domingo, 8 de mayo de 2011

Dan a SNTE 31 mil millones de pesos en privilegios


Esa cantidad duplica lo que Hacienda devolverá por deducción de colegiaturas. Las mayores ganancias del SNTE son del orden político.
Desde 2006, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha recibido, por parte del gobierno federal, 31 mil 960 millones de pesos para el conjunto de sus prerrogativas, programas y privilegios.

Esta cantidad es incluso mayor a las pérdidas totales por robo de energía que cada año padece la Comisión Federal de Electricidad. Supera también al valor total de la producción agrícola de Michoacán, y duplica lo que Hacienda devolverá por deducción en pago de colegiaturas.

Pese a esto, las mayores ganancias del SNTE, liderado por Elba Esther Gordillo, son del orden político y permanecen escondidas, según ex funcionarios y analistas del sector educativo.

Las pláticas de cada año son “una negociación corporativa; lo central es un intercambio de beneficios y de ventajas que se desconocen”, explica Olac Fuentes, subsecretario de Educación en el sexenio de Ernesto Zedillo.

“Sabemos que se negocian otros puntos fuera del ámbito educativo”, abunda Ángel Díaz Barriga, doctor en pedagogía del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación.
“Su negociación busca lograr y manifestar su poder, imponerse, mostrar los tentáculos que tiene este sindicato”, afirma.

Tienen negociaciones de SNTE raja política
En los últimos seis años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha obtenido 26 mil 400 millones de pesos que, sumados a lo conseguido en la negociación salarial de 2011, acumula un total de 31 mil 960.2 millones de pesos.

Esta cantidad equivale a 2.46 veces lo que el gobierno federal dejará de percibir por la deducción de colegiaturas de educación básica y es apenas dos mil millones de pesos menor a las pérdidas anuales de la CFE por robo de luz, por medio de diablitos.

Para expertos en educación y ex funcionarios de la SEP, las verdaderas ganancias obtenidas por Elba Esther Gordillo Morales y su cúpula sindical no son sólo económicas, sino políticas.

“Lo dado a conocer es una fachada para decir que se atienden condiciones laborales de maestros. En la práctica sabemos que se negocian otros puntos fuera del ámbito educativo”, asevera Ángel Díaz Barriga, doctor en pedagogía adscrito al Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE).

“Su negociación tiene un carácter de lograr y manifestar su poder, de imponerse, de mostrar los tentáculos que tiene este sindicato”, señala el investigador.

La lógica de la presidente del SNTE es una: ver cómo doblega a la autoridad. La educación, asegura Díaz Barriga, es lo que menos le importa y mejorar las condiciones laborales de los maestros no es la prioridad de estos encuentros.

“Es una negociación corporativa entre el gobierno y los dirigentes del SNTE; lo central es un intercambio de beneficios y de ventajas que se desconocen”, puntualiza Olac Fuentes, subsecretario de Educación Básica en el sexenio de Ernesto Zedillo.

En cada negociación salarial quien marca la pauta, fija los tiempos y logra más de lo que el gobierno consideraba dar es la cúpula del sindicato, asegura el académico de educación y comunicación de la UAM, Carlos Ornelas.

Su éxito radica en dos puntos: el chantaje y la amenaza, dice.
La maestra Gordillo puede hacer declaraciones públicas “estridentes” que van directo a la yugular de los altos funcionarios hasta el grado de lograr la destitución de “sus non gratos”, como ocurrió con la entonces titular de la SEP, Josefina Vázquez Mota, hace poco más de dos años.

En enero de cada año comienza el misterio. El sindicato de maestros entrega a la dependencia el llamado pliego negro, nombrado así por los adversarios de Gordillo, el cual no conocen ni los agremiados.

Desde entonces y hasta poco antes de conmemorar el Día del Maestro hay un “estira y afloja” entre la cúpula sindical y el titular de la SEP en turno.

El documento se atesora y mantiene en secreto, al igual que las negociaciones.
Tanto el SNTE como la SEP acostumbran guardar silencio sobre el tema; “vamos bien”, “estamos avanzando”, es lo más que suelen decir cada año cuando se les pregunta al respecto.

Esta transacción posee la característica de hacerse con absoluta discreción, cambiando de sedes, durante las madrugadas o fines de semana, que pueden prolongarse por más de 12 horas o romperse en segundos por instrucciones de la maestra Gordillo.

La información precisa de sus reuniones y de lo que el gremio pide no se transparenta al público; antes del 15 de mayo se emite un comunicado conjunto de los acuerdos, pero la verdadera ganancia se queda en lo oscurito.

Los Beneficios
Algunos beneficios que el SNTE ha obtenido son donaciones, traspasos o comodatos, como lo documenta el analista político Ricardo Raphael:
En el libro Los socios de Elba Esther refiere que durante el gobierno de Salinas de Gortari el SNTE recibió dos mil 800 millones de pesos en bienes inmuebles provenientes de los gobiernos federal y estatales.

“Entre esas propiedades pueden contarse las modernas instalaciones que ese sindicato tiene en el Portal del Sol en Santa Fe y la Biblioteca del Maestro —ambas localizadas en la Ciudad de México—, así como varios hoteles y centros de descanso para los docentes”, relata en la investigación publicada en 2007.

Carlos Muñoz Izquierdo, académico del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, señala que más allá de buscar beneficios para los docentes, la maestra Elba Esther Gordillo muestra la fuerza que tiene para evitar el estallido de graves conflictos magisteriales.

