Familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos negaron que entre los jóvenes haya algún militar activo, como reveló la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en respuesta a una solicitud de información promovida por el corresponsal de esta agencia en el estado de Guerrero.
Luego de sostener una reunión en las instalaciones de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, Felipe de la Cruz, Melitón Ortega, Emiliano Navarrete y Carlos Martínez, este último vocero de los estudiantes, consideraron que la revelación de la Sedena sólo confirma que el Ejército desapareció a sus hijos, que sabía dónde estaban.
En una conferencia de prensa, comentaron que al conocer dicha información se reunieron para analizar cada caso y confirmaron que ninguno de los desaparecidos pudo ser militar o estar relacionado con el Ejército.
Lo que sí admitieron es que hay una posibilidad de que la Sedena, la Policía Federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) hayan tratado de infiltrarse previamente en la Normal o enviado a supuestos activistas a solidarizarse con el movimiento, pero que al verse descubiertos se retiraban.
Con la revelación de la Sedena, arguyeron, queda confirmado que el Ejército desapareció a sus hijos porque reconoce que ha habido infiltrados y sabía de las movilizaciones que realizaban los normalistas, por lo que pidieron que la Procuraduría General de la República (PGR) abra una línea de investigación que vaya dirigida al Ejército.
El pasado miércoles 17, Apro, la agencia de noticias del semanario Proceso, dio a conocer la respuesta de la Sedena a una petición de información de la que se desprende que uno de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa está dado de alta como soldado en activo, pero su identidad fue catalogada como “confidencial”, reveló la Sedena.
“Proporcionar la información representa un riesgo real para la seguridad de la familia del militar desaparecido, ya que podrían ser identificados con facilidad, dando como resultado posibles atentados en su contra”, justificó la Sedena.
A mediados de abril, el reportero realizó una solicitud de información a dicha dependencia federal –folio 77315– en la que preguntó si entre los normalistas desaparecidos se encontraban soldados en activo.
Ello debido a una línea de investigación seguida sobre el nivel de infiltración del gobierno en la esfera de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, considerada por autoridades y políticos oficialistas como “semillero de guerrilleros”.
La semana pasada, la Sedena emitió una respuesta oficial donde hace la siguiente revelación:
“Se hace de su conocimiento que se localizó a una persona que corresponde al nombre de uno de los 42 estudiantes desaparecidos de la escuela rural Isidro Burgos que refiere en su solicitud; sin embargo, el nombre se encuentra clasificado como confidencial por tratarse de datos personales”.
Lo anterior se indica en el oficio 2433, firmado por el subjefe administrativo y logística del Estado Mayor de la Sedena, general David Córdova Campos.
La resolución denominada “confidencial” justifica la reserva del nombre del militar en activo que era estudiante en la Normal de Ayotzinapa y forma parte del grupo de 43 jóvenes desaparecidos durante la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
Ello debido a que el proporcionar el nombre del soldado, “potenciaría considerablemente una amenaza en agravio de la vida, seguridad y salud de su familia”, señala la resolución de la Sedena.
Luego, agrega: “Ya que la información podría ser utilizada por grupos desafectos a las fuerzas armadas, incluyendo la delincuencia organizada, poniendo en peligro la vida, la seguridad y salud de la familia del militar desaparecido”.
Este hecho aporta una nueva línea en el caso Ayotzinapa; incluso, ni siquiera había sido abordada por el gobierno federal para explicar la causa por la que autoridades coludidas con la delincuencia organizada actuaron en contra de los 43 normalistas desaparecidos, entre ellos un soldado en activo.
Fuente: Proceso| La Redacción