Trump en Los Pinos. Foto: Octavio Gómez
Primero en hacer uso de la palabra, Peña Nieto fue persistente en declarar su respeto a la elección presidencial para luego delinear los tópicos del encuentro:
Replanteamiento del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), seguridad fronteriza y cooperación en seguridad. Y respecto de los insultos del republicano, la posición fue clara: para Peña son “malentendidos”, por lo que era necesario conocerse.
Si bien no se dispensó el protocolo que suele desplegarse a jefes de Estado, pues la recepción no fue pública ni hubo pompas militares de salutación, lo cierto es que el político-empresario estadunidense arribó a lo grande.
En el salón Adolfo López Mateos, de la residencia oficial de Los Pinos, se colocaron dos podios. Al mismo nivel, ambos relucían con su respectivo relieve frontal, dorado, el Escudo Nacional.
La Bandera de México detrás del mandatario mexicano, que fue insistente en su interés por la cooperación binacional.
Trump coincidió más o menos en la agenda delineada momentos antes por Peña Nieto y sostuvo que es necesario construir un muro en la frontera.
No obstante, el estadunidense dijo que no hablaron de quién debe pagar ese proyecto limítrofe.
Durante sus respectivas intervenciones, Peña Nieto y Trump coincidieron en frenar la migración ilegal y, en el caso del mexicano, prácticamente abordó el asunto a propósito de la migración centro y sudamericana, pues sostuvo que hace diez años que frenó la de mexicanos, mientras que la del sur ha llegado a provocar crisis humanitarias.
Al finalizar el cónclave, reporteros estadunidenses y mexicanos intentaron obtener una declaración de los protagonistas del encuentro.
Fue cuando Peña Nieto reiteró que las declaraciones de Trump son “malentendidos” que han ofendido a los mexicanos, aunque pese a ello reiteró su disposición al diálogo.
Peña Nieto estuvo acompañado por la canciller Claudia Ruiz Massieu y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Previo a ello, Trump llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y se trasladó a Los Pinos en helicóptero. El encuentro duró poco más de media hora para terminar con un mensaje a medios.
Durante su periplo mexicano, Trump estuvo acompañado por el antiinmigrante senador por Alabama, Jeff Sessions, y por el exalcalde neoyorquino Rudolph Giuliani.
Repudian senadores de PAN y PRD visita de Trump a Los Pinos
Senadores del PRD y del PAN expresaron su repudio al encuentro entre el primer mandatario Enrique Peña Nieto y el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, al afirmar que éste debe ser declarado “persona no grata” en México y calificando de “lamentable” la posición del Ejecutivo federal mexicano.
Trump “debe ser declarado persona no grata”, y la Presidencia de la República deberá enviar un “informe pormenorizado y público del encuentro” con el republicano, destacó la senadora Dolores Padierna, vicecoordinadora del PRD, en un posicionamiento público.
A su vez, el coordinador de la bancada perredista, Miguel Barbosa, consideró que “tal parece que el miedo del gobierno mexicano a la nación americana también incluye a sátrapas como Donald Trump”.
Barbosa negó que se tratara de un acto diplomático, ya que Trump no es jefe de Estado y no necesitaba el protocolo oficial.
Por su parte, los senadores del PAN trataron de cancelar la reunión entre Donald Trump y Peña Nieto, pero sin lograr ningún eco en las bancadas del PRI y del Partido Verde, que defendieron este encuentro.
La visita de Trump “fue muy desafortunada, pues es un personaje que nos ha llamado a los mexicanos violadores y criminales, y será recibido con bombos y platillos por el presidente. No se vale que esto ocurra. ¿Dónde está la política exterior? ¿Dónde estamos los mexicanos en este momento?”, cuestionó la senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, del PAN.
En defensa de la visita, la senadora del PRI, Yolanda de la Torre Valdez, expresó su confianza en que Peña haría un “preciso y claro” reclamo al candidato republicano de Estados Unidos.
