El pasivo de la empresa fue de 718 mil millones de pesos a septiembre de 2011, mayor a los 617 millones de la deuda de largo plazo.
Los problemas financieros que ha registrado la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en los últimos años no se deben a su elevada carga fiscal, sino a las presiones originadas por los pasivos laborales.
De acuerdo a José Antonio Meade, secretario de Hacienda, de las cuatro empresas que maneja la paraestatal sólo la que se dedica a Exploración y Producción está sujeta a un régimen fiscal distinto al que tendría cualquier compañía y aún así después de impuestos es altamente rentable.
“Si no alcanzan las utilidades de Pemex Exploración y Producción a compensar las pérdidas de las empresas donde no hay régimen fiscal distinto, entonces el desbalance en Pemex no se explica por el régimen fiscal”, destacó en un foro organizado por Bloomberg.
Si bien diversos analistas consideran que la carga fiscal en dicha empresa de la paraestatal es muy alta, cerca del 68 por ciento de los ingresos; si se compara con los estándares internacionales está dentro del promedio, aseguró el funcionario.
El régimen fiscal se ha modificado para fortalecer a la empresa de 2005 a la fecha casi una vez cada dos años. Primero para acompañar la estrategia de inversión en aguas profundas, luego en Chicontepec y después en pozos maduros.
Por lo tanto, el desbalance financiero de Pemex se debe a los pasivos laborales que carga desde hace varios años. Al cierre del tercer trimestre de 2011, el pasivo se ubicó en 718 mil millones de pesos, cifra superior al monto de endeudamiento de largo plazo de la paraestatal que asciende a 617 mil millones.
Esto se debe a que el plan de retiro de los trabajadores no está fondeado y, por lo mismo, no es sostenible en el largo plazo. Ante esta situación se requiere una reestructura del pasivo, algo de lo que tienen que hacerse responsables tanto el sindicato como la propia empresa.
Derivado de lo anterior, Pemex ha registrado por ocho trimestres consecutivos un monto de pasivos superior a sus activos, lo que significa un patrimonio negativo.
Fuente: La Razón
