•Líderes, grandes privilegiados
Veracruz, México.- La cuchilla en la Comisión Federal de Electricidad y PEMEX está afilada.
El despido de empleados de confianza ha iniciado y luego enseguida seguirán los trabajadores sindicalizados.
En cada oficina, dependencia, gerencia, jefatura, departamento, etcétera, establecieron una cuota de personal que será despedido y/o jubilado…, hasta completar 5 mil en el caso de PEMEX y otros 5 mil en la CFE.
El programa considera que de aquí al fin de año del 2015, la cuota se habrá cumplido.
En forma paralela también revisan el despido de 5 mil más sindicalizados.
He ahí, pues, una parte de la reforma energética del gobierno de la república.
En unos casos, como es lógico y normal, el despido incluye a empleados con el número de años suficientes para la jubilación, y/o a punto de…
Y, bueno, en tal caso, digamos si recurren al retiro voluntario.
En otros casos, serán liquidados. Hasta ahí llegó la fuente de empleo, y ni modo, tanto PEMEX como la
CFE pasarán a operar y funcionar como una empresa privada.
Ya veremos…
Y ya veremos porque el grave problema de PEMEX y la CFE, como de tantas otras dependencias gubernamentales, incluidos los gobiernos de las entidades federativas y la federación, es la corrupción y la deshonestidad.
En contraparte, ningún líder sindical ha sido tocado.
Ellos, en la cumbre del pandero hacen y deshacen.
Y como sirven a la elite política en turno, por añadidura, son blindados.
Un caso: Carlos Romero Deschamps, de PEMEX, con tres yates para el fin de semana y un avión donde su hijita pasea a las mascotas de la casa.
Otro caso: Víctor Flores Morales, del gremio ferrocarrilero, a quien perdonaron un faltante de casi 15 mil millones de pesos de las pensiones y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público lo ha absorbido, de igual manera como absorbió el déficit millonario de PEMEX y la CFE y lo convirtió en deuda pública.
Además, de las curules federales en el Congreso de la Unión otorgadas a uno y otro.
¿Cómo, entonces, puede el contribuyente y el ciudadano aceptar tales contradicciones?
II
Desde el gobierno alardean que sólo con la inversión extranjera, la industria nacional, la energética y la eléctrica pueden crecer.
Claro, y de entrada, así ocurre en todas las naciones del mundo.
Pero… habría de recordar que México ocupa uno de los primeros lugares en los cinco continentes en corrupción.
Uno. El negocio privado a costa del poder y de los recursos naturales.
Dos. La alianza para los negocios entre los empresarios, los políticos encumbrados y los dirigentes sindicales.
Tres. El manejo de la dependencia pública con sentido patrimonialista, como por ejemplo, el tráfico de influencias para “meter la mano al cajón” hasta el nombramiento de los cargos públicos más codiciados, con sueldos estratosféricos.
Cuatro. El manipuleo de las plazas burocráticas.
Cinco. La compra de conciencias y lealtades para los procesos electorales, desde presidente de la
República y diputados y senadores, hasta gobernadores y alcaldes.
Seis. La impunidad, la absoluta impunidad… para todas las partes.
III
Desde la propaganda oficial cacarean el beneficio común para los más de cien millones de habitantes del país con las llamadas reformas estructurales.
Claro, la inversión extranjera, una vez más, como en el porfirismo, dueña de la riqueza nacional.
Y, en contraparte, y por ejemplo, el pavoneo de que hacia el año entrante habrá en México gasolineras extranjeras con lo que el precio al consumidor se abaratará.
También, hacia el año 2016, la rebaja en las tarifas eléctricas.
Y por lo pronto, que hacia el año entrante desaparecerán las llamadas de larga distancia y todas, sin excepción, serán locales, claro, solo aquí de norte a sur del país.
Pero tales son migajas ante los grandes, inmensos, incalculables negocios en puerta para los magnates extranjeros del petróleo y la energía eléctrica.
Además, la secuela de unos diez mil jefes de familia que serán dados de baja y/o quedarán jubilados en Pemex y la CFE.
En cada estado petrolero de la nación, entre ellos, Veracruz, el despido habrá de sentirse, se está sintiendo, en los hogares.
Fuente: El Piñero de la Cuenca| Por: Luis Velázquez
