Piden respeto a la tierra sagrada de Wirikuta, en el desierto de San Luis Potosí, donde se asienta la firma
Presentan el caso en el foro de la ONU sobre derechos de pueblos originarios
Nueva York. Desde tiempos inmemoriales, los wixáritari han cuidado la tierra sagrada de Wirikuta, por lo que representantes de este pueblo indígena viajaron hasta Nueva York y Canadá para cumplir esta encomienda ancestral. El pasado jueves, dos delegados huicholes acudieron al Foro Permanente de Asuntos Indígenas de Naciones Unidas para rechazar las concesiones mineras otorgadas a la empresa canadiense First Majestic Silver en la zona de Wirikuta, situada en el desierto de San Luis Potosí.
El mismo día, otra delegación wixárika logró entrar a la reunión de los accionistas de la empresa en Vancouver, Canadá. Afuera, organizaciones indígenas y activistas realizaron protestas, como parte de la Semana de Justicia Minera. También hubo manifestaciones simultáneas frente a los consulados mexicano y canadiense en Seattle, Washington.
La firma canadiense sólo opera en México y aunque es relativamente pequeña ha experimentado un crecimiento espectacular; acaba de empezar a cotizar en la bolsa de Nueva York, y está posicionada como una de las empresas de plata con mayor crecimiento del mundo.
En el reporte de First Majestic de 2010, su presidente Keith Neumeyer aseguró a los inversionistas que los ingresos brutos de la empresa se incrementaron 85 por ciento con respecto a 2009, a 132 millones de dólares. Durante el primer trimestre de este año sus ingresos son de 55.3 millones de dólares, un incremento de 211 por ciento con respecto al primer trimestre del año pasado.
En su página web, First Majestic anuncia orgullosamente ser la primera y única empresa minera que vende lingotes de plata directamente al público, adquisición que es popular entre seguidores de grupos como los del Tea Party, y otros que predicen la caída inminente del sistema monetario. Se puede hasta comprar monedas impresas con el calendario azteca.
La delegación wixárika llegó a Nueva York el domingo 15 y sus miembros debieron luchar para presentar el caso de Wirikuta formalmente en el foro de la ONU, lo cual resultó un verdadero desafío debido a una agenda apretada de discursos de agencias gubernamentales y diplomáticos. Pero Santos de la Cruz Carrillo, abogado y presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Bancos de San Hipólito, Durango, y Felipe Serio Chino, secretario de la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales, lograron su meta el jueves cuando De la Cruz presentó una declaración del Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa exigiendo la protección de Wirikuta, “lugar donde está nuestro corazón, nuestra vida y nuestros ancestros desde la creación del mundo.”
Su intervención contrastó con la del gobierno mexicano, el cual enfatizó los logros de los proyectos gubernamentales en beneficio de los pueblos indígenas, y ni mencionó el caso de Wirikuta. En entrevista con una radio comunitaria, De la Cruz expresó: “Quisiéramos que el foro permanente se pronunciara en contra de estas concesiones, sobre todo por la violación de los derechos humanos que está causando el gobierno mexicano”. El viernes, los delegados se reunieron con James Anaya, el relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Los delegados Jesús Lara Chivarra y Cilau Candelario Valadez, quienes viajaron a Vancouver junto con Rodolfo Cosío y Juventino Carrillo, llegaron a la reunión de accionistas como representantes legales de inversionistas afines al movimiento, lo que les garantizó la entrada. Sin embargo, la policía, en coordinación con la empresa, los detuvo en la puerta por 45 minutos. Los delegados lucían sus atuendos tradicionales, y Candelario Valadez denunció vía telefónica que “por estar vestidos por lo que somos, no nos dejaron entrar”.
Por fin ingresaron a la reunión, pero se les informó que sólo tendrían un minuto para hablar, y sin uso de micrófono. Debido a estas condiciones, los delegados decidieron guardar silencio, “para no caer en su juego”, y entregaron una carta a la empresa. “Nos trataron de intimidar, pero el que terminó intimidado fue el presidente de First Majestic, porque cuando empezó a hablar ni siquieran le salían las palabras”, afirmó Valadez.
Un día antes, los delegados también habían sido frenados por la policía de Vancouver cuando llegaron a la sede de First Majestic para una reunión con Ramón Dávila, jefe de las operaciones de la minera en México. Al fin, los wixáritari entraron, expresaron su postura y luego se fueron, tras negarse a escuchar la ponencia de los ejecutivos.
La postura de la comunidad wixárika es de no negociar porque estas tierras les pertenecen, aseguró Valadez. “En mi opinión, el propósito del viaje es que se den cuenta que hay gente preparada, gente que puede hablar su propia lengua, hay abogados que son de nuestra cultura... Que les quede claro que no van a tener una batalla fácil”.
En declaraciones a La Jornada al término de los trabajos en la ONU, Serio Chino habló de lo difícil que es que el mundo occidental entienda la cultura wixárika. “Lo que somos nosotros no se puede explicar, porque esto no tiene significado. No se puede explicar así a viva voz. Va más allá de las explicaciones”, dijo.
En Wirikuta descansan sus ancestros, brotan los ojos de aguas sagradas. “Nosotros lo que peleamos son los manantiales sagrados, porque con ellos hacemos retoñar la vida de los wixáritari, hacemos retoñar toda la naturaleza. Allí hacemos que llueva. Sin ellos no habría cómo retoñar. Por eso decimos que acabarían con el pueblo wixárika”, explicó Serio Chino.
La tarde del sábado los delegados pasearon por el Parque Central, mientras seguidores del religioso Harold Camping esperaban el fin del mundo en Times Square.
