FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL - MÉXICO
A NUESTROS HERMANOS DE CLASE, AL PUEBLO DE MÉXICO:
Este 1° de Mayo de 2011, Día Internacional de los Trabajadores, al honrar y recordar a los Mártires de Chicago que fueron sacrificados en 1886, así como a los mineros de Cananea y a los obreros textiles de Río Blanco, asesinados en nuestro país, por demandar los derechos elementales que hoy forman parte de las legislaciones laborales del orbe, los trabajadores del mundo y particularmente los de México, debemos comprender que estamos inmersos en una época que no es favorable a quienes generan la riqueza: los trabajadores, hombres y mujeres, manuales e intelectuales.
Las condiciones impuestas por el imperialismo, por medio del “Consenso de Washington” esconden, dentro del marco de la legalidad burguesa, la explotación cada vez más acentuada de los trabajadores; por el contrario, brindan protección a la burguesía, sobre todo extranjera, dueña de industrias, comercios y servicios, de bancos e instituciones financieras, y destruyen sin piedad logros que en el pasado constituyeron avances importantes en las condiciones de vida de los trabajadores y de sus familias.
A pesar de que el neoliberalismo —impulsado por el capital financiero internacional, por medio del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial— ha fracasado rotundamente en el mundo entero, en México, los sectores empresariales y sus partidos políticos, se empeñan en seguir aplicando esas tesis lesivas para la inmensa mayoría de la población.
Los gobiernos neoliberales, priístas y panistas, han provocado desempleo y pobreza, y condenado a millones de seres humanos a la miseria; en contrapartida, han logrado la concentración ilimitada de la riqueza en un brevísimo grupo de oligarcas nacionales y monopolios extranjeros. Con estos resultados, se ratifica la falsedad de la tesis que afirma que el mercado se autorregula, y se reafirma la necesidad de detener a los neoliberales y pugnar por el desarrollo económico independiente de México, con justicia social y democracia verdadera.
En este contexto —de retrocesos en perjuicio de los trabajadores y de la nación—, el 10 de marzo de 2011, el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de reformas a la Ley Federal del Trabajo, reglamentaria del artículo 123 constitucional. Anteriormente, el 18 de marzo de 2010, el Partido (de) Acción Nacional (PAN), por medio de su bancada, había presentado su iniciativa de reforma a esa misma ley, que es similar a la que el PRI suscribe.
¿Por qué consideramos que son negativas y perjudiciales para los trabajadores, las propuestas de reforma a la Ley Federal del Trabajo del PRI y del PAN?
• Porque no mejoran las condiciones de trabajo ni las prestaciones para la clase trabajadora.
• Porque mantienen la llamada “toma de nota”, que el gobierno utiliza para perseguir y reprimir a los sindicatos que no se pliegan a sus políticas.
• Porque favorece al capital, al sector patronal, y disminuye considerablemente los beneficios al trabajador en salarios, prestaciones, horarios, tiempos de trabajo, descansos, etcétera.
• Porque agrede a los trabajadores, sobre todo jóvenes, al establecer periodos de capacitación por 60 días sin seguridad de contratación, y el trabajo a prueba para principiantes por 30 días.
• Porque instituye el trabajo por temporada, que en la práctica hará más fácil para el empresario el despido de trabajadores.
• Porque legaliza la subcontratación (outsourcing) —que actualmente aplican muchas empresas, violando la legislación laboral— en complicidad con las autoridades.
• Porque no respeta las garantías elementales de los trabajadores, propicia abusos de patrones y empresas, reduces salarios, y elimina prestaciones.
• Porque debido a la presión de los patrones, que ha hecho suya la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, permite los despidos, reduce a sólo un año los salarios caídos del trabajador despedido, —aunque el juicio dure más tiempo—, lo que presiona al trabajador para que acepte cualquier indemnización, aun al margen de sus derechos, para beneficio de los empresarios.
• Porque regresa a las prácticas del porfiriato, en las que el individuo indefenso —y no su sindicato, respaldado en su fuerza organizativa—, es el que negocia sus demandas y acepta, en ciertos casos, modificaciones del contrato colectivo de trabajo.
• Porque permite la intervención indebida del gobierno en la vida sindical, pues para emplazar a huelga, incluso para demandar la titularidad de un contrato colectivo de trabajo, será necesario que las autoridades del trabajo certifiquen el padrón de afiliados.
• Porque legaliza la desintegración de los sindicatos, al proponer la existencia de varios sindicatos en una misma empresa o centro de trabajo.
• Porque elimina del artículo 39, el párrafo que establece que “la existencia de un contrato se dará mientras subsista la materia de trabajo”, que proporciona estabilidad en el empleo; mientras pretenden establecer el derecho del patrón a despedir a un trabajador a su antojo, lo que significa el hacha sobre el cuello de los trabajadores, la posibilidad del despido y hasta la represión legalizada.
