Un equipo de maquinaria pesada colaboró para poder sacar los cadáveres alrededor de la medianoche, luego de cuatro horas de trabajo.
HOSTOTIPAQUILLO. El derrumbe de un muro de 20 metros de altura en una mina de ópalos, ubicada entre los municipios de Magdalena y Hostotipaquillo, en la región Valles de Jalisco, causó la muerte de tres presuntos intrusos que fueron sepultados por toneladas de tierra y fue necesaria maquinaria para recuperar los cuerpos.
La Dirección de Seguridad Pública de Magdalena confirmó que el derrumbe se produjo la noche del jueves en la mina Pata de Gallo, en las inmediaciones del pueblo Tequesquite, 80 kilómetros al oeste de Guadalajara.
Carlos Castañeda Magallanes, comandante de la Cruz Roja de Tequila, informó que un equipo de maquinaria pesada colaboró para poder sacar los cadáveres alrededor de la medianoche, luego de cuatro horas de trabajo. Obreros informaron que el complejo se había cerrado a las 20:00 horas y que las víctimas no eran empleados.
Las víctimas fueron identificados como Alejandro García Ávila, de 26 años, Anastasio Ávila Limón, de 27, y Miguel Polanco Ortiz, de 52. Los tres eran habitantes del municipio de Magdalena.
Pedro Ávila Limón, hermano de una de las víctimas, confirmó que los tres hombres no eran mineros y que se dedicaban a extraer restos del ópalo en los yacimientos de la región. “Se dedicaban a eso. No eran trabajadores propiamente, pero vivían de la extracción de ópalos. Sabíamos que estaban por acá, pero no creímos que hubiera tanto peligro”, explicó el familiar.
El edil de Hostotipaquillo, Jorge León Rosales, informó que la mina cuenta con los permisos necesarios para operar: “En 40 años no había ocurrido ningún accidente, porque esta mina tiene todos sus permisos en regla, sin embargo, después de que cierran hay personas que se meten a pepenar restos de ópalo, y en este caso están los tres hombres”.
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