Fuente: La Jornada
Presentan el caso en el foro de la ONU sobre derechos de pueblos originarios
Nueva York. Desde tiempos inmemoriales, los wixáritari han cuidado la tierra sagrada de Wirikuta, por lo que representantes de este pueblo indígena viajaron hasta Nueva York y Canadá para cumplir esta encomienda ancestral. El pasado jueves, dos delegados huicholes acudieron al Foro Permanente de Asuntos Indígenas de Naciones Unidas para rechazar las concesiones mineras otorgadas a la empresa canadiense First Majestic Silver en la zona de Wirikuta, situada en el desierto de San Luis Potosí.
El mismo día, otra delegación wixárika logró entrar a la reunión de los accionistas de la empresa en Vancouver, Canadá. Afuera, organizaciones indígenas y activistas realizaron protestas, como parte de la Semana de Justicia Minera. También hubo manifestaciones simultáneas frente a los consulados mexicano y canadiense en Seattle, Washington.
La firma canadiense sólo opera en México y aunque es relativamente pequeña ha experimentado un crecimiento espectacular; acaba de empezar a cotizar en la bolsa de Nueva York, y está posicionada como una de las empresas de plata con mayor crecimiento del mundo.
En el reporte de First Majestic de 2010, su presidente Keith Neumeyer aseguró a los inversionistas que los ingresos brutos de la empresa se incrementaron 85 por ciento con respecto a 2009, a 132 millones de dólares. Durante el primer trimestre de este año sus ingresos son de 55.3 millones de dólares, un incremento de 211 por ciento con respecto al primer trimestre del año pasado.
En su página web, First Majestic anuncia orgullosamente ser la primera y única empresa minera que vende lingotes de plata directamente al público, adquisición que es popular entre seguidores de grupos como los del Tea Party, y otros que predicen la caída inminente del sistema monetario. Se puede hasta comprar monedas impresas con el calendario azteca.
La delegación wixárika llegó a Nueva York el domingo 15 y sus miembros debieron luchar para presentar el caso de Wirikuta formalmente en el foro de la ONU, lo cual resultó un verdadero desafío debido a una agenda apretada de discursos de agencias gubernamentales y diplomáticos. Pero Santos de la Cruz Carrillo, abogado y presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Bancos de San Hipólito, Durango, y Felipe Serio Chino, secretario de la Unión Wixárika de Centros Ceremoniales, lograron su meta el jueves cuando De la Cruz presentó una declaración del Frente en Defensa de Wirikuta Tamatsima Wahaa exigiendo la protección de Wirikuta, “lugar donde está nuestro corazón, nuestra vida y nuestros ancestros desde la creación del mundo.”
Su intervención contrastó con la del gobierno mexicano, el cual enfatizó los logros de los proyectos gubernamentales en beneficio de los pueblos indígenas, y ni mencionó el caso de Wirikuta. En entrevista con una radio comunitaria, De la Cruz expresó: “Quisiéramos que el foro permanente se pronunciara en contra de estas concesiones, sobre todo por la violación de los derechos humanos que está causando el gobierno mexicano”. El viernes, los delegados se reunieron con James Anaya, el relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Los delegados Jesús Lara Chivarra y Cilau Candelario Valadez, quienes viajaron a Vancouver junto con Rodolfo Cosío y Juventino Carrillo, llegaron a la reunión de accionistas como representantes legales de inversionistas afines al movimiento, lo que les garantizó la entrada. Sin embargo, la policía, en coordinación con la empresa, los detuvo en la puerta por 45 minutos. Los delegados lucían sus atuendos tradicionales, y Candelario Valadez denunció vía telefónica que “por estar vestidos por lo que somos, no nos dejaron entrar”.
Por fin ingresaron a la reunión, pero se les informó que sólo tendrían un minuto para hablar, y sin uso de micrófono. Debido a estas condiciones, los delegados decidieron guardar silencio, “para no caer en su juego”, y entregaron una carta a la empresa. “Nos trataron de intimidar, pero el que terminó intimidado fue el presidente de First Majestic, porque cuando empezó a hablar ni siquieran le salían las palabras”, afirmó Valadez.
Un día antes, los delegados también habían sido frenados por la policía de Vancouver cuando llegaron a la sede de First Majestic para una reunión con Ramón Dávila, jefe de las operaciones de la minera en México. Al fin, los wixáritari entraron, expresaron su postura y luego se fueron, tras negarse a escuchar la ponencia de los ejecutivos.
La postura de la comunidad wixárika es de no negociar porque estas tierras les pertenecen, aseguró Valadez. “En mi opinión, el propósito del viaje es que se den cuenta que hay gente preparada, gente que puede hablar su propia lengua, hay abogados que son de nuestra cultura... Que les quede claro que no van a tener una batalla fácil”.
En declaraciones a La Jornada al término de los trabajos en la ONU, Serio Chino habló de lo difícil que es que el mundo occidental entienda la cultura wixárika. “Lo que somos nosotros no se puede explicar, porque esto no tiene significado. No se puede explicar así a viva voz. Va más allá de las explicaciones”, dijo.
En Wirikuta descansan sus ancestros, brotan los ojos de aguas sagradas. “Nosotros lo que peleamos son los manantiales sagrados, porque con ellos hacemos retoñar la vida de los wixáritari, hacemos retoñar toda la naturaleza. Allí hacemos que llueva. Sin ellos no habría cómo retoñar. Por eso decimos que acabarían con el pueblo wixárika”, explicó Serio Chino.
La tarde del sábado los delegados pasearon por el Parque Central, mientras seguidores del religioso Harold Camping esperaban el fin del mundo en Times Square.
Fuente: La Jornada