El gobierno de Felipe Calderón, comenta Muñoz Izquierdo, se ha visto obligado a ceder en demandas ocultas, pero de nada le ha servido, porque en esta reciente negociación el SNTE reveló que “el otorgamiento de estos beneficios no se traducen en el claro apoyo político, pues el sindicato ha preferido aliarse con partidos opositores”.

Esto es ejemplo, expone Olac Fuentes, de que más allá de ser una organización sindical que atiende las necesidades de los maestros, Elba Esther funge como actor político que se mueve también mediante la operación del Partido Nueva Alianza.

“Aumento se va en pasajes”
Cada quincena, la profesora Sofía Endoqui gasta 250 pesos en pasajes para llegar a la primaria donde trabaja. Esta cantidad es la misma que el año pasado su cheque registró mes a mes como aumento salarial.

De lo que el SNTE obtuvo en 2010 para la maestra Sofía, 4.9%, representa sólo la mitad de lo que sale de su bolsillo mensualmente para trasladarse a su centro de trabajo.
En los últimos diez años el incremento de su salario ha sido en promedio de 250 a 270 pesos mensuales, lo cual no se equipara con el aumento de la inflación.

“Yo vivo en el Estado de México, el transporte público ahí es más caro y para llegar al Distrito Federal tengo que gastar más”, relató.

A sus 28 años de servicio docente dijo a Excélsior que los logros obtenidos en cada negociación salarial por el sindicato no significan beneficios sustanciales para los maestros que están en un salón de clases.

“La gasolina sube cada mes, la verdura ya no es tan barata como antes, todo aumenta y lo que llega en nuestros cheques apenas alcanza para los pasajes de una quincena”, lamentó.
Al ver que en su bolsillo no se ve reflejado un incremento que le brinde la posibilidad de planear por lo menos unas vacaciones, no se explica cómo hay personas que los critican y señalan de tener “privilegios”.

Cada año pasa lo mismo, concluye la negociación salarial entre la SEP y el SNTE y no faltan los comentarios irónicos y mal intencionados hacia los profesores. “Nos dicen que no trabajamos, que laboramos poquitas horas y que por perder el tiempo en un aula obtenemos buenos ingresos”.

Los logros que el sindicato “anuncia con bombo y platillos” suenan suntuosos, “como si los docentes fuéramos una élite magisterial que tiene mejores condiciones laborales que otro profesionista”.

Pero la cartera de la profesora Sofía le dice que los cinco mil 554 pesos que recibe cada 30 días no son suficientes para solventar los gastos de su casa.

Su ingreso es menor a los seis mil pesos que el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, marcó como el ingreso mensual con el que una familia puede tener un crédito de vivienda, un coche y hasta llevar a sus hijos a escuelas particulares.

Dice que a ella no le han tocado los beneficios. “¿Y sabe por qué?, porque los recursos que consigue el sindicato son para mantener el control político; un acto mañoso del que sólo los dirigentes resultan privilegiados”.

Expertos ven viciada la Carrera Magisterial
Es lamentable que los aumentos salariales de los maestros y los casi 32 mil millones de pesos conseguidos oficialmente por el gremio magisterial de 2006 a 2011 no hayan repercutido en un mejoramiento de la calidad de la docencia, sostuvo Carlos Muñoz Izquierdo, investigador de la Universidad Iberoamericana.

Tan sólo para el Programa de Carrera Magisterial, la SEP otorgó en este periodo dos mil 650 millones de pesos, los cuales no han mejorado el desempeño docente, pues la misma dependencia ha señalado que este programa está viciado y, por lo tanto, debe modificarse para que se traduzca en maestros mejor preparados.

La educación que se imparte en México “es notablemente deficiente”, lo cual muestra la necesidad de transparentar los recursos que se obtienen, de manera que quede claro en qué se gastan, expone Olac Fuentes.

Al revisar el dinero otorgado en estos últimos seis años, asegura que hay una efectividad nula de su uso. Ejemplo de ello son los dos mil 226 millones de pesos que la dependencia ha destinado en este tiempo para la formación, actualización, capacitación y superación profesional.

Lo mismo ocurre con el Programa de Apoyo de Tecnologías Educativas y de la Información, al que la SEP ha destinado 725 millones de pesos de 2006 al presente año.

Este programa se creó para dotar de laptops a los docentes. El año pasado, la dependencia federal informó que se acumuló un total de dos mil millones de pesos que alcanzaban para distribuir 300 mil computadoras portátiles a los profesores, pero hasta la fecha no han entregado más de 100 mil.

Ángel Díaz Barriga concluye que estos ejemplos prueban que, en algunos casos, los recursos tienen buen destino, en otros es totalmente incierto.

Los beneficios que cada año obtiene el sindicato públicamente, enfatiza, sólo sirven para que Elba Esther Gordillo “se lave la cara” ante más de un millón 500 mil profesores de educación básica y media superior.

En el fondo, Gordillo mide fuerzas con la autoridad y, según los tiempos, en los hechos juega un papel determinante en el número de votos, porque ella y su gente son “verdaderos profesionales de la ingeniería electoral”, puntualiza Fuentes Molinar. Y de cara a 2012, este año la dirigente vitalicia del SNTE dejará ver hacia dónde direcciona el timón de su sindicato.



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