• Porque pretende que los patrones puedan despedir a un trabajador por correo certificado o por medio de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y legitima las renuncias en blanco que hoy utilizan los patrones que actúan como delincuentes.
• Porque deja intactas las prácticas del corporativismo que conllevan abusos, amenazas, presiones y represiones a los trabajadores que piensan de manera diferente a los dirigentes.
En fin, porque en la práctica, los derechos de asociación laboral y de huelga, ganados con la sangre y las vidas de miles de trabajadores estarán siendo condenado a convertirse en piezas de museo.
Ante la ofensiva coordinada de panistas, priístas y las cúpulas empresariales, dirigidos por los organismos financieros del imperialismo, los trabajadores mexicanos debemos responder con la Unidad en la Acción.
La política, en especial la política obrera, es una cuestión de fuerzas, de correlación de fuerzas. Ellos tienen el capital, pero nosotros somos más, SOLAMENTE QUE NUESTRA MAYORÍA NO PESA LO SUFICIENTE SI NO NOS UNIMOS.
La Coordinación de la Federación Sindical Mundial en México (FSM), ante la posibilidad de que la iniciativa sea aprobada, llama a la clase trabajadora de México de todas las centrales, de todos los sindicatos, independientemente de nuestras diferentes concepciones ideológicas, de nuestras diversas preferencias políticas, de nuestras distintas creencias o la ausencia de ellas, a oponernos a la pretensión de la burguesía de suprimir nuestros derechos laborales fundamentales.
Llamamos a todas las organizaciones campesinas y populares de México, a la juventud, a los estudiantes, a los académicos, investigadores e intelectuales progresistas, al pueblo de México en general, para que se sume a este esfuerzo de unidad que nos permita enfrentar con éxito los duros embates que el neoliberalismo ejerce contra nuestra clase.
Hagamos de este 1° de Mayo, unidos en lo esencial, un día de combate por nuestros derechos laborales, por la justicia social.
Realicemos la más unida de todas las luchas, la más combativa de todas las batallas, salgamos a las calles todos los trabajadores junto al pueblo, llenemos las plazas públicas y gritemos ¡Basta ya!, Basta de políticas antiobreras y antisindicales, caminemos juntos hacia la victoria definitiva.
¡VIVA EL 1° DE MAYO!
¡VIVA LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA DE MÉXICO!
¡VIVA LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL!
¡ABAJO LA REFORMA LABORAL!
¡VIVA MÉXICO!
COORDINACIÓN DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL EN MÉXICO
A NUESTROS HERMANOS DE CLASE, AL PUEBLO DE MÉXICO:
Este 1° de Mayo de 2011, Día Internacional de los Trabajadores, al honrar y recordar a los Mártires de Chicago que fueron sacrificados en 1886, así como a los mineros de Cananea y a los obreros textiles de Río Blanco, asesinados en nuestro país, por demandar los derechos elementales que hoy forman parte de las legislaciones laborales del orbe, los trabajadores del mundo y particularmente los de México, debemos comprender que estamos inmersos en una época que no es favorable a quienes generan la riqueza: los trabajadores, hombres y mujeres, manuales e intelectuales.
Las condiciones impuestas por el imperialismo, por medio del “Consenso de Washington” esconden, dentro del marco de la legalidad burguesa, la explotación cada vez más acentuada de los trabajadores; por el contrario, brindan protección a la burguesía, sobre todo extranjera, dueña de industrias, comercios y servicios, de bancos e instituciones financieras, y destruyen sin piedad logros que en el pasado constituyeron avances importantes en las condiciones de vida de los trabajadores y de sus familias.
A pesar de que el neoliberalismo —impulsado por el capital financiero internacional, por medio del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial— ha fracasado rotundamente en el mundo entero, en México, los sectores empresariales y sus partidos políticos, se empeñan en seguir aplicando esas tesis lesivas para la inmensa mayoría de la población.
Los gobiernos neoliberales, priístas y panistas, han provocado desempleo y pobreza, y condenado a millones de seres humanos a la miseria; en contrapartida, han logrado la concentración ilimitada de la riqueza en un brevísimo grupo de oligarcas nacionales y monopolios extranjeros. Con estos resultados, se ratifica la falsedad de la tesis que afirma que el mercado se autorregula, y se reafirma la necesidad de detener a los neoliberales y pugnar por el desarrollo económico independiente de México, con justicia social y democracia verdadera.
En este contexto —de retrocesos en perjuicio de los trabajadores y de la nación—, el 10 de marzo de 2011, el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de reformas a la Ley Federal del Trabajo, reglamentaria del artículo 123 constitucional. Anteriormente, el 18 de marzo de 2010, el Partido (de) Acción Nacional (PAN), por medio de su bancada, había presentado su iniciativa de reforma a esa misma ley, que es similar a la que el PRI suscribe.
