jueves, 21 de julio de 2011

OHL, corporativo en jauja; en 2011 sólo ha pagado 7% de $327.7 millones de impuestos

Aprovecha las ventajas de la legislación fiscal por medio de juicios en tribunales

Desde 2003 ha incursionado en el mercado de infraestructura de transport

Controlada por OHL Concesiones de España, OHL México es una empresa singular que aquí vive su particular bonanza, según los estados financieros de ese corporativo.

Aun con los efectos de la recesión económica de 2009, entre 2008 y el primer trimestre de 2011 los activos de la empresa líder del sector privado en concesiones de infraestructura en el área metropolitana de la ciudad de México tuvieron un crecimiento de 178 por ciento; sus ganancias operativas crecieron 119 por ciento en 2010, y suman 10 mil 150 millones de pesos en poco más de tres años. En tan sólo 12 meses su activo circulante creció 314 por ciento.

Acorde con su visión de negocios, esta empresa contempla que “una vez que todas las concesiones de la compañía se encuentren en operación, ésta espera que su portafolios genere flujos de efectivo significativos, mientras que sólo requerirán inversiones adicionales limitadas, lo cual esperamos permita a la compañía disponer de flujos de efectivo para financiar requerimientos de capital para nuevos proyectos”.

Además, OHL México sabe aprovechar las ventajas de la legislación fiscal, a grado tal que en el primer trimestre de 2011 pagó sólo 7 por ciento de 327.7 millones de pesos que debía cubrir por impuestos a la utilidad. El 93 por ciento restante, 305 millones de pesos, fue diferido, de acuerdo con el reporte financiero enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

Esta práctica no ilegal de algunas empresas de eludir el pago de impuestos por medio de los tribunales llevó a OHL México a interponer una demanda de amparo el 11 de febrero de 2010 en contra de las reformas al régimen de consolidación fiscal. El 23 de marzo de 2011, un juez resolvió sobreseer el juicio, pero el 7 de abril de este año se presentó el recurso de revisión contra la sentencia de primera instancia, el cual ha sido atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y está pendiente de resolución.

En tanto, la empresa espera que al momento de exigibilidad del impuesto diferido, “las circunstancias pueden cambiar disminuyendo el compromiso de pago o evitar que se materialice”.

OHL México es un corporativo que se ha extendido por medio de su filiales desde 2003 en el mercado de concesiones de infraestructura de transporte. Posee 99.99 por ciento de las acciones de Concesionaria Mexiquense, beneficiaria del Circuito Exterior Mexiquense, y de Viaducto Bicentenario SA, que construyó el viaducto elevado en el Periférico; posee 69.18 por ciento de Grupo Autopistas Nacionales (104.9 kilómetros de la autopista Amozoc-Perote); Autopista Urbana Norte SA, a cargo de nueve kilómetros de segundo piso de cuota en el Periférico, y Autovías Concesionarias OHL, a cargo de 31.5 kilómetros del libramiento norte Puebla.
Además posee 50 por ciento de las acciones de Controladora Vía Rápida Poetas, conflictivo tramo urbano de peaje en construcción en el poniente del Distrito Federal, conocida como supervía poniente, y como la Supervía Poetas en el proyecto oficial. Entre sus coinversiones está 49 por ciento del capital social de Administradora Mexiquense del Aeropuerto Internacional de Toluca, entre otras.

Según sus balances generales consolidados y los respectivos estados de resultados, OHL México es un corporativo en jauja. Y en eso de administrar abundancias, José Andrés de Oteyza Fernández-Valdemoro, presidente de su consejo de administración, tiene larga experiencia.

La primera fue como parte relevante del gabinete que administró la bonanza petrolera durante el sexenio presidido por José López Portillo, de 1976-1982, en su calidad de titular de la extinta Secretaría de Patrimonio y Fomento Industrial.

La más reciente es ahora, precisamente como presidente del consejo de administración de OHL México, donde comparte asiento con dos ex directores de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles González-Garza y Carlos Ruiz Sacristán, junto a Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce).

La coincidencia de estos políticos empresarios alcanza a la diplomacia y parece ir más allá de su participación en la filial mexicana de una compañía española. Al terminar su gestión como secretario de Patrimonio y Fomento Industrial, José Andrés de Oteyza fue nombrado embajador de México en Canadá por Miguel de la Madrid Hurtado, y en ese cargo permaneció de 1983 a 1987.

Jesús Reyes Heroles González-Garza fue embajador de México en Estados Unidos durante la segunda mitad del gobierno que presidió Ernesto Zedillo; fue nombrado director general de Pemex durante la primera mitad de la actual administración gubernamental y figuró como consejero de Wal-Mart, la mayor cadena de tiendas de autoservicio que opera en México.

Carlos Ruiz Sacristán, ex secretario de Comunicaciones y Transportes y director general de Pemex de 1994 a 1997, emigró luego al sector privado como director de Sempra Energy México, subsidiaria de Sempra Energy, una de las empresas de distribución de gas natural más grandes de Estados Unidos.

En su informe anual 2010, OHL México asienta que “el equipo de administración de la compañía tiene una historia probada de éxito en la obtención de nuevas concesiones de infraestructura de transporte, ya sea a través de procesos de licitación pública o adjudicación directa, y en su posterior implementación mediante el diseño, financiamiento, ejecución y operación de las mismas”.





Fuente: La Jornada