viernes, 7 de octubre de 2011

Se recrudece la persecución contra bases de apoyo zapatistas en los Altos de Chiapas

Grupos oficialistas, aprovechando los tiempos electorales, buscan despojarlos de sus tierras

La ofensiva también pretende obstruir la educación autónoma que se imparte en la zona

San Cristóbal de las Casas, Chis. 6 de octubre. En comunidades tzeltales y tzotziles de los Altos se ha desatado una persecución contra las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y en particular contra la educación autónoma. Los hostigamientos, desencadenados por primera vez en junio y julio de 2010, se recrudecen ahora como síntoma de una inminente fiebre electoral que está adquiriendo en la región un claro carácter contrainsurgente.

Arguyendo diferentes pretextos, grupos oficialistas, bajo influjo clientelar de precandidatos y partidos, pretenden despojar a los zapatistas de sus tierras. Sucede en la selva, la zona Norte, Chilón y Ocosingo, en la forma de artificiales disputas por las tierras recuperadas por los zapatistas después de 1994.

En los municipios oficiales de Tenejapa y San Juan Cancuc, zapatistas pertenecientes al caracol de Oventic se encuentran amenazados y perseguidos en distintas comunidades. En Las Mercedes (Tenejapa), los priístas amagan con desalojarlos y “expropiar” sus tierras.

Según reportan las brigadas civiles de solidaridad que recorrieron diversas regiones autónomas en días pasados para recoger testimonios de las comunidades asediadas, en Las Mercedes la agresión “fue acordada por miembros de la comunidad, que realizaron la división de las tierras” de los zapatistas, a quienes se les ha privado de los servicios de agua y luz.

En junio del año pasado, las familias zapatistas “explicaron formalmente a las autoridades de la comunidad y de la primaria oficial” el inicio de una primaria autónoma, si bien se comprometieron a seguir cooperando “con los trabajos y reuniones en beneficio de toda la comunidad”. Días después, Miguel López Girón y dos hijos suyos fueron citados en la escuela oficial para informarles, de “manera impositiva, que habían designado a uno de los hijos como comité de obras de educación”. Miguel y sus hijos reiteraron “que se iba a empezar la educación autónoma”. El 13 de julio las autoridades oficiales y los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) realizaron una asamblea, y “acordaron amenazas y persecuciones para desalojar a las bases zapatistas”. En agosto demandaron penalmente a estas familias “bajo falsos delitos”, añade el reporte. Al día siguiente la autoridad municipal intentó, sin éxito, arrestar a López Girón.
La junta de buen gobierno (JBG) de Oventic ha manifestado su disposición a dialogar. No así las autoridades oficiales de la comunidad, “quienes agudizaron las provocaciones” y levantaron acusaciones ante la Procuraduría Agraria. En abril de este año determinaron “que si ‘el zapatista’ no se presentaba al tribunal agrario, ellos mismos buscarían vigilar, perseguir, secuestrar o tratar de matar a Miguel”, abunda el reporte.

El 8 de julio de 2011, autoridades de Las Mercedes y sus seguidores cortaron los bajantes de luz de López Girón y María Intzin Méndez, “a pesar de que la pagan y cuentan con sus recibos”. El día 13 de ese mes, un centenar de priístas les cortaron el suministro de agua. Ahora, vigilados y perseguidos, “les bloquean la carretera con piedras para impedir la entrada a su casas, en espera de la orden del mal gobierno y el tribunal agrario para dar paso al despojo y repartición de su tierra”.

Ante ello, los indígenas zapatistas declararon: “Estamos resintiendo que no tengamos luz, agua y tierra, pero vamos a seguir la lucha. Aunque nos quiten las tierras, si se logra de morir se va a morir, si se logra de vivir se va a vivir”.

En tanto, en la comunidad de Cruztón, municipio autónomo San Juan Apóstol Cancuc, 13 familias zapatistas sufren represalias tras establecer allí una escuela autónoma. También privadas de luz y agua, los priístas les niegan acceso a la carretera y a los comercios del poblado.





Fuente: La Jornada