Del contraste de las ideas, los cuatro candidatos pasaron a las agresiones y las ofensas.
Tijuana, BC.- Todo es personal. Se atacan con calificativos punzocortantes, y se engallan, caminan en el set de televisión que es el ring de su contienda, el segundo debate presidencial, y van de su silla a la de sus contendientes. Se agreden, pero su crispación es modulada.
Y falta como media hora para que concluya el contraste de ideas, cuando las agresiones, las ofensas, llegan a su cresta. Es el momento en el que mordaz, Andrés Manuel López Obrador dice a su primer atacante, Ricardo Anaya Cortés, que es Ricky riquín canallín.
El segundo debate presidencial tiene un formato novedoso, con la asistencia de 42 ciudadanos vecinos de la ciudad, y seis de ellos formulan preguntas a los candidatos en cada bloque, que detonan comentarios y réplicas, la oportunidad del contraste entre ellos. Tienen a la mano un micrófono y ocupan una mesa alta, que les da una postura de estar casi de pie, y a la vez por ello se pueden mover de lugar. Caminan hacia sus adversarios, cada uno, hacia la gente y los moderadores.
León Krauze abre el evento de alta tensión política, en mancuerna con Yuriria Sierra, a quienes les corresponde facilitar que millones de mexicanos vean las luces y las sombras de los cuatro políticos que buscan gobernar el país.
Se encuentran en el gimnasio del Campus Tijuana de la Universidad Autónoma de Baja California, a la vista, nuevamente, de millones de espectadores por televisión, en transmisión de internet de múltiples medios periodísticos, que como EL UNIVERSAL, replican mensajes vía Twitter y Facebook.
De colección, ese momento en el que desafiante, el abanderado de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, se ha acercado a López Obrador y sólo los separa un metro, y en reacción a la ofensiva del panista saca su cartera del bolsillo y la aprieta en una demostración de que quiere evitar que se la roben, ironiza: “Voy a cuidar la cartera”.
Andrés Manuel López Obrador ha salido al descontón en este segundo debate de la serie de tres. La paz y el amor sólo estuvo en su primera intervención.
Anaya, de punta a punta de las dos horas de choque ha ido contra el puntero en la carrera por la Presidencia de la República. José Antonio Meade Kuribreña se echa para adelante y en esa actitud hasta impide que una pregunta no sea concluida. Quiere ir a la ofensiva y reparte descalificaciones y propuestas.
El juego es golpear al otro. Se han dicho cínicos, hipócritas, corruptos, demagogos. Y se ocupan menos de Donald Trump, el personaje que es causante de los más grandes problemas de las relaciones con Estados Unidos, y que ha sido motivo por el que han venido a debatir a Tijuana, la urbe de mayor movimiento internacional de personas.
Pleito de tres —López Obrador, Anaya Cortés y Meade Kuribreña—, y el cuarto candidato presidencial Jaime Rodríguez Calderón El Bronco llama la atención para decirles que a él no lo han atacado, y los llama a no pelearse.
—Abrázalo, hombre, dice el neoleonés a López Obrador, quien tiene a su izquierda a José Antonio Meade.
—Abrazos, no balazos, reacciona el más longevo del grupo, a quien le ha dicho Anaya Cortés que su asunto no es la edad, sino sus ideas viejas.
López Obrador sonríe amable, ofrece un ademán de abrazo, al cruzar sus brazos sobre su pecho. Se acerca a ellos Rodríguez Calderón y el tabasqueño avanza los dos pasos que lo separan del ex secretario de Relaciones Exteriores, de Hacienda y de Desarrollo Social y le tiende la mano, y el hombre que postula el PRI sonríe inhibido, suave, no con el enojo con el que hace una hora fue a soltarle unos papeles en su mesita de apoyo, en un desplante grosero, pero que al lado de lo que se han dicho pasa como cualquier cosa.
La misma invitación es para que se abracen López Obrador y Anaya y luego El Bronco pasa a entregarle un papel al morenista con la petición de que ya se lo firme, es un compromiso escrito de que renuncia a los 3 mil millones de prerrogativas de Morena.
Como estatuas de mármol se ven por algunos momentos en la televisión los 42 ciudadanos del encuentro. Son personas que fueron seleccionadas por una empresa, con base en criterios de que sean ciudadanos que puedan votar, que no hayan decidido por quién sufragar, por diversas edades, niveles socioeconómicos.
Es la primera vez que los ciudadanos tienen voz y dan rostro en un debate.
Estos hombres de palabras punzocortantes y miradas de daga, y que dominan el arte de abrazar y sonreir al que los ha insultado, volverán a verse el 12 de junio, cuando de hecho hoy aquí, cerca de la frontera con Estados Unidos, abrieron la última etapa de su carrera por el poder.
Con la revista Proceso en mano, López Obrador y Anaya se trenzan durante debate
CIUDAD DE MÉXICO. Durante el segundo debate presidencial, los candidatos Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya exhibieron distintas portadas Proceso para defender sus alegatos.
