Crece deuda de la empresa por la estrategia de privatización a favor de trasnacionales
Los pasivos de la paraestatal ascienden a 850 mil millones al cierre del segundo trimestre
Bajo la estrategia de privatización definida en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desde hace dos décadas, al cierre del primer semestre de este año la paraestatal tiene formalizados 25 contratos con inversionistas privados en operación comercial, denominados productores independientes de energía. De ellos, con 22 tiene la obligación de pagar 180 mil 548 millones de pesos, equivalentes a 13 mil 465 millones de dólares, para garantizar el servicio de suministro eléctrico.
Informes oficiales de la CFE detallan que también se encuentran en operación comercial otros tres contratos con inversionistas privados eólicos, donde a diferencia de los otros contratos se obliga a la CFE a pagar sólo por la energía eólica generada y entregada.
En los 22 contratos con empresas transnacionales como las españolas Unión Fenosa, Ibedrola, las estadunidenses Applied Energy Services e Intergen y la canadiense Trasalta, entre otras, la CFE está obligada a cuantificar el monto de adquisición de las plantas generadoras cuando ocurra algún evento contingente que sea tipificado de fuerza mayor en los términos de cada contrato, aplicable desde la etapa de construcción hasta el vencimiento de los contratos.
Adicionalmente, la CFE tiene que enfrentar pagos por cargos fijos por capacidad de generación de energía, así como cargos variables por operación y mantenimiento de las plantas generadoras, los cuales se determinan conforme a términos variables, aplicables desde la etapa de pruebas de arranque hasta el vencimiento de los contratos, los cuales tienen una vigencia de entre 20 y 25 años.
Estos contratos contienen una cláusula de contingencia, mediante la cual la CFE se compromete a pagar al inversionista el valor de sus activos a la fecha en que se diera alguno de los riesgos inherentes de incumplimiento establecidos. El monto total de contingencia real de proyectos en operación y construcción asciende a 72 mil 998 millones de pesos.
Además, existen compromisos adicionales para la CFE en caso de alguna terminación de contrato anticipada, por 67 mil 938 millones de pesos, unos 5 mil 67 millones de dólares. Estas importantes erogaciones son resultado de la estrategia de incorporar a productores privados de energía eléctrica para completar la demanda.
En el caso de los proyectos eólicos como Oaxaca I, La Venta III y Norte II, el monto de contingencias está pendiente de ser recibido por el área de Proyectos de Inversión Financiada de la CFE, encargada de calcularlos, pero se estima que puedan ascender a unos 4 mil 506 millones de pesos.
Mientras se acentúa la embestida del capital privado trasnacional, ahora también al participar en la construcción de líneas de transmisión y subestaciones mediante contratos de obra pública financiada y en contratos para el suministro de gas natural a las plantas de ciclo combinado que utilizan este energético para operar, el gobierno federal otorga cada vez menos apoyo presupuestal a la CFE. Por ello, la empresa debe acudir a los mercados de capitales nacionales y extranjeros para completar programas de expansión productiva y mantenimiento.
Al cierre del segundo trimestre de 2012 los pasivos totales de la CFE ascendieron a 849 mil 467 millones de pesos, un crecimiento de 92 mil 699 millones o 12.24 por ciento con respecto a los pasivos por 756 mil 768 millones registrados a junio de 2011.
El pasivo a corto plazo subió en 22 mil 700 millones, 23.9 por ciento, principalmente por el aumento en proveedores y contratistas por 6 mil 693 millones de pesos; en pasivos por fideicomisos de 5 mil 408 millones; en depósitos varios por 2 mil 861 millones; en Pidiregas por mil 997 millones; en IVA por pagar, de mil 408 millones, y en otros rubros, por 4 mil 333 millones de pesos.
El pasivo a largo plazo aumentó en 32 mil 495 millones de pesos, 14.2 por ciento, debido a la contratación de deuda interna y externa por 32 mil 611 millones de pesos (19 mil millones nacionales y 13 mil 611 millones extranjeros), contratación de deuda Pidiregas de 4 mil 387 millones y aumento de deuda externa y con productores externos por pérdidas cambiarias del orden de 12 mil millones, así como disminuciones por traspasos de vencimientos a corto plazo por 16 mil 868 millones de pesos.
La consecuencia es la recurrente inversión privada, principalmente trasnacional, a costa de un crecimiento del endeudamiento, para construir, rehabilitar y dar mantenimiento a la la red eléctrica nacional, que antes se hacía con recursos propios, lo que refleja un proceso paulatino y constante de descapitalización promovido desde el Estado.
Fuente: La Jornada