En tribuna, la senadora del PRD Angélica de la Peña también repudió la visita. “Todos se preguntan por qué esta invitación. Se peca de ingenuidad y es imprudente, impertinente e insensible, es un desacierto. No hay manera de defender esa decisión del presidente de la República. Es muy lamentable”.
Reprueban intelectuales la reunión; la izquierda hace mutis
Como pocas veces, intelectuales y académicos de distinta orientación alcanzaron el consenso: a través de entrevistas, y principalmente en las redes sociales, reprobaron en las últimas horas el encuentro entre el presidente Enrique Peña Nieto y el candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
“A los tiranos no se les apacigua, a los tiranos se les enfrenta”, escribió Enrique Krauze en Twitter.
En entrevista con Carlos Loret, Krauze, historiador y director de Letras Libres, consideró que recibir a Donald Trump puede ser un error histórico de Peña Nieto.
Héctor Aguilar Camín, escritor y director de Nexos, planteó la reunión Peña-Trump como un síntoma de pleito “con la próxima presidenta de Estados Unidos”, en referencia al muy posible triunfo de la demócrata Hillary Clinton.
El liberal Jesús Silva Herzog Márquez ha sido de los más activos en el tema. En su opinión, que expuso en redes sociales, la reunión legitima a Trump como interlocutor razonable, algo que –dice– nadie le había concedido.
Luego añadió: “No. No es una apuesta arriesgada. Es una estupidez gigantesca. No hay forma de que salga bien”.
El jurista Diego Valadez recordó que “por dignidad” muchos republicanos no fueron a la convención de su partido para no saludar a quien los había insultado. En una larga serie de tuits, añadió, entre otras consideraciones, que existe un repudio y desaprobación generalizada a su visita a México.
La escritora Ángeles Mastretta escribió en su blog de Nexos un artículo intitulado “Invitar a Trump: una desvergüenza y una insensatez”, en el que hace una severa crítica al presidente Enrique Peña Nieto, con una serie de cuestionamientos que derivan en su falta de respeto a la calidad de jefe de Estado que ostenta.
Javier Sicilia compartió diferentes noticias al respecto y reprodujo la convocatoria a una concentración de protesta en el Ángel de la Independencia.
Académicos reconocidos como Soledad Loaeza, del Colegio de México, han expuesto también en redes sociales sus críticas a la decisión del encuentro, también con una larga serie de tuits, entre otros: “Trump me ha ofendido profundamente, pero la invitación que le ha hecho EPN me ofende mucho más”.
Carlos Bravo Regidor, académico del CIDE, también dedicó numerosos mensajes al asunto. Entre ellos: “Peña Nieto repitió una y otra vez q no se metería en la elección gringa. Lo está haciendo y de la peor manera: prestándose a ayudar a Trump”.
El silencio de la izquierda
Doce horas después de que se confirmara el encuentro Peña-Trump, los intelectuales identificados con posiciones de izquierdas se habían mantenido en un inusual silencio en redes sociales.
Por ejemplo, Paco Ignacio Taibo II y Elena Poniatowska no habían emitido ningún mensaje en Twitter, la red social a la que son asiduos. Tampoco lo había hecho el historiador Lorenzo Meyer. Los tres han hecho manifiesta su simpatía por Andrés Manuel López Obrador, quien por cierto tampoco había opinado al respecto.
No obstante, entre los académicos identificados también con posiciones de izquierda, John Ackerman fue muy activo desde anoche en el asunto.
Ackerman, como también la politóloga Denise Dresser, optaron por ironizar sobre el encuentro. El primero compartió un meme en el que se lee “la mutación Peña-Trump”, que contiene las imágenes superpuestas de ambos personajes, y Dresser lanzó una encuesta tuitera, preguntando de qué hablarán Peña y Trump, con las siguientes opciones:
a) que Higa Construya el muro, b) hablar de copetes, c) hablar de las cosas buenas y d) regalarle su tesis.
Fuente: Proceso| ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA| JENARO VILLAMIL