Proponen capitalizar con 350 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, para combatir la crisis.
Las discusiones en la reunión del G20 celebradas en Francia se centraron en definir opciones para dar salida de la crisis europea, ante lo que se sugirió una mayor participación de los BRICS en el Fondo Monetario Internacional, lo que implicaría un cambio en el balance de poderes al interior del fondo.
Los ministros de finanzas de Brasil y Sudáfrica, economías emergentes también llamadas BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), se pronunciaron a favor de una mayor participación en el FMI.
De acuerdo con Reuters, la propuesta de los emergentes es inyectar hasta 350 mil millones de dólares al FMI, lo que permitiría que la institución internacional duplique sus capacidades.
Pravin Gordhan, ministro de finanzas sudafricano, mencionó ante la agencia AFP que “en el momento en que se nos pida estaremos dispuestos a ayudar”.
Sin embargo, el incremento de la participación de los BRICS en el capital del FMI, diluiría la posición reinante que hoy sostiene Estados Unidos en el Fondo; para el economista del CIDE, Raúl Feliz, ésta es una opción “inviable” ya que Estados Unidos no dejará que se diluya su poder además de que las potencias han dicho que Europa debe salir sola de la crisis”.
El statu quo
La sugerencia fue rechazada por Estados Unidos, Alemania e incluso Rusia.
“Los problemas que enfrentan en Europa son complicados, pero claramente dentro de los recursos que Europa tiene”, añadió Geithner ante agencias.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, también rechazó la medida, al igual que el primer ministro ruso ,Vladimir Putin.
“Las principales potencias europeas disponen de los medios para arreglar esos problemas”, dijo el martes Putin.
Este cambio de estrategia del FMI implicaría un nuevo balance en el poder mundial, que para el experto del CIDE, es “inevitable”; sin embargo, se dará en muy largo plazo.
Ante el rechazo, existe una segunda opción para el FMI: captar más capital de los mercados.
“Esto significa que pueda emitir bonos con el respaldo de los 190 países que lo conforman, estos serían AAA y le darían más poder al fondo y mayor capacidad de accionar en una crisis”, aseguró Feliz.
En junio de 2011 el FMI aseguró que la institución podría contribuir con apoyos por 385 mil millones de dólares y su líder Christine Lagarde, aseguró que el fondo tiene potencial para “financiar a países vulnerables”.
México busca soluciones
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, urgió al G-20 a solucionar la deuda de Europa, así como a fortalecer las instituciones financieras de la región y a corregir las debilidades fiscales de las economías más avanzadas.
“Sólo atendiendo eficaz y oportunamente estos problemas podrá reactivarse el crecimiento económico global”, afirmó Carstens en declaraciones previas al inicio de la Cumbre de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G-20 que se realiza en París.
En la reunión de presidente del Grupo de los 20 que se celebrará el 3 y 4 de noviembre en Cannes, Francia, México recibirá la estafeta del liderazgo del grupo.
Banco central se mantiene
La Junta de Gobierno del Banco de México advirtió que podría relajar la política monetaria en el corto plazo mediante una reducción a la tasa de interés interbancaria, si la presión sobre el tipo de cambio impacta precios al consumidor y pone en riesgo la meta de inflación, que es de 3 por ciento.
Balance de riesgos
En un inusualmente largo comunicado de política monetaria, el banco central explicó que el balance de riesgos sobre el crecimiento económico se deterioró, mientras que el correspondiente a la inflación mostró una mejoría “ligera”.
Sin embargo, identificó factores de riesgo, como el tipo de cambio, que podrían impactar el precio de los productos agropecuarios.
Grupo Financiero Banamex coincidió con la apreciación del banco central e interpretó el posible relajamiento de la política monetaria como un posible Plan B que es digno de tener en mente y aplicarse en caso de que haya un mayor deterioro económico.
Sobre todo si la política monetaria de otros países genera condiciones de astringencia monetaria.
Fuente: Excélsior