¿Por qué consideramos que son negativas y perjudiciales para los trabajadores, las propuestas de reforma a la Ley Federal del Trabajo del PRI y del PAN?
• Porque no mejoran las condiciones de trabajo ni las prestaciones para la clase trabajadora.
• Porque mantienen la llamada “toma de nota”, que el gobierno utiliza para perseguir y reprimir a los sindicatos que no se pliegan a sus políticas.
• Porque favorece al capital, al sector patronal, y disminuye considerablemente los beneficios al trabajador en salarios, prestaciones, horarios, tiempos de trabajo, descansos, etcétera.
• Porque agrede a los trabajadores, sobre todo jóvenes, al establecer periodos de capacitación por 60 días sin seguridad de contratación, y el trabajo a prueba para principiantes por 30 días.
• Porque instituye el trabajo por temporada, que en la práctica hará más fácil para el empresario el despido de trabajadores.
• Porque legaliza la subcontratación (outsourcing) —que actualmente aplican muchas empresas, violando la legislación laboral— en complicidad con las autoridades.
• Porque no respeta las garantías elementales de los trabajadores, propicia abusos de patrones y empresas, reduces salarios, y elimina prestaciones.
• Porque debido a la presión de los patrones, que ha hecho suya la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, permite los despidos, reduce a sólo un año los salarios caídos del trabajador despedido, —aunque el juicio dure más tiempo—, lo que presiona al trabajador para que acepte cualquier indemnización, aun al margen de sus derechos, para beneficio de los empresarios.
• Porque regresa a las prácticas del porfiriato, en las que el individuo indefenso —y no su sindicato, respaldado en su fuerza organizativa—, es el que negocia sus demandas y acepta, en ciertos casos, modificaciones del contrato colectivo de trabajo.
• Porque permite la intervención indebida del gobierno en la vida sindical, pues para emplazar a huelga, incluso para demandar la titularidad de un contrato colectivo de trabajo, será necesario que las autoridades del trabajo certifiquen el padrón de afiliados.
• Porque legaliza la desintegración de los sindicatos, al proponer la existencia de varios sindicatos en una misma empresa o centro de trabajo.
• Porque elimina del artículo 39, el párrafo que establece que “la existencia de un contrato se dará mientras subsista la materia de trabajo”, que proporciona estabilidad en el empleo; mientras pretenden establecer el derecho del patrón a despedir a un trabajador a su antojo, lo que significa el hacha sobre el cuello de los trabajadores, la posibilidad del despido y hasta la represión legalizada.
• Porque pretende que los patrones puedan despedir a un trabajador por correo certificado o por medio de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y legitima las renuncias en blanco que hoy utilizan los patrones que actúan como delincuentes.
• Porque deja intactas las prácticas del corporativismo que conllevan abusos, amenazas, presiones y represiones a los trabajadores que piensan de manera diferente a los dirigentes.
En fin, porque en la práctica, los derechos de asociación laboral y de huelga, ganados con la sangre y las vidas de miles de trabajadores estarán siendo condenado a convertirse en piezas de museo.
Ante la ofensiva coordinada de panistas, priístas y las cúpulas empresariales, dirigidos por los organismos financieros del imperialismo, los trabajadores mexicanos debemos responder con la Unidad en la Acción.
La política, en especial la política obrera, es una cuestión de fuerzas, de correlación de fuerzas. Ellos tienen el capital, pero nosotros somos más, SOLAMENTE QUE NUESTRA MAYORÍA NO PESA LO SUFICIENTE SI NO NOS UNIMOS.
La Coordinación de la Federación Sindical Mundial en México (FSM), ante la posibilidad de que la iniciativa sea aprobada, llama a la clase trabajadora de México de todas las centrales, de todos los sindicatos, independientemente de nuestras diferentes concepciones ideológicas, de nuestras diversas preferencias políticas, de nuestras distintas creencias o la ausencia de ellas, a oponernos a la pretensión de la burguesía de suprimir nuestros derechos laborales fundamentales.
Llamamos a todas las organizaciones campesinas y populares de México, a la juventud, a los estudiantes, a los académicos, investigadores e intelectuales progresistas, al pueblo de México en general, para que se sume a este esfuerzo de unidad que nos permita enfrentar con éxito los duros embates que el neoliberalismo ejerce contra nuestra clase.
Hagamos de este 1° de Mayo, unidos en lo esencial, un día de combate por nuestros derechos laborales, por la justicia social.
Realicemos la más unida de todas las luchas, la más combativa de todas las batallas, salgamos a las calles todos los trabajadores junto al pueblo, llenemos las plazas públicas y gritemos ¡Basta ya!, Basta de políticas antiobreras y antisindicales, caminemos juntos hacia la victoria definitiva.
COORDINACIÓN DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL EN MÉXICO