Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrentará nuevos escándalos. Ayer, personal de "primer nivel" de la paraestatal pidió por escrito a la PGR, Función Pública y a la Auditoría Superior de la Federación, investiguen transacciones empresariales y licitaciones millonarias hechas por el subdirector de Suministros de la paraestatal, Ramón Guerrero Esquivel.
De acuerdo con la información presentada, Guerrero Esquivel, en su calidad de presidente de la empresa Integrated Trade Systems, con sede en Estados Unidos y filial de Pemex, entre el periodo 2001 y 2007 recibió de la paraestatal cerca de 889 millones de pesos por haber realizado supuestos trabajos especiales respecto de proveer bienes, prestación de servicios y arrendamientos.
De estos recursos, 866 millones 443 mil 231 pesos se sufragaron durante el sexenio del presidente Vicente Fox y 23 millones 108 mil 632 pesos en la actual administración.
Lejos de que el ejecutivo compareciera para explicar el uso de los recursos y una supuesta triangulación a Islas Vírgenes Británicas, Guerrero Esquivel detenta dicha Subdirección, desde donde maneja un importante número de licitaciones.
En esta investigación será determinante la colaboración de la dirección de la paraestatal y de Carlos Rafael Murrieta, de la Dirección Corporativa de Operaciones.
Las fuentes, quienes abrieron el caso por temor a ser involucrados, aseguran que en los próximos días presentarán denuncias formales en la PGR y notificaran a la Función Pública y a la Auditoría Superior de la Federación.
Indicaron que si bien la citada empresa, la mayor de las veces aparece como filial de Pemex, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no figura en el catálogo de entidades descentralizadas.
En la investigación que está por conocerse en las siguientes semanas surgirán las razones sociales de empresas privilegiadas para concursar en licitaciones para surtir a Petróleos Mexicanos de guantes, overoles, equipo de seguridad y protección, entre otros artículos.
También una relación de firmas a las cuales se les obstaculiza el competir porque no dejan dividendos ilícitos.
Fuente: La Prensa