El periodista michoacano Edgardo Morales, autor del libro Palabra de caballero. Los Caballeros Templarios, un movimiento insurgente, denunció este sábado que está siendo acosado por el Ejército Mexicano, específicamente por el comandante de la 43 Zona Militar con sede en Apatzingán, Michoacán.
Aseguró que de continuar los amagos presentará una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
En entrevista, Morales, dijo:
“Apenas tengo 15 días de que salió a la luz pública el libro y ya soy objeto de persecuciones y amenazas por parte del gobierno federal y sus policías, al grado de que me tuve que cambiar de Apatzingán, con todo y mi familia; de Hidalgo tuve que salir casi huyendo pues llegaron encapuchados con uniformes de policía donde presentaba el libro.
“Un tal teniente González pide, exige y demanda que me presente en el cuartel de la 43 Zona Militar de Apatzingán, con el general de brigada diplomado Estado Mayor, Miguel Ángel Patiño Chanchola, para interrogarme sobre cómo y dónde hice el libro”.
Morales asegura que esta es una clara violación a la libertad de expresión, pues él como periodista sólo hizo un libro y “desconoce el lugar y a quiénes vio”, puntualizó.
“Nunca he tenido problemas con autoridad alguna, ni proceso penal; no he sido vocero de nadie; no conozco a El Chayo (en referencia a Nazario Moreno González, el fallecido líder de La Familia Michoacana), ni me hubiera gustado conocerlo; tengo temor porque el actual régimen de mi paisano Calderón utiliza la figura de testigos protegidos para condenar a inocentes.
“Pido, exijo y demando que me dejen terminar mi libro con vida, si no el martes voy a presentar una demanda en la CNDH y en Amnistía Internacional, porque desde que salió Palabra de Caballero he sido perseguido, acosado y es preocupante que el gobierno no deje que los periodistas hagamos obras literarias y que no nos dejen trabajar o expresar lo que dicen quienes están a la “defensiva, por la ofensiva” del presidente Calderón, como son los autodenominados Hermandad Templaria”, finalizó Morales.
Fuente: Proceso