Una docena de organizaciones campesinas demandaron a la Cámara de Diputados modificar por completo la propuesta de presupuesto para el campo que presentó el Ejecutivo para 2012, pues la reducción de recursos en 20 por ciento –en comparación al ejercicio presupuestal de este año– es una “provocación a la violencia”.
Los integrantes del movimiento El hambre no espera destacaron que los recursos del Programa Especial Concurrente deben cumplir con su objetivo de abatir la pobreza alimentaria de más de 25 millones de mexicanos, fomentar la producción agropecuaria otorgando apoyos a los pequeños y medianos productores para reducir la dependencia alimentaria y generar empleo.
En conferencia de prensa, alertaron sobre la falta de blindaje ante los escenarios de recesión económica mundial.
Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, advirtió que la propuesta de presupuesto lleva a un crecimiento de la pobreza y hambre en las comunidades rurales.
Olegario Carrillo, dirigente de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, aseguró que el presupuesto para el sector no ha crecido en un lustro, y el que se presentó al Congreso sólo provocará mayor estancamiento económico, desigualdad y migración.
Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, presentó las nueve líneas de acción propuestas, entre ellas: gravar los ingresos del capital financiero y eliminar los privilegios fiscales y regímenes especiales para garantizar que las empresas trasnacionales y corporativas paguen impuestos en proporción a sus ingresos.
También se plantea ajustar los ingresos petroleros incrementando en un dólar el precio estimado por barril exportado, eliminar el carácter asistencial del Programa Especial Concurrente e incrementar las acciones de fomento productivo.
Fuente: La Jornada