frenen la ola de violencia, que el 8 de julio cobró las vidas de los comuneros Urbano Macías Rafael y Guadalupe Jerónimo Velázquez.
En abril de 2011 la comunidad enfrentó a talamontes que saqueaban madera de sus montes. También desconocieron a sus autoridades municipales, se atrincheraron en el pueblo y en febrero integraron un gobierno electo por usos y costumbres.
Este mediodía arribaron a los alrededores de Cherán dos patrullas federales y 10 estatales para reforzar la vigilancia, informó el concejero comunal José Trinidad Ramírez. Los policías se instalaron en las salidas a Nahuatzen, Paracho y Santa Cruz Tanaco.
En tanto, empleados de la Secretaría de Obras Públicas estatal cavaron con maquinaria pesada zanjas que impiden el paso de vehículos al bosque.
Los 12 integrantes del concejo mayor consideran prioritario que los gobiernos federal y estatal detengan la violencia, castiguen a los homicidas de los dos comuneros y frenen la tala ilegal, que ha acabado con casi 20 mil hectáreas y amenaza las 7 mil restantes.
José Trinidad Ramírez, integrante del concejo mayor de Cherán, comentó que en la reunión del martes con el subsecretario de Gobernación, Obdulio Ávila Mayo, entregaron un documento que incluía las medidas que empezaron a aplicarse y les prometieron instalar una base de operaciones mixtas en las inmediaciones del pueblo.
Fuente: La Jornada