Todo empezó cuando Ricardo Anaya cuestionó que uno de los hijos de López Obrador haya estudiado en España. “Pues no que muy nacionalista”, soltó irónico, ante lo que López Obrador respondió:
“Ricky Riquín Canallín, este no tiene nada que ver lo de mi hijo, con que tu hayas mantenido a tu familia en Atlanta. A ver si me da tiempo de mostrarles la casa, bueno… me va dar tiempo de donde vivía el señor. Hoy en la revista Proceso lo denuncian por corrupción”, dijo López Obrador.
Yuriria Sierra, quien fungió como moderadora junto con León Krauze le indicó al tabasqueño que se había agotado su tiempo para responder, pero inmediatamente le dijo que tenía disponible una réplica.
Y entonces López Obrador sacó de entre sus papeles la edición 2168 de la revista Proceso cuya cabeza principal es: Los turbios ingresos de los Anaya.
“Hoy en la revista Proceso miren, para esto la utilizo. Es un corrupto este señor, este engaña tontos. Yo creo que ya se le acabó su teatrito”, dijo López Obrador.
Ricardo Anaya intentó responder, pero al no tener derecho a réplica, sólo alcanzó a mostrar dos portadas de Proceso, correspondientes al número 2156 del 25 de febrero titulada “Pacto de impunidad” y la 2155, que circuló el 18 de febrero titulada “Los ricos de López Obrador”.
Anaya elimina de portada de Proceso señalamientos críticos a su campaña
El candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés, editó una de las portadas de la revista Proceso que exhibió durante el segundo debate presidencial.
Anaya eliminó el titular en el que se lee: El Frente de Anaya también recluta fichas negras.
El candidato panista mostró en uno de los momentos más álgidos del debate dos portadas de Proceso, como réplica al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, quien había mostrado el número más reciente de la revista en la que aparece una foto de Anaya con su esposa Carolina Martínez Franco y el titular: Los turbios ingresos de los Anaya.
Todo empezó cuando Anaya cuestionó que uno de los hijos de López Obrador haya estudiado en España. “Pues no que muy nacionalista”, soltó irónico, ante lo que López Obrador respondió:
“Ricky Riquín Canallín, este no tiene nada que ver lo de mi hijo, con que tu hayas mantenido a tu familia en Atlanta. A ver si me da tiempo de mostrarles la casa, bueno… me va dar tiempo de donde vivía el señor. Hoy en la revista Proceso lo denuncian por corrupción”, dijo López Obrador, pero no pudo seguir con su señalamiento porque se le acabó el tiempo.
Sin embargo, Yuriria Sierra, quien fungió como moderadora junto con León Krauze, le indicó al tabasqueño que tenía disponible una réplica.
Y entonces, López Obrador sacó de entre sus papeles la edición 2168 de la revista Proceso cuya cabeza principal es: Los turbios ingresos de los Anaya.
“Hoy en la revista Proceso miren, para esto la utilizo. Es un corrupto este señor, este engaña tontos. Yo creo que ya se le acabó su teatrito”, dijo López Obrador.
Ricardo Anaya intentó responder, pero al no tener derecho a réplica, sólo alcanzó a mostrar en una lámina dos portadas de Proceso, correspondientes al número 2156 del 25 de febrero titulada “Pacto de impunidad” de la que eliminó la referencia a su campaña y la 2155, que circuló el 18 de febrero titulada “Los ricos de López Obrador”.
Más de dos millones de personas siguieron el segundo debate en redes: INE
El segundo debate presidencial realizado anoche en Tijuana, Baja California, fue seguido por más de dos millones de personas a través de las redes sociales, informó el Instituto Nacional Electoral (INE).
Detalló que el evento en el que participaron Andrés Manuel López Obrador, de Morena; Ricardo Anaya Cortés, del PAN; José Antonio Meade, del PRI, y Jaime Rodríguez Calderón, candidato independiente, fue seguido por un millón de espectadores en YouTube, 1.2 millones en Twitter y 1.7 millones en Facebook.
Además, el hashtag #DebateINE tuvo más de 2.5 millones de menciones, convirtiéndose en tendencia mundial, puntualizó.
Los debates organizados por el INE “no son para los candidatos, sino para los ciudadanos”, pues buscan brindar información para que los mexicanos cuenten con más elementos “para acudir el próximo 1 de julio a emitir nuestro voto y decidir el destino del país”, destacó el consejero presidente Lorenzo Córdova previo al debate.
Sobre el proceso de selección de 42 ciudadanas y ciudadanos que participaron en el segundo debate, dijo que cumplió con los requisitos de ser ciudadanos mexicanos inscritos en el Listado Nominal, contar con credencial para votar, haber manifestado su voluntad de votar y no haber definido el sentido de su voto.
Fuente: El Universal, Proceso